25 jul 2012

Andy Carrol, la paciencia necesaria


  Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

En el mundo del fútbol existen infinidad de jugadores cuestionados. Ya sea porque no demuestran la calidad ofrecida antes de su fichaje, porque no caen en gracia a la afición o porque, simplemente, no tienen el nivel que se les presuponía. Andy Carroll pertenece al primer grupo, pero creo que sus aptitudes y juventud deben conducir a pensar que lo mejor que se puede hacer con el futbolista es tener paciencia.

Con algo más de 1.90 metros de altura, el delantero de Gateshead es una figura imponente en el área. Una referencia ofensiva que todos los centros de sus compañeros buscan. Carroll es una ventaja aérea de esas con las que pocos equipos cuentan. 

Su altura siempre hace pensar que puede ser un jugador torpe, pero para nada es así. Es un jugador completo, que no se basa sólo en el juego aéreo, aunque desde su llegada a Liverpool no lo pudo demostrar demasiado. Es indiscutible que guarda mucho en sus botas, de otra forma nunca habría sido el fichaje más caro de la historia del Liverpool ni llegaría a la selección inglesa jugando en segunda división. Y ese algo que posee es tan grande como él, pero lucha contra un problema que no le anda a la zaga en grandeza: su desordenada vida extradeportiva. Capello y Dalglish siempre declararon que debía controlarse fuera de los terrenos de juego para rendir dentro de ellos, pero el futbolista nunca hizo demasiado caso.

La llegada de Brendan Rodgers hizo peligrar el futuro en Anfield del delantero. El ex técnico del Swansea dejó muchas dudas sobre su confianza en Andy en cada declaración que hacía sobre él, una actitud que no veo demasiado acertada, ya que todavía queda mucha pretemporada y hay tiempo para que llegue a convencerlo de su valía. Echar mano de la paciencia para esperar al gigante atacante está totalmente justificado. A pesar de ser zurdo se desenvuelve con ambas piernas con buena técnica, se lo lleva todo por alto, su juego de espaldas es más que notable, su altura y su brega con los centrales le hacen ser un jugador muy incómodo cuando hay que marcarle individualmente (es decir, en cada ataque) y su búsqueda de la portería rival es continua e incansable. En el año y medio que lleva vistiendo de red no tuvo suerte, pero la espera merecerá la pena. Si consigue un poco de disciplina, recibe confianza y no cede a la presión puede ser la esperanza del fútbol inglés en los próximos años.

2 comentarios:

  1. Este jugador es muy bueno, pero creo que un poco sobrevalorado, quizás por su carácter díscolo se lo da de estrellita y eso no me gusta nada, tiene que empezar a comportarse como un verdadero profesional.
    Un saludo.

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  2. Ese es su problema principal, la falta de profesionalidad alarmante. Quizás la fama y el éxito le llegaron demasiado pronto, cuando aún no sabía muy bien lo que era esto del fútbol profesional

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