Los cracks que nos perdimos (I): Sebastian Deisler
Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com
Comienzo hoy una serie de artículos sobre esos jugadores que apuntaban muy alto y que todos daban por hecho que se convertirían en los próximos ídolos del mundo del fútbol pero qué, por una razón o por otra, se quedaron en el camino y no pudieron convertirse en lo que un día prometían. Todavía no sé de cuantos artículos constará la serie, pero hay suficientes casos como para hacerla casi infinito. El primero será un futbolista con un talento privilegiado, pero sobre el que cayó la maldición de las lesiones:
- Sebastian Deisler, el genio que no supo salir del pozo
Hace una década, Alemania se fijaba en un chaval de apenas 20 años que llamaba la atención de forma poderosa cada vez que saltaba al campo.Maravilló en sus inicios en el Borussia Monchengladbach y se confirmó en el Herta como la mayor promesa del momento en el país germano. Su diestra era capaz de hacer magia y Deisler confiaba en ella de forma notable. El campo era su refugio, el lugar donde más cómodo se sentía y todo parecía sonreirle, los principales clubes del país lo seguían de cerca. Debutó con 19 años en la Mannschaft y se esperaba que fuese uno de los hombres clave del equipo nacional dirigido por Rudi Völler en el Mundial 2002, pero no pudo ser. Una lesión de rodilla le dejó KO poco antes de la gran cita.
A pesar del revés, el Bayern lo fichó con el cartel de estrella apenas superada la veintena y con confianza en su recuperación. El propio Deisler encaraba el fichaje con optimismo, pero se equivocó. Su nueva etapa, que sería un sueño para cualquier jugador alemán, se convirtió pronto en pesadilla. Su rodilla derecha nunca dejó de dar problemas, y las lesiones fueron continuas. Nunca consiguió tener regularidad debido a los problemas físicos, que se cebaban con su pierna derecha que tantas alegrías le había dado. No supo hacer frente a la situación, su personalidad era demasiado frágil y llegó a verse internado en varias ocasiones en centros psiquiatricos para tratar sus continuas depresiones. Después de numerosas vueltas al fútbol que se vieron pronto frustradas por nuevos problemas se vio sin fuerzas para continuar y en 2007, con tan sólo 27 años de edad, Deisler puso fin a su carrera, una carrera que en otras condiciones habría sido (y todavía seguiría siendo) brillante.
Una pena lo de este chico, recuerdo perfectamente que era el jugador alemán más prometedor de la época.
ResponderEliminarDeisler hubiese sido el referente de la seleccion alemana, algo que Ballack aprovecho.
ResponderEliminarLo poco que vi de él, me gusto mucho.
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