18 mar 2012

Los cracks que nos perdimos (III): Ronaldinho Gaúcho


Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

Llegó a ser el mejor del mundo, pero sin duda me parece uno de los mayores (si no el mayor) casos de futbolistas que pudieron llegar a mucho más. Hoy el el turno de Ronaldinho Gaúcho.

  • Ronaldinho, el talento que levantó al mundo   

    Hubo un día en el que en Brasil apareció un chaval que apenas era mayor de edad y ya levantaba los aplausos de los más veteranos. En su infancia había demostrado que en sus botas había un potencial que podría convertirse en oro, pero no fue hasta que empezó a destacar con el primer equipo del Grêmio de Porto Alegre cuando se confirmó que su talento podía llevarle a ser un jugador inmenso. El Mundial sub-17 de Egipto lo había consagrado como una de las mayores promesas del fútbol mundial y ya en su segunda temporada como profesional fue llamado a la canarinha por Vanderlei Luxemburgo para debutar en un amistoso previo a la Copa América de 1999, convenciendo al seleccionador para que lo convocase para la gran competición sudamericana y pocos días después para la Copa Confederaciones del mismo año, donde marcó en todos los partidos menos en la final, en la que Brasil perdió ante México. A pesar de la derrota, Ronaldinho consiguió el Balón de Oro y la Bota de Oro del torneo, lo que hizo que los clubes europeos soñasen con su contratación, ya que a sus éxitos internacionales se unía su buen hacer con Grêmio, dónde era la estrella indiscutible a pesar de que apenas llegaba a la veintena.

    El equipo más decidido a la hora de hacerse con sus servicios fue el PSG, que se lo llevó por 5 millones de euros, ofreciéndole un contrato por 5 años. Aunque empezó sin conseguir ganarse del todo la titularidad (Luis Fernández, su entrenador por aquel entonces, decía que estaba demasiado pendiente de la noche parisina), su segundo tramo de temporada fue impresionante y le valió para ser convocado por Scolari para jugar su primer Mundial, en Corea y Japón, formando una 'triple R' envidiable junto a Rivaldo y Ronaldo y marcando un gol de cine a David Seaman que el portero inglés todavía recordará.

    Su buena actuación veraniega hizo que su caché subiese como la espuma, y en la siguiente temporada consiguió ser el nuevo número 10 del PSG, número heredado del mítico Jay-Jay Okocha. Su segunda y última temporada en París no fue tan impresionante como la primera, pero aún así sus actuaciones lo elevaban al nivel de crack, haciendo que en 2003 existiese una severa pugna entre equipos de primer nivel (entre los que destacaba la lucha entre Real Madrid y Barcelona) por hacerse con sus servicios. Finalmente, y tras meses de negociaciones, Laporta y Rosell consiguieron convencerlo y lo unieron a su proyecto como nueva estrella culé

    En su nueva etapa debutó con gol en un amistoso veraniego ante el Milán, pero una lesión lo apartó del equipo durante el primer tramo de campaña, regresando para ayudar de forma valiosa al equipo de Frank Rijkaard a terminar en segunda posición la campaña 03/04. Para los más jóvenes y despistados, que estarán pensando, aplicando la lógica reciente, que aquella liga la ganó el Real Madrid, cabe destacar que el campeón aquel año fue el Valencia, y que el equipo merengue acabó 4º por detrás del Deportivo.

    Ya en la 04/05, Ronaldinho fue el líder que llevó al Barcelona a ganar el título de Liga, algo que le hizo ganar el FIFA World Player en 2004 y revalidarlo en 2005. El brasileño empezaba a ser un habitual ganador de premios individuales que lo coronaban como el mejor futbolista del mundo (ganó un balón de oro en 2005) y estaba en el mejor momento de su carrera. Su temporada inolvidable llegó en la 05/06, en la que el equipo de Rijkaard consiguió tres títulos, la Supercopa, la Liga y la Champions, con Ronaldinho (que ese año llegó a  ser aplaudido en el Bernabeu) y Eto'o en su mejor momento, aunque también fue el principio del fin del momento dulce de esa etapa dorada del club. En la siguiente campaña empezaron a aparecer rasgos de que algo empezaba a fallar en el engranaje del ataque culé. Su nivel seguía siendo considerable, pero no llegaba a deslumbrar tanto como anteriormente, aunque terminó como máximo goleador del equipo. Además, tuvo algunos problemas con su compañero Samuel Eto'o.

    El ocaso del idilio del jugador de Porto Alegre con el éxito llegó en su última campaña en Barcelona, la 07/08. Su forma física se deterioraba de manera preocupante, y su vida extradeportiva parecía ser más importante para él que lo que ocurría dentro del campo. Henry le quitó el puesto y su futuro parecía estar muy lejos del Camp Nou. El fin de la era Ronaldinho marcó también el término del esplendor del Barcelona de Rijkaard.

    Tras la llegada de Guardiola se marchó al AC Milan, en busca de un nuevo reto. Empezó bien su primer año, pero su estado de forma seguía siendo malo y nunca llegó a ser indiscutible en el esquema de Carlo Ancelotti. Su 2º año estuvo plagado de altibajos. Hubo momentos en los que mostró su mejor nivel y se convirtió en el jugador más valioso del equipo, pero también atravesó etapas en las que partía siempre desde el banquillo.  La primera mitad de la 10/11 serían los últimos meses de estancia en San Siro, antes de regresar a Brasil para jugar en el Flamengo, donde aún continúa dejando muestras de su calidad y jugando esporádicamente con la canarinha.

    Esta es la historia de un jugador que no quiso ser leyenda. El mayor talento que pude ver en directo y que podría haber llegado a ser uno de los 3 mejores jugadores de la historia, pero que decidió 'acabar' su carrera con 26 años.

    5 comentarios:

    1. Me hago seguidor tuyo, hazte del mio si quieres y estamos en cotnacto. Un saludo desde fiebredepromesas.blogspot.com

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    2. Uno de los mejores pero se le acabo esa alegría ese disfrutar cuando se juega al fútbol

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    3. Muy cierto, el mejor Ronaldinho se acabó cuando dejó de sonreir durante los partidos

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    4. Aunque es cierto que no ha rendido al 100% de su potencial, hablamos de un ganador de múltiples ligas, de Copa de Europa y Libertadores, de Mundial y Copa América.
      Creo que en esta lista sobra.

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    5. Para no hay otro que haga lo que el hace en un estadio sencillamente genial,podran tener mayores apariciones pero mejor que el en su totalidad no hay.

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