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15 abr 2018

Sensaciones tras el Athletic - Deportivo




Da la sensación de que el partido de San Mamés llega bastante tarde para el Dépor. El equipo herculino demostró por primera vez esta temporada que sabe ser claramente superior a su rival, aunque dicha superioridad sólo durara 45 minutos y en la segunda parte tocara sufrir como siempre, pero queda la sensación de que esta plantilla es más aprovechable de lo que dejó ver hasta ahora. A falta de que el Levante dispute su partido de esta jornada el equipo blanquiazul está a unos 5 puntos de la salvación que todavía son un mundo, pero visto el rendimiento ofrecido en su último encuentro puede que los más osados se animen a creer en la épica.

La primera parte permitió ver a un equipo con ideas, capaz de afrontar la creación de juego con temple y de defender sin ansiedad. El Athletic no hizo peligro en la primera mitad y Rubén no tuvo trabajo más allá de acciones intrascendentes que no crearon inquietud alguna. Adrián puso el marcador a favor en los primeros minutos y volvió a anotar de nuevo bastante antes del ecuador del primer tiempo para dejar en el marcador en el 0-2 con el que llegó al descanso. En la segunda mitad, no obstante, la historia cambió demasiado y los blanquiazules acabaron pidiendo la hora, pero la segunda victoria consecutiva se convirtió en realidad y consiguió dar alas a los más optimistas. Más allá de los datos crudos sobre lo que ocurrió en la globalidad del partido, hay también particularidades que se pueden deducir de lo visto en el césped bilbaíno:

- La portería sigue siendo un gran problema: Rubén no tiene nivel para defender una portería de Primera División. Su desempeño en ambos goles fue deficiente, especialmente en el segundo, y en el tanto anulado a Raul García tampoco supo hacer más que la estatua. Es cierto que tuvo un par de paradas de mérito, pero no hacen olvidar que posiblemente el Dépor a día de hoy tendría un puñado más de puntos si la portería estuviese en manos de alguien de mayor nivel.

- La suplencia de Schär no es un sinsentido: Es cierto que el suizo tiene una calidad con el balón en los pies fuera de toda duda, pero a un central han de pedírsele principalmente otras cosas. Cuando debe defender dentro del área sufre sobremanera y a menudo comete errores flagrantes de posicionamiento que acaban en sustos que podrían haberse evitado. También suele pecar de una falta de contundencia que no puede admitirse en un defensor de un equipo que se juega tanto como el Dépor a estas alturas. Quizás Albentosa luzca menos, pero en los últimos partidos se mostró muy entonado y no merece perder su plaza en favor del helvético.

- La reconciliación con el fútbol de Juanfran y Mosquera: El partido de Juanfran ante el Athletic fue, por primera vez en la temporada, digno de aquel lateral atrevido que llamó la atención al Barcelona. Sin fallos en defensa y con influencia en ataque, la línea ascendente que lleva el madrileño en las últimas jornadas es tan digna de mención como su ínfimo nivel del resto de temporada. En cuanto a Pedro Mosquera, resulta esperanzador ver cómo de nuevo da signos de ser el futbolista que Riazor conoció en su primera temporada en el club. Capaz de llevar la manija y ofreciendo soluciones a sus compañeros en todo momento, hay motivos para creer que puede ser un futbolista muy importante en este tramo final de campaña.

- Lo que quiera Emre Çolak : Si algo permitió ver el encuentro de San Mamés es que el Dépor se muestra como el día y la noche si se compara su juego con el turco en el campo y sin él. Emre debería ser innegociable sobre el césped, pues su salida del terreno de juego dio alas a un Athletic que se encontró ante un rival mucho más predecible en la construcción y fácil de defender. El arreón del conjunto bilbaíno estuvo también, por supuesto, motivado por la entrada de un Muniain que supo hacerse cargo de la creación de peligro y se ofreció en todo momento como guía del ataque de los locales, pero la salida de Çolak fue también determinante.

- Adrián y Borja Valle en su mejor momento: Los movimientos de Adrián López en los últimos partidos siempre están resultando enormemente valiosos para un Dépor que encuentra en él a un futbolista muy dinámico entre líneas y con mucha creación goleadora (4 tantos en los últimos dos encuentros). También Borja está en un momento dulce después de verse relegado a la intrascendencia toda la temporada. Erigido como un revulsivo efectivo e incluso estableciéndose como una opción por encima de Florin Andone, el delantero de Ponferrada aporta frescura y oficio en un ataque que necesita jugadores de su perfil en las segundas partes.

- Lucas, recordando viejos tiempos: Pocos podrán debatir que el partido de Lucas en San Mamés fue de grandísimo nivel. Dio dos penúltimos pases clave en los goles de Adrián y asistió a Borja Valle en el 1-3 con un gran balón cruzado, pero más allá de eso fue una pesadilla para los centrales del equipo de Ziganda. Siempre al límite de la línea de fuera de juego, preparado para romper líneas con un simple movimiento de desmarque, el coruñés está volviendo a recordar cómo ser la referencia de un equipo que necesita que recupere su mejor versión

- Seedorf, de nuevo suspenso en los cambios: Hay en una cosa en la que hay que darle la razón a Clarence Seedorf, y es que la psicología es una pieza clave para afrontar la lucha de la salvación. Una vez demostró el equipo que podía hacer partidos buenos e incluso ganarlos, el nivel de juego comenzó a aumentar y con ello estas dos victorias consecutivas hicieron acto de presencia. No obstante, no se puede negar que la lectura de los partidos del técnico neerlandés resulta ser bastante deficiente a menudo. En el día de hoy, el cambio de Çolak hizo que el equipo perdiera toda capacidad de pelear de tú a tú por el dominio del juego y dio pie a la mejoría de un Athletic que no empató de casualidad. Parece que el método del técnico empieza a dar frutos, pero la mentalidad ganadora debe ir apoyada también por un mínimo de táctica ganadora.

En resumen, el Deportivo lucha por su vida pero, más allá de ver esta frase como algo negativo, lo cierto es que tiene tintes optimistas. Un optimismo que no nace, evidentemente, de que la vida esté en juego, sino de ver que ahora al menos se lucha por ella en vez de dejarse arrastrar por una corriente cuyo destino no era otro que el desastre. El desenlace se verá en poco tiempo, y esperemos que sea feliz, aunque eso sea esperar demasiado.

18 mar 2018

Miedo y asco en Riazor



No suelo hablar de la grada ni cuando escucho cosas inauditas a mi alrededor (cosa bastante más común de lo que me gustaría, que nadie piense que Riazor es un oasis de cordialidad) debido a que no me parece un aspecto demasiado relevante del juego. Que sí, que la afición puede dar alas o cortarlas dependiendo de la situación, pero 30000 personas actuando como entes casi individuales no resultan ser un factor realmente determinante casi nunca. Si algo enseña la física es que la actuación de un número muy alto de cuerpos dejados a su libre albedrío durante un tiempo suficientemente alto tenderá a anular la acción conjunta global de todos ellos. No obstante hoy voy a comentar algunas impresiones con respecto al tema porque creo que el partido de ayer tuvo tintes fenomenológicos en la grada de la misma forma que los tuvo el jugado ante el Granada en la 12/13.

