29 jun 2010

Caso Mascherano


La historia de hoy nos remonta un año atrás. Por esa época hubo en Argentina un pequeño misterio que poco después se habría de aclarar de forma esperable, pero bien es cierto que muchos creyeron que la historia que hoy os contaré era verdadera.

En julio del pasado año 2009, la ciudad de Buenos Aires estaba llena de carteles publicitarios que invitaban a quién la viera a entrar en una web (http://www.casomascherano.com.ar/). Muchos, víctimas de la curiosidad, entraron, y su contenido empezó a circular por todo el país. Un hombre que decía ser un periodista llamado Luis Dapelo, mostraba con gesto serio que estaba en medio de una investigación sobre el actual jugador del Liverpool Javier Mascherano. La presunta investigación (comenzada debido a una carta anónima que llegó a manos del periodista) comienza en el lugar de residencia del jóven Mascherano, Santa Fé, dónde sólo consigue la dirección de un hospital abandonado.

En su visita al hospital, Dapelo se encuentra ficheros de contenido sospechoso y algunos relaccionados con Mascherano. Posteriormente, el periodista encuentra una foto del futbolista argentino con una gran cicatriz en el torso, algo que el protagonista de la investigación tomó como clara evidencia de que su hipótesis era cierta: el centrocampista tenía un motor incrustado en su cuerpo que le hacía moverse por el campo durante 90 minutos sin experimentar ningún tipo de cansancio.

Hablando con uno de los antiguos trabajadores del hospital abandonado, Dapelo se entera de que la velocidad de Mascherano es muy superior a la media, lo que no hace mas que seguir confirmando sus sospechas. Más tarde un desconocido lo para por la calle para hablar con él, un ingeniero que le dice que fue él quien le envió la carta y que antiguamente trabajó en el proyecto de ese motor del que trataba la investigación, pero que terminó por abandonarlo.

El último hecho que encontramos en esta pesquisa por parte de Luis Dapelo es cuando, tras abrir la puerta de su casa, se encuentra que está todo patas arriba, y que alguien entró a robarle. Esto hace que no exista duda alguna. El caso que investigaba era totalmente cierto

Esta historia tuvo bastante repercusión en Argentina, pero no demasiada fuera de allí, asique seguramente muchos no conoceríais su existencia. Tras un tiempo de misterio en el que ya muchos se habían dado cuenta perfectamente de lo que había, la marca Fiat terminó por desvelar que era una campaña publicitaria para uno de sus nuevos motores.

A continuación os dejo los vídeos en los que Luis Dapelo narra su presunta investigación














Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

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