30 sept 2023

Anecdotario grotesco del Real Club Deportivo de La Coruña: La borrachera ficticia de Nuno


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Jorge Mendes, a día de hoy asentado como uno de los representantes más importantes y millonarios del mundo del fútbol, siempre recuerda que su introducción al mercado internacional se debió a Augusto César Lendoiro. La primera operación que cerraron entre los dos fue la de Nuno Espíritu Santo.

Nuno Espíritu Santo durante su etapa como jugador del Deportivo


El fichaje de Nuno no fue una operación sencilla para Mendes. Para empezar, el jugador pertenecía al Vitória de Guimarães y el club portugués no quería deshacerse del jugador por menos de una determinada cantidad. Cuando el Oporto ofreció dicha cantidad y Jorge Mendes lo notificó, el club la multiplicó por cinco con la intención de dejar claro que no querían facilitar su salida al club de Do Dragão debido a la enemistad con su presidente.

Viendo esta sucia jugada de su equipo, el jugador y el agente se pusieron de acuerdo para poner en marcha un plan. Este plan consistía en desordenar a lo loco el piso del futbolista y fingir una borrachera antológica. Cuando el presidente vio al futbolista, balbuceando en el sofá y comportándose como un salvaje, se convenció de que no era el tipo de jugador que quería en su club y le dijo a Mendes que le buscase una salida adecuada cuanto antes. 

No sería el último capítulo curioso de este fichaje. Mendes quería colocarlo en el Dépor y se llevó al jugador a Coruña. No obstante, el representante no esperaba que las negociaciones se dilataran, como era tradición con Augusto César Lendoiro. Mientras el presidente blanquiazul cerraba flecos con Mendes, el jugador permaneció de incógnito en un hotel coruñés durante días, a la espera de poder cerrar el acuerdo y entrenando en la playa por su cuenta

28 sept 2023

Anecdotario grotesco del Real Club Deportivo de La Coruña: Bebeto y la pequeña Copacabana


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Uno de los fichajes más significativos de la historia del Dépor fue el de Bebeto. Su llegada, acompañada de la de Mauro Silva, marcó un punto de inflexión en la historia del club coruñés, que siendo un recién ascendido pasó a convertirse en un equipo capaz de luchar por cosas importantes. Para convencerlo, Augusto César Lendoiro tuvo que utilizar sus mejores tácticas de negociador veterano.

Bebeto y Mauro Silva durante su presentación como jugadores del Dépor, en 1992

En Julio de 1992, Lendoiro y Luis Sánchez Doporto, miembro del consejo del Deportivo, se desplazaron a Brasil con la intención de fichar a Bebeto y a Mauro Silva. El fichaje de Mauro parecía factible, pero en el caso del delantero todo parecía perdido debido a que su acuerdo con el Borussia Dortmund se daba por hecho. A pesar de todo, los dirigentes blanquiazules no se dieron por vencidos y se reunieron durante varios días con el jugador y con los responsables de su club, el Vasco da Gama. Desde el primer momento les dijeron que el acuerdo con el club alemán estaba cerrado y solo faltaba la firma, con lo que no había nada que hacer.

Empeñado en seguir probando, Lendoiro se buscó aliados en el país brasileño. Gracias al favor del expresidente del Flamengo, que había fichado al jugador en su época juvenil y que vivía en su misma urbanización, consiguieron ser invitados  al chalet del delantero. Los directivos coruñeses fueron recibidos por la pareja de Bebeto, Denise de Oliveira, y tras ese encuentro consiguieron que la mujer llamase al representante de su esposo diciéndole que se irían a Coruña. ¿Cuál fue el secreto?: "Le obsequiamos con un collar de Sargadelos y un precioso libro de A Coruña, que mostraba la belleza de la Playa de Riazor -que la bautizamos como pequeña Copacabana. Además, conseguimos convencerla de lo horroroso que era el clima de Dortmund", explicó años después el propio Lendoiro en un artículo escrito en riazor.org.