Si algo me llamó la atención de ayer fue la alevosía de ciertos cánticos. En una afición que se vangaloria (cada vez menos) de ser una de las mejores de España choca bastante el hecho de que vaya deliberadamente contra su propio equipo cuando todavía tiene opciones manifiestas de ganar un encuentro. A nivel táctico, el partido de ayer fue infame y se vio a las claras que Seedorf no tenía mayor plan que dejarlo todo a la casualidad después de elegir a sus once jugadores, pero también es innegable que Las Palmas no supo proponer mucho más y el Dépor llegó a hacer más peligro que sus rivales hasta los últimos minutos. Este partido se perdió porque la casualidad falló y es cierto que aunque se ganara no habría motivos para la alegría ante semejante esperpento táctico, pero desde luego que los cánticos burlones contra el equipo desde el comienzo de la segunda parte hicieron muy poco para ayudar a decantar la balanza en la última oportunidad de supervivencia. Si ahora estaba difícil, en la segunda categoría lo estará más todavía.

¿Es esto un reproche a todo aquel que se dedicó a reírse del equipo en lugar de intentar ayudar a que consiguieran una victoria que ayer habría podido llegar sin ningún tipo de problema? La respuesta es no, no me corresponde esa autoridad moral para decirle a nadie lo que ha de hacer. Creo que cada uno está en su derecho de comportarse de la manera que desee y a exponerse al juicio ajeno en base a ello y, en el caso de este artículo, a mi juicio. En mi opinión, lo realmente grave de ayer fueron las mofas a Lucas Pérez. El jugador está dando un nivel muy alejado del rendimiento esperado en base a lo que dio en el pasado y lo que cobra en el presente, pero si alguien duda de su implicación en cada partido es porque no le presta atención alguna y no ve que al menos es de los pocos que tira de orgullo. En cualquier caso, aunque no se dejara los pulmones en el campo, yo tengo claro quien es de los mios y creo que Lucas era de los que vestían de blanquiazul y de los que sienten innegablemente el escudo. Mofarse de él es mofarse de todos nosotros, porque veo evidente que lo que hace en el campo es lo que haría cualquiera de la grada si estuviera en su lugar, porque es la imagen de la impotencia y la desesperación que sentimos todos. Y debo decir que no defiendo esto porque sea Lucas, ni mucho menos, sino porque no me parece normal. Igual que no me parecieron normales otros acosos como los sufridos por Albentosa o Juan Domínguez en su día.

Quedan nueve partidos y ayer vimos a una afición que parecía querer perder el partido para poder despacharse a gusto y señalar a sus odiados. Y qué queréis que os diga, yo también espero una pronta convocatoria de elecciones y un cese fulminante de un técnico que no consiguió más en el Dépor que hacer que sus jugadores hicieran el ridículo, pero no a costa de dispararnos en el pie. En cualquier caso, felicidades: ahora sí que estamos en segunda y el estadio contribuyó ayer en su justa medida a destrozar la última bala con la inestimable ayuda de los que corrían sobre el césped. Ahora ya todo el mundo puede criticar sin miedo todo lo que quiera, porque ya no hay nada que perder. Nos vemos en segunda.

14 mar 2018

Emre Colak y el orden anárquico



Si hay un futbolista diferente en el Deportivo de Coruña ese es Emre Çolak. El turco es un jugador cuya calidad está fuera de toda duda, pero su principal problema es otro. Siempre parece desconectado de todo lo demás y su nivel de compromiso suele ser como mínimo cuestionable. No obstante, el equipo está en una situación extrema (calificativo que resulta incluso optimista) que necesita soluciones cuanto antes.

Al Dépor no le sobra fútbol, y en ese aspecto debe intentar aferrarse a algo que solvente una papeleta tan complicada como verse incapaz de tener mecanismos para hacer daño al rival en plena jornada 30. Es cierto que algunas de sus actitudes fueron indefendibles, que tiene carencias que en ocasiones cuestan sustos y que su nivel de algunos partidos no es del todo aceptable, pero si no conseguiste formar un esquema que permita crear fútbol en toda la temporada y te ves metido en una situación insostenible como la actual resulta evidente que la solución pasa por buscar a jugadores que aporten algo diferente y Çolak es el único jugador en plantilla que puede dar algo así.

Emre no es un futbolista válido para correr detrás de un balón, pero sí puede solucionar el problema de tener que resignarse a jugar así. Es capaz de tener clarividencia en el último pase, de juntar las líneas de su equipo y desordenar las del rival. Continuar haciendo lo de siempre no tiene pinta de ir a dar resultados diferentes por mucho que el entrenador defienda que lo único que falta por llegar es la victoria.

Si se apuesta por él, no obstante, hay que hacerlo creyendo en sus aptitudes. No es admisible resignarlo a la banda, donde su presencia pierde todo el sentido. Es influyendo en el centro cuando mediante la posesión de balón es capaz de permitir a sus compañeros posicionarse en lugares donde pueden resultar dañinos. Ayer hablé de Lucas y de cómo el coruñés necesita a alguien que le busque, y utilizar en ese aspecto a Emre puede ser la única baza que tiene el equipo para aprovecharse de él de manera efectiva.

Es cierto que al turco le falta regularidad, aunque sería casi utópico que la consiguiera entrando y saliendo del equipo con tanta frecuencia como lo hace. En cualquier caso, si fuese capaz de rendir al nivel de sus mejores partidos con frecuencia resulta evidente que su equipo actual no sería el Dépor. Es un futbolista diferente y capaz de decantar partidos. El nivel de cualquiera de los jugadores de arriba es exactamente igual de irregular y siguen jugando partido tras partido, con lo que no hay motivo en ese sentido para prescindir de Emre. En mi concepción del equipo, en la situación actual sólo Çolak y Lucas serían innegociables en el ataque.

El incidente de enero con Parralo a punto estuvo de llevarlo a la puerta de salida, pero finalmente se quedó en plantilla para tener un protagonismo bastante leve. Seguramente no sea un futbolista fácil de llevar y frecuentemente se vivan situaciones a su alrededor que no tienen demasiado sentido en un equipo de fútbol, pero si aún se tiene una levísima esperanza de salvación ha de pasar por recuperar al único jugador que tiene fútbol suficiente para dar criterio a un ataque inocuo. 

En resumen, no se puede tomar la irregularidad de Çolak como penalización para juzgar su capacidad. Sí, en cuanto a calidad está varios peldaños por encima del resto, pero castigar que no siempre dé ese nivel es absurdo. Hay otros jugadores que no tienen su capacidad de determinación y fluctúan tanto o más que él sin perder su lugar en el once. Es una tendencia milenaria en el fútbol la de castigar más la irregularidad de aquel que tiene mayor talento cuando simplemente lo que la hace destacar es el hecho de que cuando está bien es capaz de alcanzar un nivel que otros no consiguen, pero renunciar a la oportunidad de disfrutar de ese recurso porque no lo va a conseguir ofrecer los 90 minutos de las 38 jornadas me parece una negligencia flagrante.

