No es sólo el quién, también es el cómo
El Dépor dejó encarrilada su permanencia en Segunda División de cara a la siguiente temporada con su inerte actuación en el Anxo Carro el pasado domingo. El equipo de Martí dejó ver vicios anteriormente mostrados y convirtió en espejismo todo lo que en anteriores partidos había parecido parte de una lenta pero esperanzadora progresión. Quizás simplemente fuera una mala tarde y realmente sí existe tal progresión, pero a estas alturas no había ya margen para malas tardes. Haría falta ahora no fallar en los partidos que restan para tener alguna opción, y no parece lo más probable viendo que en la presente temporada el Deportivo nunca fue capaz de encadenar tres victorias seguidas.
- Saúl lleva varios partidos siendo un futbolista mediocre e incluso nefasto por momentos. El lateral tiene nivel más que demostrado en la categoría y es probable que acabe siendo un jugador de primera durante bastantes años, con lo que no debemos buscar las razones sólo en él, sino también en lo que le rodea. ¿En qué beneficia a Saúl, un jugador con predilección por seguir las jugadas, ofrecerse como apoyo y participar siempre en la combinación, encontrarse un solar desierto de apoyos en su zona? En los últimos partidos, es habitual verlo recibir sin compañeros ofreciéndose en su banda, viéndose obligado a algo tan impropio de un lateral como darse la vuelta y buscar un amigo en zonas retrasadas. Su influencia en ataque está perdida totalmente porque no es un lateral sorpresivo, sino un llegador gradual, y perder la presencia de un interior con el que buscar subidas como era Vicente le perjudicó evidentemente.
- Edu Expósito lleva bastante tiempo sin deslumbrar y posiblemente el menos culpable de ello sea él. Lo cierto es que se está viendo obligado a actuar en un entorno que le obliga a la intrascendencia aunque, paradójicamente, le obligue también a la omnipresencia. ¿En qué beneficia a Edu verse obligado a dar varios pasos hacia atrás para desatascar la función de salida de balón porque Bergantiños no es un jugador solvente realizándola, cuando la principal aportación de Edu es la de ser determinante con el balón en tres cuartos y cuando la labor de construcción previa puede ser realizada por jugadores que sí son específicos para ella como Vicente o Mosquera? Y, sobre todo, ¿en qué beneficia al equipo tener a Expósito ahogado en el minuto 60 por esa ida y vuelta, haciendo labores propias de tres posiciones diferentes y siendo incapaz por ello de no brillar en ninguna? Por si fuera poco, ayer no fueron pocas las ocasiones en las que teniendo Expósito el balón fue incapaz de encontrar apoyos para soltarlo.
- Carlos Fernández es el jugador más diferencial del equipo, un futbolista que facilita enormemente el mantener la posesión en zonas altas por su juego de espaldas y capacidad combinativa. ¿En qué beneficia a Carlos caer en el juego brusco y rápido, de ida y vuelta, al que se entrega el Dépor sin reticencia a instancias de sus rivales? Cuando el balón llega a Carlos, el panorama inmediatamente detrás de él es desolador. Edu, incapaz de estar en todos sitios, no siempre está en el apoyo y Fede en ataques rápidos no tiene tiempo de cubrir su hueco desde la banda. Al final, los balones que llegan a los dos de arriba acaban siendo en muchas ocasiones una invitación agresiva a que se busquen la vida ellos mismos y no se puede vivir de la pegada en un equipo en el que tus dos delanteros, aunque solventes y de calidad, no son Messi y Cristiano Ronaldo.
- Marí y Duarte son dos defensas que se sienten muy cómodos desde el dominio. No se tensan cuando hay que sacar el balón con calma y se toman su tiempo moviendo al rival y tocando entre ellos todo lo que sea necesario si así se requiere. Son jugadores con un muy buen posicionamiento, pero no son centrales excelsos cubriendo campo, cuando el control se pierde sufren, cuando los ataques pillan desordenado al equipo y la transición defensiva es errática lo pasan mal. ¿De qué les sirve también a ellos esa continua ida y vuelta que acaba casi siempre con pérdidas rápidas y transiciones a trompicones que conllevan contras inmediatas del rival, contexto que especialmente cuando el delantero es rápido (y, contra el Dépor, los rivales suelen usar esta opción conociendo este detalle) tiene grandes posibilidades de hacer especial daño?
- Bergantiños es un destructor puro, necesita a alguien cerca para dársela inmediatamente cuando recupera, un jugador que haga lo que hizo Juan Domínguez cuando los dos fueron jugadores muy destacados hace unas temporadas en segunda. Por lo explicado anteriormente, es evidente que Edu no es el hombre adecuado para hacerlo. ¿En qué beneficia a Álex y, sobre todo, en qué beneficia al equipo, que sea la base del juego de ataque? Su habilidad para sacar el balón mejoró considerablemente de hace unos años a esta parte, pero nadie sale beneficiado de hacerle resolver papeletas en las que sufre.
- Todos los jugadores de banda están a un nivel horrendo, sin excepción, desde hace tiempo. Y ni Cartabia, ni Valle ni Nahuel son jugadores horrendos. Es evidente que existe un problema estructural en su irrelevancia, que la existencia en la pierna cambiada es un invento sin pies ni cabeza dentro de la sistemática de juego del equipo porque no aporta nada en la estructura habitual de ataque y limita tanto a ellos como a los delanteros, porque siempre va a sobrar un jugador, un jugador que además al estar a pie cambiado tampoco te va a dar la capacidad de sacarte un centro en la mayoría de ocasiones. Me parece adecuado el recurso de las bandas cambiadas en esquemas con un sólo delantero, algo que te permite usar a un jugador para mover la defensa y sorprender introduciendo a un jugador en conducción desde el exterior, o en aspectos puntuales de los partidos, pero utilizarlo como recurso por defecto carece de sentido si no es con argumentos de peso que resulta evidente que no existen.