27 sept 2023

Anecdotario grotesco del Real Club Deportivo de La Coruña: Romero y el mordisco de la serpiente


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Enrique Romero fue el lateral izquierdo titular durante la mejor época de la historia del Dépor, y su palmarés está adornado por una Liga, una Copa, dos supercopas... Y una curiosa anécdota en Pamplona.

Enrique Romero durante su etapa como futbolista del Deportivo

El viernes 26 de septiembre de 2003, el Deportivo aterrizó en el aeropuerto de Pamplona para jugar dos días después contra Osasuna en la que sería la quinta jornada liguera. Los jugadores blanquiazules, en su trayecto por la pista de aterrizaje camino de la terminal, se encontraron con una víbora y decidieron que no podían perder la ocasión de compartir unos entrañables momentos con tan simpático animal.

El episodio empezó con un grupo de futbolistas y miembros del cuerpo técnico formando un corro lleno de bromas y risas alrededor del pequeño réptil, que no llegaba a los 20 centímetros de largo. En una decisión quizás cuestionable, el utilero recogió a la serpiente con la cola, pero la víbora no estuvo muy de acuerdo con la idea. Enrabietada por verse privada de su libertad, buscó una víctima a su alrededor con la que tomar represalias y encontró la mano de Romero, que se había acercado a echar un vistazo y se llevó un mordisco.

La mano del futbolista empezó a dar signos de que aquello no pintaba muy bien, la reacción alérgica del futbolista se hizo evidente y los servicios médicos del equipo actuaron con rapidez para intentar frenarlo con antihistamínicos. El intento no tuvo mucho éxito y se tuvo que desplazar al lateral al hospital, teniendo que pasar la noche en observación por precaución. Por suerte, la cosa no fue a mayores y todo quedó en un susto, aunque el futbolista se vio obligado a perderse el partido del Sadar, que terminaría con victoria local por un ajustado 3-2.

26 sept 2023

Anecdotario grotesco del Real Club Deportivo de La Coruña: La enganchada de Antonio Tomás y Urreta


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El uruguayo Jonathan Urretaviscaya  llegó al Dépor cedido por el Benfica en verano de 2010. A pesar de las prometedoras previsiones sobre su talento, lo cierto es que lo único que dejó para el recuerdo en su breve etapa como blanquiazul fue un encontronazo con su compañero Antonio Tomás en un entrenamiento.

Momento en el cuál Antonio Tomás y Urreta se enganchan en una pelea durante un entrenamiento con el Dépor

En diciembre de 2010 el Dépor se encontraba en el decimotercer puesto de la tabla. La situación deportiva no era la ideal, pero tampoco llegaba a ser traumática (como sí acabaría siendo al final de esa temporada, cuando se materializó el primer descenso a segunda en décadas). En cuanto a la situación del vestuario, esta tuvo sus altibajos.

Uno de los momentos más tensos lo protagonizaron el mencionado Urreta y Antonio Tomás, un jugador que había perdido, en la primera parte de la temporada y debido a la incorporación de Rubén Pérez, buena parte del protagonismo que le había dado Miguel Ángel Lotina el curso anterior. Durante el entrenamiento previo a la decimosexta jornada de liga, un intercambio de entradas cabreó al jugador cántabro más de la cuenta, lo que provocó que acabase levantándose tras ser derribado en una de esas acciones con más revoluciones de la cuenta y agarrase por el cuello a Urreta, que forcejeó para liberarse hasta que sus compañeros llegaron para poner orden. Lotina daría por finalizada la sesión minutos después.

Al ser preguntados por los periodistas, Lotina comentó que era "algo que ocurre en todos los equipos todos los años", Antonio Tomás comentó con una sonrisa un irónico "ya visteis lo que pasó" y Urreta se despidió con prisas con una frase para el recuerdo: "Lo siento, me tengo que ir al banco".