Los únicos minutos realmente buenos del partido contra el Espanyol, tan alabado por Seedorf, se dieron a partir de la entrada de Emre en el campo y sólo hace falta repasarlo para ver que su incidencia fue la clave de las llegadas de los coruñeses en la última fase de la segunda parte. También es necesario recordar que todas las victorias de este equipo salvo la conseguida en el Estadio de Gran Canaria contaron con la participación de Emre. El futbolista turco aporta la única clarividencia con la que cuenta el conjunto blanquiazul en ataque y cerrarse a esa evidencia es resignarse al juego que llevamos toda la temporada viendo: una orquesta de atacantes solistas incapaz de hacer casi nada en conjunto, a la que ahora se le añadió el tan manifiestamente inefectivo recurso de los balonazos arriba de Muntari. No nos engañemos, Çolak tiene muchos defectos y quizás su presencia en el equipo también reste bastantes cosas, pero no aprovechar lo que suma en esos 90 minutos a la semana que son los que realmente importan es pedirle al descenso que llegue cuanto antes.

También puede ser que la cabeza del futbolista turco esté en otro lugar y su compromiso se desvaneciera ya por completo desde sus incidentes de enero. En ese caso hay otro futbolista que puede ofrecer prestaciones similares jugando por dentro, que es Carles Gil, pero parece que su rol con Seedorf se limita al más puro ostracismo. Quizás haya que resignarse a seguir viendo a un Dépor falto de ideas en ataque hasta final de año y esperar que en la planificación para Segunda División en la temporada que viene se consiga por fin formar un equipo equilibrado y fichar a un entrenador con los conceptos asentados.

13 mar 2018

Buscando a Lucas Pérez



Cuando el mejor Lucas Pérez brilló en Coruña tenía a Luis Alberto como el compañero que necesitaba. Se entendían a la perfección y sabían leer sus movimientos, lo que hacía que todo fuera más sencillo para el coruñés. También tenía a Victor Sánchez del Amo en el banquillo, un entrenador que si bien demostró más tarde perder el control del vesturaio, durante media temporada dio una lección de como aprovechar los recursos de los jugadores de su equipo. En esta temporada no está ninguno de los dos, y lo más grave es que no existe nadie que cumpla lo que ellos cumplían respecto al futbolista cedido por el Arsenal.

Lucas es un jugador que aporta un gran porcentaje de todo lo que sabe dar en base a sus movimientos sin balón. Rompe líneas, desubica centrales y se sabe colocar en el sitio donde más peligro puede hacer, pero este tipo de movimientos son de caracter muy efímero, sólo se encuentran cuando se buscan o cuando se tiene mucha suerte. En cuanto al juego con balón no es un inútil ni mucho menos, pero prácticamente lo único que aporta a la altura de los mejores es su definición. También tiene cierta clarividencia para encontrar al compañero en los últimos metros, pero en la actualidad no es algo que se pueda esperar de él: como delantero está en esa fase egoísta en la que sabe que necesita un gol suyo, no del compañero.

Como decía al principio, Luis Alberto buscaba a Lucas pero esta temporada nadie lo busca y está claro que el ataque del Dépor carece de un plan concreto que maximice las aptitudes de los jugadores presentes. Los futbolistas pasan el esférico cuando se quedan sin ideas, pero no como noción de conjunto sino como forma de salvar la papeleta. Es muy curioso, no es algo que se suela ver, pero entre los atacantes que suelen formar el tridente ofensivo habitual no se suele dar un fútbol combinativo definido. Suele ser un juego a trompicones, individualista y monótono. Se busca el disparo o el centro con una total despreocupación por los movimientos del compañero, no hay conciencia de grupo: "Yo llevo el balón y si lo necesito la paso al compañero. El compañero es un recurso para mí en lagar de al revés", podrían pensar los futbolistas en posesión del esférico.

En ese contexto, Lucas se encuentra maniatado. No es esta una excusa para su bajísimo nivel de esta temporada, por supuesto, pero sí una explicación a por qué no puede conseguir la confianza necesaria. Si no se explota aquello para lo que es realmente bueno, su confianza para todo lo demás ha de verse resentida. Prueba de ello es que su número de tiros esta temporada es desolador. Lleva tan sólo 20 disparos, estadística que contrasta enormemente con los 100 intentos de gol que probó en su mejor temporada con el Dépor e incluso con los 40 de su primer año en Coruña, en el que estuvo tocado casi toda la temporada y sólo disputó 21 partidos. Lucas es diferencial en el remate, y cuando vemos que su media de tiros no llega ni a uno por partido tenemos motivos para la preocupación. Alguien no está sabiendo aprovechar sus características y le está relegando a simplemente vagar por el campo.

No creo que el Dépor deba jugar para Lucas en ataque porque, para empezar, por lo visto en esta temporada no se lo merece. Pero sí creo que debe jugar siendo muy consciente de lo que puede aportar el futbolista coruñés si se buscan sus movimientos, y resulta más que evidente que eso no se está haciendo. Cuando vacías las arcas del club para traer a una estrella no debe ser uno más sobre el campo, debe buscarse la amortización de tu dinero.

Lucas llegaba como impulso anímico, pero en ningún momento logró serlo. Su habitual empuje no fue capaz de contagiar a un vestuario que año tras año se va volviendo cada vez más apático y cuyos jugadores van encerrándose cada vez más en un egoísmo impropio de lo que debería significar un equipo. Si cuando las cosas van mal en otros lugares suelen salir los capitanes a mostrar algo de orgullo, en este equipo sacan a hablar a los canteranos o sale algún jugador a simplemente recitar las consignas totalmente fuera de la realidad de un entrenador que jornada tras jornada lo ve todo de color rosa. Identificarse con esta actitud, como aficionado, resulta imposible.

En cualquier caso, estamos viviendo momentos en los que no sólo Lucas está saliendo señalado, sino que todo el equipo parece digno de tercera división cuando en mayor o menor medida todos los futbolistas demostraron en su día ser válidos para primera. Para que un futbolista no se devalúe, el primer escollo a salvar es el de los resultados. Un equipo incapaz de conseguir victorias es una bomba de relojería anímica imposibilitada para ganar confianza y, por consiguiente, rendir de forma adecuada. No recuerdo ningún equipo en el que los resultados fuesen tan lamentables como en este Dépor y en el que los jugadores de calidad no fueran cuestionados. En estos contextos sólo pueden destacar los futbolistas de lucha y brega, y en este conjunto no pasa ni siquiera eso. Sobre todo, hay que tener en cuenta que un sólo futbolista no le puede cambiar la cara a un equipo salvo que se llame Leo Messi, y que la actitud no lo es todo. Hace falta un plan, y precisamente la ausencia de uno lleva siendo tradición durante toda la temporada. Durante cuatro temporadas se escatimaron gastos en el banquillo sin tener en cuenta que es el puesto más importante de un equipo y de esa manera se depositó el barro del que proceden estos lodos.

