Cracks de siempre (XIII): Edwin van der Sar
Hacía mucho tiempo que no echaba mano de esta sección dedicada a recordar las carreras futbolísticas de los grandes jugadores que fueron marcando mi gusto por el fútbol, pero el protagonista de hoy lo merece. Hablaremos de las andaduras de uno de los mejores porteros de la historia:
Edwin van der Sar nació un 29 de octubre de 1970 en la pequeña localidad de Voorhout, al oeste de Holanda. Se inició en el fútbol con 10 años en el club local, el Foreholte, en el que permaneció hasta 1985, año en el que cambió de aires para fichar por el también modesto Noordwijk. Rondaba la veintena cuando un joven técnico que empezaba su carrera en los banquillos se fijó en él. Aquel técnico se llamaba Louis van Gaal, y en 1990 consiguió que el arquero fichase por el todopoderoso Ajax. Comenzó en el equipo reserva, pero pronto dio el salto al primer equipo, debutando ya en su primera temporada. Al año siguiente a su debut, los ajacied consiguieron levantar la Copa de la UEFA, pero Edwin no disputó ni un sólo partido aquella campaña.
Las puertas de la titularidad se le empezaron a abrir en la 92/93, cuando un partido desastroso del primer guardameta, Stanley Menzo, hizo que van Gaal perdiese la confianza en él y se la diese al joven van der Sar, que no la desaprovechó. Era el principio de una exitosa época guardando la red del Amsterdam Arena, que se prolongó durante 6 campañas más, en las que alzaría la Liga de Campeones del 95 y se quedaría a las puertas de repetir el éxito al año siguiente, pero la lotería de los penaltis ante la Juventus hizo que los holandeses se conformasen con la plata. Individualmente su estancia en el Ajax le sirvió para ser nombrado Portero Europeo del Año en 1995 y mejor portero de Holanda durante 4 años consecutivos. Además marcó el único gol de su carrera, de penalty en una victoria por 9-1 ante De Graafschap.
En 1999 emigró para firmar por el equipo que le arrebato repetir gloria europea años atrás, la Juventus, no sin antes despertar el interés del Manchester United tras la marcha de Peter Schmeichel. En Turín se convirtió en el primer portero no italiano que defendió las redes del equipo blanquinegro. En la Vecchia Signora, dirigida por aquel entonces por Carlo Ancelotti, consiguió dos subcampeonatos de Serie A en otras tantas temporadas en el club, siendo siempre titular indiscutible. No obstante, la firme apuesta por Buffon en verano de 2001 hizo que el portero holandés descartase ser la segunda opción, y solicitó ser traspasado. El Fulham inglés fue su destino, por un precio que rondó los 9 millones de libras.
Con el equipo londinense firmó por 4 temporadas, en las que tampoco perdió nunca la titularidad. Con el club de Craven Cottage alzó una Copa Intertoto en 2002, título que ya había ganado en su etapa en la Juventus. Con 34 años, y después de cuatro impresionantes campañas en la Premier League, Sir Alex Ferguson confió en él para cubrir la portería del Manchester United, que llevaba años sin ser ocupada por un guardameta de garantías.
En Old Trafford, a pesar de su tardía llegada, alcanzó el status de leyenda. Consiguió su primer título de Premier League en su segundo año, título que sería el primero de 3 consecutivos, unido a un 4º que llegó el año de su retirada (10/11), y volvería a conocer lo que es ganar una Champions League más de una década después de la primera, en 2008. En esta última etapa su fama de parapenaltis se agrandó. Detuvo una vital pena máxima en el derby de Manchester en 2007 que provocó que los red devils se proclamaran campeones al siguiente día, y al año siguiente hizo lo propio cuando Anelka hizo un lanzamiento decisivo desde los 11 metros cuya parada significó un nuevo trofeo, pero esta vez el ya mencionado de Champions League. En 2009 batió el record de más partidos seguidos sin encajar gol en Premier League, con 11 encuentros. Un record que prolongaría hasta convertirlo en marca mundial (1311 minutos en total). Además se quedó nuevamente a las puertas de repetir título de Champions League, debido a la derrota en la final contra el Barcelona el 27 de mayo de 2009. La derrota no le privó de ser por segunda vez nombrado Mejor Portero Europeo del Año.
