septiembre 28, 2021 Rubén Pedreira
- Puedes leer todo el 'Anecdotario grotesco del Real Club Deportivo de La Coruña' aquí
Sebastián Taborda fichó por el Deportivo en verano de 2005 procedente de Defensor Sporting. El delantero uruguayo llegó a Coruña como un jugador dominante por alto y letal en el área, pero en las tres temporadas que jugó en el Dépor solo consiguió jugar como titular en 5 de los 41 encuentros de liga en los que participó, marcando cinco tantos y dejando un sabor muy amargo en la grada.
Durante su etapa como blanquiazul, Taborda (al que apodaban 'El Huracán') nunca llegó a triunfar y fue utilizado sobre todo en los minutos finales de encuentros en los que el resultado no acompañaba y era necesario buscar el gol por todos los medios. Fue precisamente en uno de esos partidos, en el que salió para intentar ayudar a remontar un marcador desfavorable frente el Valencia, cuando su nombre quedó veraderamente grabado en la memoria del deportivismo.
El día era un 5 de mayo de 2007. El Deportivo perdía por un escueto 0-1 contra el Valencia en
la jornada 33 de la liga 06/07 cuando, en el banquillo deportivista,
algo empezó a gestarse en la mente de Joaquín Caparrós. El partido
necesitaba un revulsivo, y en el minuto 68 el utrerano sacó del campo a
Duscher para dar entrada a Taborda. Caparrós sabía que era arriesgado sacar a un mediocentro de contención para introducir a un punta, pero veía a su
jugador motivado y capaz de hacer algo en la acción a balón parado que
en ese momento debía ejecutar el equipo.
No era fácil, enfrente se encontraba un equipo que luchaba por entrar en
Champions, pero el charrúa salió concentrado. Sabía que un centro
medido sería muy apropiado para demostrar su punto fuerte, su remate de
cabeza. Emocionado, corrió hacia el área justo a tiempo para ver cómo
Sergio ejecutaba, Capdevila templaba y finalmente consiguió estirarse para efectuar un remate
épico e inédito hasta aquel momento en el fútbol internacional. Efectivamente, Sebastián inició aquel día un mito e inventó la famosa Tabordinha, un remate con una parte del cuerpo que normalmente no se utiliza en la práctica de este deporte, que se incorporó a la tradición oral coruñesa e irá pasando de generación en generación
durante mucho tiempo entre los asistentes a Riazor.