El Valencia es un ejemplo claro de jugadores buenos que durante mucho tiempo fueron tachados de inútiles y ahora parecen volver a ser no sólo válidos, sino que se les eleva a jugadores de nivel europeo. La diferencia entre los jugadores que estaban en Valencia hace unos años siendo unos inútiles y los que permanecen ahora habiéndose convertido en grandes futbolistas no va más allá de la creación de unos ideales claros de juego asimilados por el conjunto. Marcelino cambió la cara del equipo de la única manera que se le puede cambiar la cara a un equipo: siendo un entrenador consciente de lo que ha de hacer un entrenador.

En verano se hipotecó la planificación de todo lo demás a la llegada de Lucas cuando era evidente que hacía falta un técnico en el que confiar, un portero al nivel de la categoría y un MCD puro. Es cierto que un futbolista como el coruñés nunca sobra y que su llegada, como suceso individual, sólo puede verse como algo positivo, pero también resulta evidente que todo lo que está ocurriendo viene debido a algo que aquí se hizo y que ningún director deportivo puede hacer nunca: depositr todos los huevos en una cesta y olvidarse de todo lo demás.

No podemos olvidar como muchos están olvidando que Lucas es un buen jugador que simplemente está rindiendo mal (y tapoco podemos quitarle su parte de culpa). Lo mismo que pasa con Andone, con Sidnei, con Schär y con demasiados futbolistas que están actualmente en el Deportivo. Debe hacerse un análisis muy concienzudo del por qué de la acelerada devaluación de jugadores válidos, un mal endémico en el Dépor desde hace años, para llegar a la conclusión que permita solucionar este fenómeno. Mi conclusión sobre ello es clara: hasta el mejor violinista del mundo se convertirá en mediocre si el director de orquesta le manda tocar notas al azar.

9 mar 2018

El reloj sigue corriendo




Creo que las dos principales labores que ha de realizar un entrenador son tan fáciles conceptualmente como complicadas en la práctica: hacer lo más sencilla posible la vida de sus jugadores cuando están sobre el campo y maximizar sus virtudes. Si tomamos esto como dogma y echamos la vista sobre lo que estamos viendo en la primera etapa de Clarence Seedorf en el Dépor creo que existen varias cosas que atentan de forma importante contra lo dicho.

Para comenzar, la búsqueda efectiva de automatismos es algo que suele marcar la diferencia entre ser un equipo y ser un fracaso. Aquellos equipos cuyo estilo de juego tiene pautas reconocibles (sin llegar a ser fácilmente predecibles) indican que se realizó un buen trabajo y los jugadores saben jugar al fútbol en conjunto. En el caso del Dépor de Seedorf (aunque no se puede decir que sea algo que empezara con la llegada del entrenador neerlandés, ni mucho menos) esto dista mucho de ser así. En sus 5 partidos hasta ahora se vieron cosas muy variopintas, desde la búsqueda de ganar el mediocampo y atacar de manera ordenada que se dio contra el Espanyol hasta el descarado y burdo recurso de poner a Muntari a lanzar balonazos arriba durante todo el partido en Getafe. Estos cambios de paradigma siempre van en contra del equipo, pues dejan claro que no se encontró la forma de jugar y que, una jornada más, la búsqueda de esos automatismos en el juego no puede ponerse en marcha. En cualquier caso creo que ya es demasiado tarde para el técnico de Surinam en este aspecto, pues este acoplamiento entre conjunto y estilo de juego no es algo que se pueda lograr en cuestión de días.

Por otro lado, los bandazos en cuanto a rotaciones del equipo titular en situaciones extremas siempre me parecieron una locura. La estructura básica debe ser una en la que se confíe de manera casi ciega y tocarla lo justo y necesario.  Si echamos la vista a la progresión del Alavés desde que empezó a salir del pozo se ve que Abelardo tardó un partido en encontrar su once tipo a su llegada, pero al segundo encuentro definió ya su columna vertebral y su esquema. En el mercado de invierno los fichajes y la recuperación de Laguardia le dieron más posibilidades y se volvió a amoldar rápidamente al nuevo contexto sin bandazos, lo que le permitió seguir adelante sin sobresaltos. En el caso del equipo coruñés, en tan solo 5 jornadas con Seedorf 21 futbolistas disputaron al menos un partido saliendo como titulares. Todos los futbolistas salvo Tyton, Valentín, Valle y Carles Gil tuvieron oportunidad de salir de inicio en algún encuentro, un dato que habla bastante claro sobre las vueltas bruscas de timón que está dando el equipo. Las probaturas continuadas cuando la liga se acerca a la jornada 30 suelen acabar en desastre.

Si pasamos a hablar de la maximización de virtudes de los futbolistas, me resulta imposible no echar la vista a un ámbito en el que llevamos toda la termporada viendo algo que sólo puede catalogarse de esperpéntico: Lucas Pérez es el lanzador de córners de un equipo que necesita gol como el comer y en el que (bache de nivel aparte) es su mejor rematador. Quizás Lucas no sea un cabeceador nato y su capacidad goleadora se fundamente más en otras habilidades, pero tampoco es un buen lanzador y no tiene sentido renunciar a tener a un goleador cerca de la portería en un contexto de peligro si no aporta una precisión milimétrica en el saque. Tampoco se está encontrando la manera de hacer que los jugadores de ataque, la principal baza que debería utilizar el Dépor para hacerse fuerte, se complementen de manera útil. Los balones que llegan a los futbolistas de arriba suelen acabar en alguien haciendo la guerra por su cuenta y eso no es admisible cuando tienes a futbolistas que dan un salto cualitativo respecto al resto del equipo.

Seedorf lleva todas sus jornadas en el cargo desbordando una optimismo que nadie más en A Coruña tiene y apelando a que todavía hay tiempo. No obstante, el tiempo es efímero y más todavía cuando juega contra ti. La recámara se está quedando sin balas y hoy ante el Girona no vale nada que no sea una victoria. Todo el crédito se irá por la borda si no se suma de tres esta jornada.

23 feb 2018

Un análisis estadístico-futbolístico de la temporada del Dépor



Esta temporada, junto con la del último descenso, es de manera indiscutible la peor de todas las disputadas por el Dépor en las últimas dos décadas y media. Se está viendo a un equipo que no ofrece esperanza, no deja ver muestras de mejora y no es capaz de sacar victorias de hace meses, pero sobre todo se ve a un equipo que desconcierta a propios y extraños. Si uno echa un vistazo a la plantilla puede verse que no está compensada, pero lo cierto es que existen nombres (aunque el rendimiento diga lo contrario) para hacer algo más que ser simples comparsas. En este contexto de desconcierto quizás sea útil hacer un análisis de los fríos números para ayudar a sacar conclusiones, siempre tomadas en cuenta desde una aproximación cauta y sabiendo que la estadística es tan poderosa si se usa adecuadamente como engañosa si se entrega todo a ella, y así buscar explicaciones lógicas a lo que estamos viendo. Se expondrá el tema primero de línea a línea y se pasará más tarde al contexto global:

