La tensión se hacía insoportable en las gradas, las caras de la afición inglesa lo decían todo. Una derrota haría que a los alemanes les bastase con un empate para relegarlos a la repesca, y no querían tener que soportar dos partidos más para verse en el Mundial. David Beckham ejerció de capitán y se encaminó decidido a sacar la vital falta. El '7' cogió carrerilla y, tras pensarlo unos segundo, se encaminó a golpear el balón, que se coló por la mismísima escuadra sin que el portero pudiese hacer nada. El resultado, unido al empate de Alemania ante Finlandia consiguió hacer que se clasificasen para jugar en Corea y Japón.
La tensión se hacía insoportable en las gradas, las caras de la afición inglesa lo decían todo. Una derrota haría que a los alemanes les bastase con un empate para relegarlos a la repesca, y no querían tener que soportar dos partidos más para verse en el Mundial. David Beckham ejerció de capitán y se encaminó decidido a sacar la vital falta. El '7' cogió carrerilla y, tras pensarlo unos segundo, se encaminó a golpear el balón, que se coló por la mismísima escuadra sin que el portero pudiese hacer nada. El resultado, unido al empate de Alemania ante Finlandia consiguió hacer que se clasificasen para jugar en Corea y Japón.
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