El incidente provocó que ambos jugadores fueran apartados para esa jornada, aunque las consecuencias fueron diferentes para cada uno de ellos. El cántabro volvió a jugar a la semana siguiente, pero el uruguayo no volvió a vestir la camiseta del Dépor y su cesión fue finalizada el primer día del mercado invernal. No llegaría nunca a ofrecer en Europa el nivel que se le presuponía, aunque a finales de la década pasada tuvo una buena época de fútbol en la liga mexicana que le llevó incluso a jugar un puñado de partidos con su selección.

22 sept 2023

Anecdotario grotesco del Real Club Deportivo de La Coruña: Andrea Pirlo y las acusaciones de dopaje


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Es seguramente el partido más famoso de la historia del Dépor. Aquel 4-0 en Riazor en 2004 que remontaba un contundente 4-1 recibido en San Siro y clasificaba al equipo blanquiazul para semifinales de Champions por primera vez en la historia es ya patrimonio de la cultura popular, pero no todo el mundo lo recuerda con cariño. Para la mitad de la ciudad de Milán es un recuerdo traumático, y entre los que comparten dicho trauma se encuentra una leyenda del fútbol moderno: Andrea Pirlo.
 
Andrea Pirlo lucha por un balón con Juan Carlos Valerón durante la eliminatoria de cuartos de final de la Champions de la temporada 03/04

Pirlo era una de las estrellas de aquel Milan que llegaba a jugar el partido de vuelta en Coruña confiando en que sería un trámite. Con un once titular de gala, lleno de leyendas del fútbol, difícilmente se podría imaginar una remontada por parte de ese simpático equipo gallego que era habitual en la Champions pero nunca favorito.

Cuando Pandiani marcó el primer gol del partido en el minuto 5 nada cambiaba demasiado. La ventaja era amplia y había margen. Pero con los goles de Valerón y Luque, llevando el partido 3-0 al descanso, los nervios empezaron a hacer mella en el equipo italiano. Era cuestión de tiempo que el definitivo 4-0 marcado por Fran en el 76' llegara para clasificar a los coruñeses a la siguiente ronda y provocar la caída de los rossoneri.

Aquella debacle deportiva se instaló en la cabeza de Pirlo y parece que no fue capaz de olvidarla durante al menos una década. En 2014 publicó su autobiografía, 'Pienso, luego juego', y en ella tuvo algunas frases sobre aquel encuentro que no fueron demasiado elegantes:

"Mirando en retrospectiva, algo no cuadra. Nuestros rivales iban a mil por hora, incluso los jugadores más veteranos y que nunca habían destacado precisamente por su habilidad para combinar velocidad y resistencia"

"Lo que más me sorprendió fue ver cómo seguían corriendo en el descanso (...). Cuando el árbitro pitó todos se lanzaron hacia el túnel de vestuarios como si fuesen Usain Bolt. No se podían estar quietos"

Estas frases ya venían a insinuar algo, pero algunos párrafos más tarde se animó a soltar ya la bomba con palabras claras cristalinas aunque matizando, eso sí, que al no tener pruebas no era más que "un pensamiento indecente":

"Perseguimos sombras toda la noche. No tengo pruebas, por lo que no es una acusación (nunca me permitiría llegar tan lejos, es solo un pensamiento indecente que me asaltó en los años siguientes). Pero por primera y única vez en mi carrera me pregunté si la gente con la que había compartido campo se habría metido algo"

Las palabras no fueron bien recibidas por los protagonistas de la remontada. Molina, que defendió la portería deportivista en aquella eliminatoria, no se cortó dando su opinión: "Tanto Dépor como Milan hablaron dentro del campo y fuimos nosotros los que conseguimos llevarnos el triunfo. No sé por qué dice eso ahora. ¿Una rabieta diez años después? ¡Qué sinsentido!". Víctor Sánchez del Amo le pidió una rectificación: "Fans, club y jugadores se merecen tus disculpas. Sé tan humilde como el gran futbolista que eres". Otros protagonistas del equipo, como Irureta, Donato o Pandiani reaccionaron también rechazando las palabras del italiano, queriendo dejar claro que lo que había pasado diez años atrás había sido fútbol y no química.

