Futbol instantaneo (XV): Alegrar a un país
Por Rubén Pedreira
Brandi Chastain se convirtió en heroína de su país al convertir el penalty decisivo en una final contra China delante de su público.
'Alegrar a un país'
La edición de 1999 fue la tercera de la historia del mundial de fútbol femenino, habiendo sido inaugurada esta competición en 1991 con Estados Unidos como selección campeona. Tras no haber conseguido llegar a la final en la cita de 1995, la selección americana se presentaba aquel año con más ganas todavía de levantar de nuevo el trofeo y convertirse en las primeras en reeditar el campeonato en este torneo.
El fútbol femenino en EEUU no era profesional por aquel entonces (la Women's United Soccer Asociation no se creó hasta el 2000, siendo la primera liga femenina del país en la que se estableció el profesionalismo) y todas las jugadoras de la selección participaban en ligas universitarias que, en cualquier caso, ofrecían uno de los mejores niveles a nivel mundial en la disciplina. De este modo, grandes leyendas del fútbol femenino norteamericano como Carla Overbeck o Mia Hamm llegaban a este mundial sin haber conseguido nunca tener un contrato profesional dentro del fútbol.
Estados Unidos era además el país anfitrión aquel año y mostró desde el primer momento una gran superioridad. Ganaron todos los partidos de la fase de grupos concediendo sólo un gol, y en las eliminatorias solo Alemania les planteó problemas. Con esta carta de presentación llegaban a la final ante una también poderosa selección de China que tenía capacidad para aguarles la fiesta en casa lideradas por una de las mejores jugadoras de la historia, Sun Wen.
Disputada ante más de 90.000 personas en el Rose Bowl Stadium de Pasadena, la final fue un encuentro trabado y sin demasiadas ocasiones, en el que ambos conjuntos parecían tener más miedo de encajar goles que ganas de marcarlos. Esto provocó que se llegara al final del tiempo reglamentario con 0-0, y la prórroga tampoco sirvió para dilucidar a las ganadoras: habría tanda de penaltis.
En los lanzamientos desde 11 metros, las cosas comenzaron muy igualadas. Los cuatro primeros lanzamientos entraron en la portería, estableciendo un 2-2 que daba todavía mayor incertidumbre sobre quien ganaría. No fue hasta que Liu Ying erró el tercer penalti de la selección china cuando se empezó a entrever confianza en las estadounidenses y nerviosismo en el lado asiático. En cualquier caso, nadie más había errado su pena máxima hasta que Brandi Chastain, defensora de EEUU se encaminó al punto de penalti para lanzar el decisivo. Ante ella, Gao Hong defendía la portería sabiendo que debía pararlo sí o sí, pero la lanzadora disparó un tiro colocado que la arquera china no pudo ni siquiera rozar, llevando a las suyas a la victoria delante de su público.
Chastain fue así una de esas pocas elegidas para experimentar la sensación de ser el motivo de la alegría de todo su país por una acción propia haciéndolo además delante de su público. Esta victoria fue además clave para dar mayor visivilidad al fútbol femenino y un impulso importantísimo para poner en marcha las competiciones profesionales que sobrevinieron un año después en el país norteamericano.
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