En 2010 todo parecía indicar que aquella sería su última campaña como profesional contando ya con 39 años y perdiéndose una parte de la 09/10 debido a la enfermedad de su mujer, pero decidió prolongar un año más su contrato, hasta julio de 2011. En su último partido en Old Trafford, una victoria ante el Blackpool por 4-2, se despidió pronunciando unas palabras ante un estadio lleno despidiéndolo como una leyenda. Curiosamente su último partido como profesional fue una nueva final de Champions League, que su equipo volvería a perder contra el Barcelona de Guardiola.
Así acabó la carrera de Edwin van der Sar, probablemente la retirada que mayor lástima me produjo en los últimos años. Lástima que sólo será superada cuando llegue la marcha de Juan Carlos Valerón, e igualada cuando Ryan Giggs haga lo propio.
He aquí mi recuerdo (aunque llegue con un año de retraso) a mi portero preferido de todos los que tuve la ocasión de ver, el holandés tranquilo al que el fútbol hechó de menos desde que el árbitro hizo sonar tres veces su silbato en aquel último encuentro.
En 1999 emigró para firmar por el equipo que le arrebato repetir gloria europea años atrás, la Juventus, no sin antes despertar el interés del Manchester United tras la marcha de Peter Schmeichel. En Turín se convirtió en el primer portero no italiano que defendió las redes del equipo blanquinegro. En la Vecchia Signora, dirigida por aquel entonces por Carlo Ancelotti, consiguió dos subcampeonatos de Serie A en otras tantas temporadas en el club, siendo siempre titular indiscutible. No obstante, la firme apuesta por Buffon en verano de 2001 hizo que el portero holandés descartase ser la segunda opción, y solicitó ser traspasado. El Fulham inglés fue su destino, por un precio que rondó los 9 millones de libras.
Con el equipo londinense firmó por 4 temporadas, en las que tampoco perdió nunca la titularidad. Con el club de Craven Cottage alzó una Copa Intertoto en 2002, título que ya había ganado en su etapa en la Juventus. Con 34 años, y después de cuatro impresionantes campañas en la Premier League, Sir Alex Ferguson confió en él para cubrir la portería del Manchester United, que llevaba años sin ser ocupada por un guardameta de garantías.
En Old Trafford, a pesar de su tardía llegada, alcanzó el status de leyenda. Consiguió su primer título de Premier League en su segundo año, título que sería el primero de 3 consecutivos, unido a un 4º que llegó el año de su retirada (10/11), y volvería a conocer lo que es ganar una Champions League más de una década después de la primera, en 2008. En esta última etapa su fama de parapenaltis se agrandó. Detuvo una vital pena máxima en el derby de Manchester en 2007 que provocó que los red devils se proclamaran campeones al siguiente día, y al año siguiente hizo lo propio cuando Anelka hizo un lanzamiento decisivo desde los 11 metros cuya parada significó un nuevo trofeo, pero esta vez el ya mencionado de Champions League. En 2009 batió el record de más partidos seguidos sin encajar gol en Premier League, con 11 encuentros. Un record que prolongaría hasta convertirlo en marca mundial (1311 minutos en total). Además se quedó nuevamente a las puertas de repetir título de Champions League, debido a la derrota en la final contra el Barcelona el 27 de mayo de 2009. La derrota no le privó de ser por segunda vez nombrado Mejor Portero Europeo del Año.
En 2010 todo parecía indicar que aquella sería su última campaña como profesional contando ya con 39 años y perdiéndose una parte de la 09/10 debido a la enfermedad de su mujer, pero decidió prolongar un año más su contrato, hasta julio de 2011. En su último partido en Old Trafford, una victoria ante el Blackpool por 4-2, se despidió pronunciando unas palabras ante un estadio lleno despidiéndolo como una leyenda. Curiosamente su último partido como profesional fue una nueva final de Champions League, que su equipo volvería a perder contra el Barcelona de Guardiola.
Así acabó la carrera de Edwin van der Sar, probablemente la retirada que mayor lástima me produjo en los últimos años. Lástima que sólo será superada cuando llegue la marcha de Juan Carlos Valerón, e igualada cuando Ryan Giggs haga lo propio.
He aquí mi recuerdo (aunque llegue con un año de retraso) a mi portero preferido de todos los que tuve la ocasión de ver, el holandés tranquilo al que el fútbol hechó de menos desde que el árbitro hizo sonar tres veces su silbato en aquel último encuentro.
Desde luego de los mejores porteros de los últimos 2 años. Acabo de descubrir el blo. Muy bueno felicidades!!
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