21 sept 2023

Anecdotario grotesco del Real Club Deportivo de La Coruña: La pelea de Arribas y Luisinho


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La temporada 15/16 empezó prometiendo emociones fuertes cuando, ya en agosto, Luisinho y Arribas fueron noticia por un enganchón en pleno entrenamiento. Los futbolistas estuvieron a punto de llegar a las manos y tuvieron que ser separados por sus compañeros.

Momento del encontronazo entre Arribas y Luisinho


Víctor Sanchez del Amo empezaba su primera temporada desde el inicio como entrenador del Dépor tras haber conseguido el objetivo el año anterior sustituyendo a Víctor Fernández en el tramo final. No obstante, no había comenzado todavía la liga cuando se encontró con su primer problema interno al ver a Luisinho y Arribas enzarzarse en un conflicto que comenzó cuando el central hizo una entrada fea sobre Luis Alberto que fue recriminada por el lateral portugués. Hubo un forcejeo y un cruce de palabras poco agradables y los ánimos se caldearon hasta el punto de que los compañeros llevaron a Arribas al vestuario mientras retaba a Luisinho en repetidas ocasiones con gritos de "Vamos para dentro".

Tras este incidente, el entrenamiento fue suspendido, Luisinho fue temporalmente apartado del grupo y el club abrió un expediente sancionador a ambos jugadores, que en el caso del jugador portugués fue más severo por reincidencia. A pesar de todo, ambos jugadores acumularon muchos minutos esa temporada, aunque en el caso de Luisinho perdió la titularidad que había disfrutado los años anteriores. 

El episodio siguió coleando a lo largo de la temporada, e incluso nueve meses después, durante la última semana de competición, se produjeron varias declaraciones importantes sobre ello. A mediados de mayo, con el equipo ya salvado tras una montaña rusa de temporada y el lateral nuevamente apartado del equipo, el agente de Luisinho hizo unas declaraciones en las que acusaba a Víctor Sánchez del Amo de querer destruir la carrera de su representado. "Es un simple problema personal, más de Víctor con Luisinho que de Luisinho con Víctor. Durante este año fue humillado varias veces. Ni el presidente ni la dirección deportiva saben por qué lo ha apartado. Si Víctor durmió bien o mal ese día para tomar la decisión, no lo sé". También confesó que el futbolista quería seguir en el club, pero su continuidad era incompatible con la del técnico.

Días más tarde, el otro protagonista de la historia, decidió manifestar también algunas de sus opiniones. Arribas salió en una rueda de prensa previa al último partido de la temporada y no se cortó en hablar del suceso ocurrido el verano pasado, diciendo que "Luisinho tendría que haber salido del club, es un tipo reincidente". Finalmente la temporada terminó y Víctor no continuó en el banquillo, pero ambos jugadores terminaron siendo compañeros un año más.

20 sept 2023

Anecdotario grotesco del Real Club Deportivo de La Coruña: Las artes adivinatorias de Miguel Angel Lotina


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Miguel Ángel Lotina pasó cuatro temporadas de su carrera deportiva en Coruña y, a pesar de lograr algunos éxitos e incluso llegar a clasificarse para Europa, terminó yéndose del Dépor sin haber llegado nunca a convencer al grueso general de la afición. No obstante, lo que no se le puede negar es que dejó tras él un buen reguero de frases bastante recordadas.


Una de ellas la pronunció en la recta final de su última temporada como técnico deportivista. El club se jugaba el descenso y a falta de cinco jornadas para el final ocupaba el puesto trece con 38 puntos, tres por encima del antepenúltimo clasificado. El ambiente era incómodo, porque la salvación matemática todavía no estaba lograda y el calendario que quedaba por delante metía miedo: Atlético, Sporting, Athletic, Barcelona y Valencia esperaban para poner complicada una salvación que en cualquier caso se veía factible debido a que había casi una decena de equipos en la pelea y en ese momento la mayoría estaban por debajo.