PORTERÍA

Sin duda es el puesto que más quebraderos de cabeza lleva dando al equipo no sólo esta temporada, sino que se convirtió en un problema endémico desde la marcha de Fabricio. Si observamos las estadísticas del portero titular del conjunto deportivista, Rubén Martínez, lo único que se puede concluir es que a nivel numérico estamos ante el peor guardameta titular de la categoría. En el caso de un portero, el dato del ratio de goles encajados por disparo a puerta es quizás el dato que más relevancia tenga a la hora de valorar a un arquero lo más objetivamente posible, pues es cierto que hay defensas que dejan rematar más cómodamente a los rivales que otras, pero por lo general la mayoría de disparos que van a puerta llevan un mínimo peligro y exigen habilidad para ser detenidos. Si observamos la gráfica que expone estos datos frente al número de partidos jugados vemos que Rubén tiene el peor ratio de todos los porteros de la máxima categoría del fútbol español (se excluye al Villarreal, pues su portero titular jugó apenas 10 partidos como titular y su media no sería tan representativa como la de sus competidores:

La gráfica muestra los disparos a puerta recibidos por los porteros en esta Liga frente al ratio de goles recibidos por disparo a puerta

Vemos que una herramienta tan simple como una gráfica permite dar una útil visión del panorama, separando a los muy buenos (Oblak y ter Stegen) los buenos (principalmente Guaita), los porteros en la media y los que están por debajo del nivel medio de la categoría, siendo el peor parado por sus números el guardamenta deportivista.

Si vamos más allá y queremos estudiar más valores estadísticos, podemos buscar el porcentaje de balones parados o el número de goles encajados por partido, datos que tampoco resultan nada halagüeños para el conjunto blanquiazul:

A la izquierda, porcentaje de paradas frente a disparos a puerta recibidos. A la derecha, goles encajados por partido jugado
Si buscamos dar una vuelta de tuerca y hacemos la comparativa entre los porteros del propio Dépor, el resultado es muy curioso y encontramos que (si tenemos en cuenta todos los partidos de liga jugados por Tyton en su estancia en el Dépor y no sólo el jugado esta temporada para hacer que sus datos sean más significativos) el ratio de goles encajados por disparo empeora de manera casi perfectamente exponencial desde los datos del portero con mejores números - un Francis que, por otra parte, sólo jugó dos encuentros que no resultan demasiado determinantes para juzgarlo - hasta el peor, que no es otro que el titular Rubén:

En la gráfica se ve un empeoramiento exponencial en el ratio de goles recibidos por disparo a puerta teniendo en cuenta los datos para los porteros que jugaron en el Dépor esta temporada

Las  conclusiones estadísticas, por tanto, son bastante claras y dejan a Rubén como la peor opción no sólo entre los titulares de la categoría, sino también entre las opciones utilizadas en su propio equipo. Mala temporada para el portero gallego en cuanto a sensaciones, que son refrendadas por los números.

Teniendo todo lo expuesto en cuenta, las conclusiones se pueden sacar en base a ellas en un primer momento y en base a lo futbolístico posteriormente se exponen a continuación:

  • ¿Qué dicen las estadísticas? 
 A la vista de las gráficas, no cabe duda de que la elección para la portería no es acertada y que las peticiones de Mel a principios de temporada estaban más que justificadas. No se invirtió en un portero de nivel para primera división y el equipo lo está pagando con unos números que resultan ser más que mejorables.
  •  ¿Qué dice el fútbol?
 Desgraciadamente, no se puede decir que las sensaciones a nivel de campo sean diferentes a las arrojadas por el análisis estadístico. El Dépor tiene un problema claro en la portería que costó puntos en más partidos de los que son aceptables en esta categoría y es evidente que algo tiene que cambiar. La llegada de Pantilimon en verano (si bien sus datos se vieron considerablemente buenos en comparación con el resto) fue una muestra de que lo barato sale caro y el experimento con un Koval que todavía ni debutó y no parece estar cerca de hacerlo muestran una gestión negligente de esta parcela que podría acabar siendo uno de los motivos de más peso a la hora de acabar llevando al equipo al descenso.
DEFENSA
La línea defensiva está siendo también uno de los grandes problemas del equipo, pues está claro que la mayor parte de la culpa de llevar 53 goles encajados en 24 partidos jugados no se puede achacar sólo al portero. El entramado defensivo blanquiazul es endeble y lleno de carencias, despistes e incluso podría decirse que falta de picardía en algunos momentos.

El gran problema del Dépor está en los goles encajados. Los goles marcados están dentro de una media decente, pero son los goles en contra los que condenan al equipo al pozo. Si se representa para cada jugador el ratio de goles encajados por minuto que está sobre el césped podemos sacar algunas conclusiones:

Goles encajados por el Dépor por minuto en que el jugador está en el campo

El Dépor es un equipo en el que la salida de balón resulta también muy problemática. Si analizamos el acierto en los pases de la línea defensiva podemos encontrar dónde puede estar el problema:


Representación del porcentaje de acierto en el pase frente a los pases realizados por los defensas del Dépor

Otro factor clave del desempeño defensivo son las recuperaciones, cuyo ratio por minuto para la línea defensiva se deja ver en la siguiente representación:


Recuperaciones conseguidas por minuto jugado para los defensas del Dépor

Y las intercepciones de pases por minutos disputado también deben tenerse en cuenta para una valoración completa de tareas defensivas:

Estadísticas de pases cortados por minuto


Por otro lado, las entradas con éxito se pueden normalizar a las entradas totales o a los minutos jugados, representándose ambas estadísticas a continuación:

Entradas logradas con éxito normalizadas a entradas intentadas totales

Entradas con éxito normalizadas a minutos jugados

Teniendo en cuenta lo desprotegida que suele estar la portería, echar un vistazo a quienes son los defensas que más ratio de bloqueos por minuto tienen también puede ser interesante:

Tiros bloqueados por minuto de juego disputado
Del Dépor suele decirse que es un equipo blando en defensa, y una nueva estadística nos da cuenta de las faltas realizadas por sus integrantes:

Faltas realizadas por minuto

 Para el caso particular de los centrales, una estadística interesante es la de balones aéreos ganados, que nuevamente se puede normalizar a su total o a los minutos jugados:

Duelos aéreos ganados frente a duelos aéreos disputados


Duelos aéreos ganados por minuto disputado


Y la capacidad defensiva de los laterales puede medirse burdamente mediante los centros realizados por minuto:

Centros realizados por minuto para los laterales del Dépor


Expuestos ya todos los datos, podemos pasar ya a un análisis de los mismos, como antes primero sin entrar en mayor debate que lo que establecen las matemáticas y pasando después a un debate más futbolístico del tema.


  • ¿Qué dicen las estadísticas?
 Vemos que el Dépor tiene centrales de estilos bastante variopintos, lo que es un factor que debería ser aprovechado. Sidnei se impone como un valor innegociable convirtiéndose en un baluarte tanto en distribución de balón (sus estadísticas de pases son muy altas) como en las recuperaciones además de conseguir hacer muy pocas faltas. Es el defensa más completo, y por ello su presencia en el equipo debería ser innegociable. Schär, por su parte, mostró un talento muy superior al resto para ir al corte, para ganar duelos aéreos y en la realización de entradas exitosas. Albentosa dista mucho de ser un gran recuperador y sus estadísticas en el pase son muy flojas, pero su ratio de goles por minuto jugado es el mejor de los centrales, con lo que a pesar de lo discutido que está puede llevar a pensar que aporta cosas correctas al esquema. Por último, los números de Bóveda son muy fluctuantes debido a los pocos partidos disputados, pero su desempeño tenderá con el tiempo a ser más parecido al de Albentosa que el del resto de centrales.
 
