La cuenta atrás del Depor
Por Rubén López | rubenlopezfcp@gmail.com
Quizás sea alarmista decirlo a estas alturas de la temporada, pero el Depor se encuentra ahora mismo en una situación muy delicada con dos días como plazo máximo para solucionarla. Este alarmismo está justificado, pues si nos paramos a analizar la plantilla podemos ver que estamos ante un grupo en el que fallan unos mimbres clave para garantizar la tranquilidad durante esta temporada.
Existen tres puntos clave que muestran signos de debilidad. Dos de ellos son conocidos: la portería y el gol. No obstante, creo que existe un problema más preocupante todavía, y está en la medular. El Depor mostró en este inicio de Liga tener un mediocampo totalmente descompensado y falto de jugadores que sepan unir fases. Tampoco es un mediocampo que en conjunto sepa equilibrar las transiciones, lo que hace que las pérdidas de balón sean más frecuentes de lo deseable. A día de hoy el gran debate está en si hace más falta un portero o Lucas, pero lo cierto es que ponerle solución a este vital detalle (pues es lo que marca la diferencia entre poder jugar al fútbol o simplemente echar balones fuera del campo propio con la esperanza de que tus delanteros cojan alguno) me parece el mayor de las preocupaciones que debería tener el club a día de hoy. Por suerte, en este aspecto tenemos todavía algo a lo que agarrarnos: la incógnita sobre si Fede Valverde puede llegar a ser el jugador que aporte a esa posición los mecanismos clave para conseguir una mejor canalización del juego entre la linea defensiva y la delantera.
¿A qué puede jugar Mel sin centro del campo? Con la plantilla actual, mucho me temo que a nada. Especialmente preocupante fue su renuncia manifiesta al balón en el partido contra el Levante, en el cuál se recurrió al balón largo durante prácticamente todo el partido cuando el único jugador de la ataque con condiciones para jugar a eso era Florin Andone. Echar mano de ese recurso durante todo el partido relegó a la intrascendencia a Emre y Cartabia, incapaces de jugar a eso por condiciones físicas y por estilo de juego.
Yo lo tengo claro, si Lucas no puede llegar al Depor, mi apuesta estaría en un futbolista capaz de solventar los problemas de construcción del Depor. Existe un overbooking evidente de mediocentros en plantilla, pero casi todos tienen condiciones terriblemente similares. El sentido común dicta que no se puede tener una plantilla con 5 mediocentros y querer traer otro (de hecho estoy seguro de que no pasará), pero echar un vistazo a los jugadores de ataque con los que cuenta el equipo deja claro que no es una plantilla apta para jugar al pelotazo y el problema de la medular es más grave de lo que puede parecer. Si no se consigue solventar esta falta de juego, el equipo parece estar condenado a sufrir de manera abundante.
Por otro lado está el aspecto de la portería. Es innegable que el año pasado no estaba bien cubierta y este año está todavía peor, pues más allá de reforzarla se perdió uno de sus activos. El Depor tiene dos porteros de profesionalidad innegable, pero lo cierto es que ninguno de ellos sería titular en la amplia mayoría de los equipos de la Primera División actual. No obstante también es cierto que, dejando aparte eso, Rubén demostró ser un portero correcto y la carencia de un guardameta que dé puntos por sí mismo siempre se puede minimizar con disciplina defensiva.
En otro orden de cosas, algo que no tiene solución posible si se carece de él es el gol. Un jugador tocado por esa habilidad de mandar el balón al fondo de la portería cuando le llega la oportunidad es un recurso por el que se pagan muchos millones en el fútbol actual y que el Depor no tiene. No vamos a dudar en ningún momento de las capacidades de Andone, uno de los jugadores de más nivel de la plantilla, pero es cierto que no es un killer. Es un jugador capaz de crearse por sí mismo un número increíble de oportunidades, pero no tiene tanta facilidad para llevarlas a acabar al fondo de la portería. Un equipo que lucha por lo que buscan luchar los coruñeses este año (salvarse con tranquilidad y sin agobios) tendría en un cazagoles un recurso muy valioso para conseguir el objetivo.
En ese contexto, Lucas lleva apareciendo prácticamente desde que se fue como la opción deseada por la dirección deportiva y la afición. Es un jugador que se adecua perfectamente a ese estilo de juego inexistente de este Depor de balones para arriba y confianza en que los recoja alguien para correr hacia área rival. El ahora mismo futbolista del Arsenal demostró en Coruña que sabía jugar a eso, y poder asumir sus servicios conllevaría hacer efectiva la única opción del Deportivo de hacerse con un delantero Top 5 de España, algo que haría subir varios escalones al equipo. Ningún plan B para el ataque sería efectivo, ninguno de los nombres que suenan más allá de Lucas Pérez asegura gol. El contexto del Depor es delicado, y a dos días del cierre de mercado y teniendo en cuenta los esfuerzos centrados en su figura, sólo se puede describir de esta coyuntura de una manera: Lucas Pérez o barbarie.
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