En una rueda de prensa durante la semana posterior al partido de la 33ª jornada de liga, una derrota fuera de casa contra el Hércules (uno de los rivales por la salvación), el técnico vasco salió en rueda de prensa a comentar sus impresiones y se mostró optimista dentro de lo posible. Manifestó que "Con 38 puntos no se salva nadie pero con 44 tampoco va a descender nadie" y generó esperanza ante la idea de que había partidos suficientes para llegar a esa cifra. Una frase de su discurso fue especialmente premonitoria:

"Ojalá sea dentro muchos años cuando se pueda echar de menos esta situación y entre la afición se comente que ojalá estuviésemos como aquel año. El año que viene el Dépor igual está peleando por la UEFA, pero en siete años igual está en esta situación"

 

Lo que vino después es conocido por todos. Efectivamente, con 44 puntos no descendió nadie, pero con 43 (los que acabó consiguiendo el Dépor) si. El conjunto coruñés acabó la temporada bajando a segunda división, por lo que al año siguiente no peleó por la UEFA, y no hizo falta que pasaran muchos años para echar de menos la situación de pelear por la permanencia en primera. Siete años después, como él decía, el equipo volvía a estar en situación de pelear por no descender a segunda (con igual resultado y con peor panorama a falta de cinco jornadas). Algo más de diez años después, el club se encuentra en la tercera categoría del fútbol español por cuarta temporada consecutiva, echando de menos la situación de pelear por mantenerse en primera. Las vueltas de la vida.

19 sept 2023

Anecdotario grotesco del Real Club Deportivo de La Coruña: El explosivo amor por los colores de Francis Uzoho


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Francis Uzoho llegó a las categorías inferiores del Dépor en 2016, procedente de la academia Aspire, y durante varios años generó esperanzas de convertirse en el portero blanquiazul de futuro. Incluso fue el portero titular de Nigeria en el Mundial 2018, con tan solo 19 años. A pesar de lo prometedor de sus cualidades, la realidad no siempre está a la altura de lo esperado y el jugador acabó marchándose por la puerta de atrás para desarrollar su carrera en equipos de la liga chipriota y dejando un tweet como rastro más recordado de su paso por Coruña.

Tuit de Francis Uzoho comparando al primer equipo del Dépor con el Fabril de los años previos. El mensaje sería borrado casi de inmediato

En noviembre de 2019, año en el que el equipo blanquiazul se pasó la primera mitad de la temporada sin dar signos de ser capaz de salir del hoyo del descenso a 2ªB, Francis se encontraba cedido en el Omonia Nicosia pero miraba de reojo a la situación del equipo que poseía sus derechos. Tras una nueva derrota y en medio de una racha sin ganar que duraba desde la primera jornada de liga, coincidiendo con su vuelta temporal a Coruña para operar una rotura de ligamentos sufrida en Chipre, el portero no se cortó de dar su opinión y manifestar en su cuenta de Twitter que "El Fabril de las últimas dos temporadas lo podría hacer mejor" y que "Mollejo, que parece ser el mejor jugador en este equipo, podría no ser titular en el Fabril".

El tweet cayó como una bomba en Coruña, generando malestar entre afición y club. Tanto fue así que el futbolista no tardó ni veinte minutos en borrar su mensaje y escribir uno nuevo de disculpa en el que se pudo leer: "Lo siento, no quise ofender a nadie pero quiero este club tanto como todos y me duele verlo en esta posición". El futbolista nigeriano acabaría por desvincularse del conjunto blanquiazul el siguiente verano, con el Deportivo ya descendido, firmando su traspaso al APOEL.

Tuit de disculpa de Francis Uzoho, escrito tras borrar el anterior