En cuanto a los laterales, el desempeño ofensivo de Juanfran está fuera de toda duda con su número de centros, aunque el porcentaje de ellos que resultan exitosos es ínfimo. Luisinho llega menos, pero sus centros tienen mayor efectividad. Navarro, por su lado, tiende más a guardar la posición en defensa siendo menos impetuoso que su competidor por el puesto Luisinho, que cuenta con un porcentaje de faltas  mucho más alto que los otros dos defensas de banda, pero también es mucho más efectivo en sus entradas. Juanfran destaca interceptando pases y recuperando balones, pero no tiene estadísticas de pase demasiado optimistas, como también pasa con Luisinho y Navarro
 
 
  •  ¿Qué dice el fútbol?
 
El estudio estadístico muestra que Sidnei y Schär ofrecen rendimientos numéricos importantes, pero lo cierto es que el análisis de los resultados no es tan halagüeño. La defensa nunca se conjuntó en línea de 4 cuando estos dos centrales se alinearon juntos porque, si bien tienen muchas virtudes, también tienen carencias que no casan bien entre ellos y que se extienden con la disposición habitual de la línea de mediocentros. Si bien las estadísticas parecen complementarse entre el suizo y el brasileño, lo cierto es que algo falta. La solución más evidente pasa por ver que este sistema defensivo necesita una protección extra, y una línea de tres centrales parece lo más coherente. Albentosa supo rendir siempre en defensa de 5, al jugar más compactados con compañeros que compensan sus carencias evitándole tener que abarcar mucho terreno o correr hacia atrás.
 
En cuanto a los laterales, es inevitable pensar que tener tres futbolistas en el centro de la zaga puede ser también beneficioso. Con la proyección ofensiva de los dos jugadores titulares (que además suelen carecer de ayudas efectivas por parte de sus extremos), tener más gente quedándose atrás puede ayudar de manera vital a evitar las autopistas que suelen formarse especialmente por banda derecha y que suelen ser fatales para los intereses deportivistas al dejar el entramado defensivo peleando en inferioridad de condiciones. Una defensa formada por Juanfran-Schär-Albentosa-Sidnei- Luisinho parece la opción, a priori, más acertada teniendo en cuenta la globalidad de la estadística y los criterios futbolísticos.

MEDIOCENTROS

Es más que sabido que el centro del campo del Dépor tiene carencias importantes, debido principalmente a tener jugadores de corte muy similar y a que el único que difiere del estilo del resto (Valverde) no tuvo protagonismo significativo esta temporada. Algunas estadísticas pueden ayudarnos a ver cómo se puede valorar el desempeño habitual. Debido a que el de mediocentro defensivo es un puesto que lleva todo el curso siendo motivo de debate y disgusto, comenzar por el desempeño defensivo de los jugadores es una primera aproximación necesaria. En cuanto a recuperaciones, los números indican que se tienen a jugadores con diferentes capacidades para este aspecto:


 

Recuperaciones de balón por minuto jugado para los mediocentros del Deportivo
En el contexto de las entradas, tenemos dos datos importantes, la normalización a entradas totales y a minutos jugados:

Entradas buenas normalizadas al número total de entradas realizadas


Entradas exitosas normalizadas a minutos jugados
Comenzando con la construcción de juego tras robo, es útil echar un vistazo a los pasadores más fiables:
Porcentaje de acierto en el pase frente a pases totales realizados

 Y para valorar la llegada a área rival, los disparos nos permiten ver cuestiones interesantes:
Tiros a puerta por minuto


Tiros a puerta normalizados a tiros intentados
¿Quienes son los mejores creadores de pases clave entre los jugadores del centro del campo? Aquí se representan:
Pases clave por minuto

En los aspectos negativos, ver quién es el jugador más y menos fiable a la hora de perder el balón también tiene un peso innegable:
Balones perdidos por minuto

Por último, se representa la comparativa de regates con éxito:
Regates con éxito frente a regates intentados


  • ¿Qué dicen las estadísticas?
El aspecto defensivo del mediocampo del Dépor es un quebradero de cabeza importante, y en este contexto Guilherme parece tener los números más destacables. No es tan bueno en las entradas como Mosquera, pero recupera significativamente más y pierde muchos menos balones que sus compañeros además de tener unas estadísticas de pase mucho mejores que el resto (salvo Krohn). Por otro lado, Borges se establece en cuanto a sus números como el jugador con presencia en más fases, pues es un llegador con un ratio de tiros por partido muy importante y que a pesar de no ser un gran pasador sí suele saber irse de su marca de manera efectiva - buenas estadísticas de regate - y no pierde demasiadas balones como sí hacen Mosquera y Valverde. El uruguayo, por su parte, se establece como el más determinante por su capacidad para ofrecer pases clave muy superior a la del resto, pero su tendencia a la pérdida del balón es un handicap importante. Mosquera, por su parte, destaca en entradas exitosas, pero sus estadísticas de regate, pérdidas y acierto en el pase son excesivamente flojas.


En definitiva, Guilherme se establece como el jugador más equilibrado en cuanto a estadísticas y Borges como el presente en más fases del juego, pues rinde bien en números tanto en ataque como en defensa. Las estadísticas en el pase arrojan resultados preocupantes, pues salvo Guilherme y Krohn-Dehli, los restantes mediocentros tienen estadísticas por debajo de la media.
 
 
  •  ¿Qué dice el fútbol?
 
Las estadísticas de Guilherme son muy positivas, pero su presencia en el campo, no obstante, suele restar más de lo que suma. Esto es debido a que su utilización en el medio defensivo no es la ideal, pues no sabe jugar en esa posición ya que tácticamente no tiene esa noción que le permita ser un tapón efectivo para una defensa ya renqueante. Recupera mucho, pero también es cierto que muchas de esas recuperaciones son fuera del área crítica, y es un buen pasador pero en la salida de balón no suele ofrecer soluciones. Creo que es un buen jugador pero un mal medio defensivo y una entrada exitosa de Muntari en el equipo deportivista tras su fichaje sería la clave para tener alguna opción. 
 
