25 may 2013

Neymar ante el juicio rápido


Por Rubén López | rubenlopezfcp@gmail.com

En este país la justicia va lenta, pero eso no impide que los juicios públicos sí se hagan rápido. Un buen ejemplo se vive cuando el culebrón que Neymar lleva años protagonizando parece estar a punto de llegar a un teóricamente incierto final, pero un final al fin y al cabo. Ese tipo de juicios públicos premonitorios siempre hacen que me hierva la sangre (sean contra quién sean), y es probable que aquí me salga un artículo políticamente incorrecto, todavía no lo sé.

Se dice que el jugador se tomará su tiempo, que hay dos ofertas aceptadas por él y que una es del Barça, pero está claro que Rosell tiene un altísimo porcentaje de hacerse con él por unos cuantos motivos. Dos de ellos son de peso para el negocio futbolístico: el primero es que tanto al jugador como al Barcelona los patrocina Nike, y el segundo que al haber un probable precontrato firmado con el club culé, estos tienen la sartén por el mango. No obstante, pase lo que pase y aunque la tortilla se dé la vuelta, el juicio público ya está hecho: Neymar es un pufo, un nuevo Robinho, y el bueno es Bale.

Evidentemente, a día de hoy, Gareth Bale es mejor, un jugador sobradamente formado, hecho completamente y superior en muchos aspectos al brasileño, no en vano está claramente en el TOP 3 de la Premier League. Cualquier precio de mercado, tal y como está la inflación dentro de la burbuja del fútbol, parece no ser demasiado por llevarse a un jugador así. Un jugador que, por otro lado, tiene 3 años más de contrato y no uno como el jugador del Santos, con lo que los Spurs están en posición muy cómoda para negociar y el valor pedido puede ser cualquiera. 

Por otro lado, genialidad futbolística no siempre es motivo de ingresos asegurados, y en el caso de Neymar, es una figura mucho más mediática que el futbolista galés, algo que permitirá amortizar mucho antes un magno fichaje como el que se trata. El del Santos no es sólo una operación deportiva, sino también financiera, y eso, siempre que estemos hablando de un crack caro en un mundo tan desafortunadamente monetizado como este es un punto a tener muy en cuenta. 

El juicio está hecho desde el mismo instante en el que a alguien se le ocurrió llamarle chulo, prepotente, macarra y vaya usted a saber cuantas cosas más. Sinceramente, después de llevar a mis espaldas unos cuantos partidos del brasileño, aunque no tantos como me gustaría porque me parece un jugador espectacular (igual que su compatriota Lucas, un jugador que a pesar de no tener la misma prensa tiene un nivel similar), no le vi actitudes impropias de un futbolista, más allá de que a veces se pueda llegar a tirar en jugadas puntuales (está el fútbol español como para juzgar el teatro...). Seamos sinceros, el problema de Neymar es ser el el prototipo de, digámoslo así, "niñato". Pero es por su apariencia física y su gusto por los peinados exhuberantes, no por la personalidad. Uno de esos chavales a los que cierto porcentaje de hombres que recién entrados en los 40 ya olvidaron sus atuendos noventeros de pantalón de campana y camisas llamativas ponen como ejemplo de tontos porque creen que las nuevas generaciones no pueden hacer también el ridículo con sus modas. Es una persona con ego, como cualquier futbolista, pero siempre lo vi muy consciente de donde viene y de lo que le rodea, que es lo importante. Pude verle algunas acciones honradas, pero a bote pronto no se me ocurre ninguna de malas formas extremas, por lo menos no para un chaval de 20 años.

Nunca me gustó que me vendan gilipolleces de convenio social, y la de que estamos ante un macarra es una de ellas, una mentira mil veces repetida con aspiraciones de convertirse en verdad. Que no me vendan que este futbolista es lo más bajo y que a la vez Messi o Casillas son lo más campechano del mundo del fútbol, porque mi opinión dista bastante de esa, esté equivocado o no. Humildes son Puyol, Raúl, Zidane, Sylvinho y cuatro gatos más, sea en el mundo del fútbol o en la confección de tejidos. Y Neymar, esperemos todos que sea un 80% de lo que apunta, porque sólo con eso se comerá el mundo del fútbol junto al ya nombrado Gareth Bale y alguno que otro más cuando los inhumanos Messi y CR7 les dejen sitio en la estratosfera.

2 comentarios:

  1. Gran artículo, me da risa ver ahora a los periodistas de Madrid decir que mejor que se venga Bale, cuando hace un par de años Neymar era importantísimo y habia que ficharlo y era lo más de lo más. Que poca ética periodística queda en el mundo del periodismo deportivo. Menos mal que quedan tios como tu!

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  2. Al fin y al cabo el periodismo es una de las profesiones menos 'profesionales' que existen actualmente en España (sin ánimo de generalizar por supuesto, hay grandísimos profesionales). Eso hace que no sea más que una muestra de lo que opina la gente de a pie, con sus correspondientes fanatismos qie llevan a esas cosas.

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