Borges es un mediocentro muy cumplidor que rinde satisfactoriamente en prácticamente todo y muy bien en algunos aspectos (llegada, principalmente) , con lo que tampoco renunciaría a él. Por otro lado, a la vista de los números de Mosquera y Krohn-Dehli renunciaría a darles un papel relevante a priori, pues si bien las estadísticas del pase del danés son interesantes la visión de sus partidos denotó que sus combinaciones suelen ser intrascendentes. Por último, Valverde es un futbolista que ofrece cosas interesantes y debe jugar más de lo que lo hace para conseguir ventajas en ataque, pero no tengo claro que la titularidad sea su lugar. Con cinco defensas, un mediocampo formado por dos (esta opción sólo la plantearía si Muntari consigue rendir) o tres hombres serían opciones válidas. Si Muntari está a buen nivel, quizás un doble pivote formado por el futbolista ghanes junto a Guilherme ofreciendo su capacidad para la combinación y su destrucción de juego en la zona cercana al cento del campo o junto a un Borges cuya llegada es siempre bien recibida puede ser una opción clara. Si Muntari no está bien, visto que ninguna opción de las usadas como medio defensivo funcionó hasta ahora, la única vía que puedo llegar a contemplar sería un trivote, quizás con Guilherme-Borges-Valverde, aunque si se prueba la defensa de 5 podría ser que también se minimizaran los problemas de Guilherme jugando en el rol de MCD y pueda ser posible un doble pivote formado por él y Borges a pesar de no haber funcionado hasta ahora.

MEDIAPUNTAS

El ataque es la línea que más alegrías prometía a principios de temporada, pero contagiados por el mal rendimiento atrás tampoco están consiguiendo brillar adecuadamente. Hay calidad, pero no se consigue materializar en goles. 

Los apoyos defensivos de la línea de mediapuntas (sobre todo en el caso de los extremos) es un detalle importante. Si echamos un vistazo a las estadísticas de recuperaciones podemos ver cómo ayudan los jugadores de esta línea a los compañeros de atrás:


Recuperaciones realizadas por minuto jugado


Comenzando a analizar las estadísticas más importantes de este tipo de futbolistas, las ofensivas, se presenta un gráfico con el acierto de los pases:


Porcentaje de acierto en el pase frente a pases totales intentados


En cuanto a faltas recibidas por minuto, algo que puede dejarnos ver la capacidad del futbolista para proteger el balón, vemos lo siguiente:


Faltas recibidas normalizadas al número de minutos jugador

Importante también para saber cómo protege el jugador la posesión para el equipo está cuando vemos el números de pérdidas:

Número de pérdidas por minuto

Imperioso para juzgar a una línea de mediapuntas es tener en cuenta sus asistencias, donde el equipo se desempeña de forma muy variopinta:

Asistencias por minuto de los futbolistas de la línea de mediapuntas
Y los pases clave, esos que hacen que pasen cosas, tienen un líder indiscutible en el Dépor que no debería sorprender a nadie:

Pases clave por minuto

También es importante tener mediapuntas capaces de dar la vuelta a una jugada con un regate, por lo que la representación también es significativa:



Por último, ver la capacidad de adecuar los disparos entre los tres palos también tiene peso estadístico:


Tiros a puerta normalizados a tiros totales

  • ¿Qué dicen las estadísticas?
Se ve a un Fede Cartabia innegociable cuando la defensa flaquea, pues es el jugador más incansable a la hora de ofrecer apoyos a los laterales y presionar, algo que se ve perfectamente en sus excelentes estadísticas de recuperaciones. En cuanto a Adrián, su estadística en este aspecto es muy negativa, lo que no habla demasiado bien de la efectividad de sus ayudas. También resulta preocupante la estadística de pases del jugador asturiano, pues su flojo porcentaje de acierto está muy por debajo del esperable en un futbolista de su categoría.
 
Las estadísticas de faltas recibidas tampoco dejan del todo bien a Adrián López, dando razones para pensar que quizás su capacidad para proteger la posesión del balón no es tan buena como, por ejemplo, la de un Cartabia que recibe muchas infracciones a favor de su equipo. No obstante, esto se ve que es una impresión algo errónea, pues si vemos las estadísticas de pérdidas Adrián es el mejor de todos sus homólogos en contraste con los flojísimos números de Cartabia. Estos dos jugadores vuelven a ser la noche y el día en asistencias, pues Adrián consigue una buena media por minuto mientras que Cartabia tiene números pobres. No obstante, tienen números de pases clave casi análogos, mientras que Carles Gil y Colak tienen la hegemonía clara en este aspecto.
 
Cartabia se muestra también como un regateador exitoso, mientras que Carles Gil es un futbolista que no suele intentarlo. En cuanto a la habilidad de disparo, Colak no prueba demasiado, pero su precisión es buena. Bakkali suele probar, pero su punto de mira parece bastante desviado. Adrián y Cartabia, en la media en este aspecto.
 
En resumen vemos que todos los futbolistas tienen cosas determinantes que aportar salvo un Bakkali que en lo que atañe simplemente a números no parece aportar realmente nada destacable.
 
  •  ¿Qué dice el fútbol?
 
Las estadísticas de recuperaciones muestran lo que se ve en el campo habitualmente, con un Cartabia que suele hacer que su compañero defensivo de banda sufra menos y un Adrián que si bien es un lujo técnico y un jugador de calidad innegable, suele provocar que quien tenga por detrás sufra más de lo debido, algo que pasa de la misma manera con Carles Gil. No obstante, Gil tiene unas sobresalientes estadísticas de pase que comparte en mayor o menor medida con sus compañeros de línea salvo con un Adrián que suele arriesgar en el pase y debido a eso pierde demasiado la posesión.

Adrián, no obstante, tiene algo a destacar, y son sus pocas pérdidas de balón. Esto se entiende, sumado a las pocas faltas que recibe, conociendo su estilo de juego y sabiendo que tiende a jugar rápido y tener muy poco tiempo el balón en sus pies en favor de otorgar dinamismo al ataque. Por su parte, Cartabia es su antítesis y recibe muchas faltas debido a que tiene a amarrar demasiado la pelota, provocando también muchas pérdidas para su equipo. Los números de asistencias son muy interesantes debido a que muestran dos jugadores muy diferentes en el mejor y peor puesto: Cartabia siempre tiende a tirar o buscar la jugada personal cuando llega a los últimos metros, lo que hace que sus datos de esta estadística son muy bajos, mientras que Adrián es un futbolista de mirada más horizontal que prefiere el último pase que la definición.

Adrián es un jugador que ayuda mucho a crear peligro en los últimos metros y que hace mejores a los futbolistas ahí. No obstante sus carencias a la hora de ayudar a su lateral hacen que en mi opinión sea más prudente usarlo de mediapunta central que como extremo, aunque caído a banda sabe influir de manera bastante importante. Colak debería jugar con mucha frecuencia por su capacidad para desatascar partidos, pero quizás sea un jugador más para reservar para las segundas partes que para disputar los 90 minutos y Cartabia es un extremo que debería usarse siempre que la defensa pueda verse superada y cuando los laterales rivales sean malos marcadores. Cuando existe un marcador más hábil quizás pueda ser más acertado recurrir a otras variantes. A pesar de que las estadísticas de Bakkali digan cosas malas de él, no puede decirse que no aporte cosas en lo futbolístico y el encuentro contra el Alavés dejó ver que puede ser importante según el contexto, pero la titularidad posiblemente le venga grande. Como revulsivo, el belga puede ser capaz de aportar según contextos.

Teniendo en cuenta todo lo visto, y suponiendo usar dos mediocentros, quizás la línea de mediapuntas titular más interesante pueda ser la formada por Gil-Adrián-Cartabia con el asturiano en el centro, teniendo a Colak como jugador indispensable en las segundas partes para desatascar encuentros.

DELANTEROS

Voy a considerar a Lucas en esta posición porque creo que es donde más puede aportar a este Dépor. Está perdiéndose bastante cuando juega por detrás debido a que sus grandes virtudes las muestra cerca del área. Para este último estudio posicional, por dar mayor significancia y no limitarse a dos futbolistas, se utilizarán jugadores de otros equipos para dar una imagen de su nivel dentro de la liga. Para comenzar, se hace un ratio de goles marcados por disparo en comparativa con los principales goleadores de la mayoría de equipos de la categoría:
Goles marcados por disparo

Y a partir de ahora se toma una selección de delanteros titulares de nivel variopinto de diferentes equipos de la competición para continuar la comparación. Para empezar, se verá el talento combinativo:

Porcentaje de acierto en el pase frente a pases intentados
Importante también ver cómo contribuyen a la presión sobre el rival cuando se pierde la posesión:

Recuperaciones por minuto frente a minutos jugados

Tampoco está de más ver cuántas faltas reciben los delanteros del equipo deportivista en comparación a otros jugadores de la categoría:
Faltas recibidas por minuto de juego
Y las pérdidas de posesión también son un factor importante:

Pérdidas de posesión por minuto jugado

Ver los regates conseguidos también da una noción de a qué tipo de delanteros nos enfrentamos:

Regates realizados normalizados a los intentados totales

Antes de ver las estadísticas goleadoras, los pases clave y las asistencias tienen que aparecer también:

Pases clave por minuto jugado

Asistencias por minuto
Por último, los goles por minuto. En la segunda gráfica se obvian los goles de penalti:


Goles anotados por minuto de juego

Goles anotados por minuto de juego (sin contar penaltis)

  • ¿Qué dicen las estadísticas?
Las estadísticas de goles por disparo de Lucas están por encima de la media de los mejores de la categoría, pero también es cierto que tira muy poco.  Andone se mantiene en la media, pero teniendo en cuanta que en esa gráfica se utiliza a los mejores goleadores de la liga puede decirse que es un buen dato.
 
En cuanto al juego de combinación, Andone pasa poco y mal mientras que Lucas tiene unas estadísticas muy aceptables. Ninguno de los dos tiene una sobresaliente contribución a la presión en forma de robos, pero son intensos y nunca es fácil superarlos. Andone pierde muchos balones, mientras que Lucas tiene buenos números en ese aspecto. Ninguno de los dos está siendo un gran regateador este año, pero Lucas está consiguiendo un gran número de pases clave. Por su parte, Andone destaca en goles por minuto, especialmente teniendo en cuenta que no es quien lanza los penaltis.
 
  •  ¿Qué dice el fútbol?
El fútbol nos dice que la temporada de Lucas no está siendo buena, pero hay que mirar también un poco más allá de la individualidad y buscar un contexto colectivo a este fenómeno. Sabemos perfectamente que el coruñés es un buen jugador, pero este año no está encontrando su juego y tampoco lo están sabiendo buscar sus compañeros. El mejor nivel de Lucas en el equipo blanquiazul se vio junto a Luis Alberto, un compañero ideal para su manera de atacar. Los desmarques del '7' suelen seguir siendo este año muy buenos y capaces de romper líneas, pero a diferencia de un Luis Alberto que siempre buscaba sus movimientos, esta temporada vemos jugadores que no casan adecuadamente con él y suelen perderse muchos movimientos de gran utilidad. Cartabia y Bakkali suelen tener tomas de decisiones bastante deficientes en los últimos metros, Andone tiene la cabeza más ocupada con la portería que con sus compañeros y quizás sean Adrián y Colak los únicos que sepan sacar partido de los movimientos del coruñés, pero el turco no suele jugar demasiado junto a él. Estoy convencido de que Lucas debe ser importante en este Dépor, pero ha de tener claro que su sitio es cercano al área, donde sabe romper líneas con sus movimientos, y no tratar de influir desde atrás porque ahí no es donde sabe ser diferencial.

No es tolerable que un jugador con tan buenos números en el ratio goles/disparo como el que tiene Lucas no remate más (sólo 15 disparos en todo el año), y más cuando el equipo necesita mucho gol para compensar todos los tantos que encaja. Las estadísticas de pase dictan que Andone debe limitarse al juego de área y de remate, mientras que Lucas puede permitirse combinar más, aunque lo expuesto anteriormente también dice que resulta más interesante su juego sin balón que con él y lo más cercano posible a los últimos metros. Las cifras de pérdidas también defienden esta idea de que Andone ha de dedicarse sobre todo al remate, pues el rumano pierde un gran número de balones.
 
Creo que pueden jugar juntos, pero siempre que lo hagan como doble punta en lugar de relegar a Lucas a la línea de mediapuntas. Son bastante complementarios como delanteros, pero atrasar excesivamente al coruñés siempre será un error, pues es en el área y alrededores cercanos donde se magnifica. Además, buscar acercarle a futbolistas que mejor aprovechen sus movimientos sería importante para que vuelva su mejor versión y la grada se olvide de sus malos momentos. 
 
GLOBALES
 
Hay algunas representaciones que se pueden hacer en las que todas las líneas pueden estar presente. Por ejemplo, ¿qué tal lo hacen al salir de revulsivo? Se representan los puntos ganados por partido en que el futbolista salió desde el banquillo y disputó al menos 10 minutos y menos de 45:

Puntos ganados por partido en encuentros en los que el futbolista salió de revulsivo

Navarro lidera esta clasificación, aunque también es cierto que suele sacársele para defender resultados y además el partido en Riazor contra el Levante lo vio entrar con un 2-0 y finalmente acabó en 2-2.

Los puntos conseguidos por partido jugado (tomando sólo aquellos en los que el futbolista jugó al menos una parte entera) también son curiosos:

 
Esta representación dan la sorprendente imagen de que el ya no presente Pantilimon es con diferencia el futbolista que más puntos otorgó al equipo, con Çolak y Valverde en puestos destacados. Albentosa, Adrián, Mosquera y Rubén salen los peor parados.

ALINEACIONES PROPUESTAS

Un análisis del fútbol y la estadística me lleva a proponer dos formaciones posibles para abordar el tan complicado intento de permanencia en esta difícil temporada. La primera, mi preferida, utiliza tres centrales y doble pivote. Para la portería tomo la elección de Koval porque al menos todavía es incógnita y es jugador del primer equipo, pero cualquiera de los porteros del filial me parecería también una opción más adecuada que Rubén:


En una se utiliza doble pivote y en la otra trivote. La presencia de dos laterales muy profundos hace que los extremos puedan ser negociables en ciertos contextos y pueda utilizarse la alineación de la derecha, donde la tendencia tanto de Lucas como de Andone a caer a banda puede ser una ventaja cuando no hay extremos ocupando esta parcela, pues da mayor margen de maniobra y las llegadas de Borges y la presencia de Adrián pueden complementar perfectamente esos movimientos.