29 feb 2012

Desmontando el brazalete



 Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

"Tú estás acostumbrada a ganar, y no se es un líder hasta que se ha perdido"

Leo la noticia sobre Scott Parker siendo nombrado capitán de Inglaterra y no puedo evitar reflexionar  sobre la figura del líder en un equipo de fútbol. Un rol determinado a simple vista por un simple brazalete, un trozo de tela adherido al brazo que denota quien es el jugador del equipo que lleva la voz cantante, a veces la extensión del entrenador, y otras simplemente un futbolista al que todos respetan. A veces damos demasiada importancia a esa banda diferenciada que luce en el bíceps del elegido, y nos pensamos que por portar dicho símbolo el futbolista es el faro que alumbra a sus compañeros. En algunos casos no es un pensamiento desencaminado pero, ¿qué buscamos en un capitán?.

Empecé el artículo nombrando el caso de Scott Parker. El mediocentro del Tottenham sólo lleva 10 partidos como internacional en casi otros tantos años, y no es capitán en su actual equipo (sí lo fue en etapas anteriores), pero Stuart Pearce decidió darle el brazalete, en una decisión que por el momento parece provisional y sólo para el partido frente a Holanda. La noticia sorprendió a todos, ya que el nombre esperado era el de Steven Gerrard. Pocos esperaban que sonase el nombre de Parker en este debate pero aún así creo que la decisión no es del todo desacertada. Usaré su ejemplo para determinar qué rasgos y funciones debe tener el líder ideal.

La principal característica que ha de tener un jugador que reciba la distinción de capitanear un grupo es, sin duda, la del liderazgo. Scott no es un jugador que destaque en cuanto a personalidad con respecto a otros gallos del vestuario como Gerrard, pero su concentración en el juego, orden táctico y trabajo incansable lo hacen ser respetado por todos. No en vano está siendo el director de orquesta del mediocampo del Tottenham durante toda esta temporada, con grandes resultados. Otra característica importante es la de ser un jugador con mentalidad de equipo, que se aleje de las individualidades y busque la mejor opción para todos, y no para sí mismo, algo que define perfectamente al '8' del Tottenham. En el campo realiza de forma efectiva el trabajo oscuro del fútbol, ese que hace que los genios puedan lucirse, y no busca la gloria para sí mismo.

También cabe destacar que es un jugador que a lo largo de su carrera pasó por etapas con altibajos, con lo que se labró una importantísima cualidad para un líder (puede que la más importante), la de saber ganar y también perder. Empezó pisando fuerte en el Charlton, convirtiéndose en una de las promesas de su generación. Este temprano éxito y posterior fichaje por un grande como el Chelsea hicieron que su actitud se tornara a veces poco profesional, pero su mala experiencia en el equipo blue, donde apenas contó con oportunidades, le devolvió nuevamente a la tierra, dándose cuenta de que el talento sin trabajo no sirve de mucho.Después de su infructuoso paso por el Chelsea triunfó en Newcastle y se convirtió más tarde en ídolo del West Ham, sufriendo en su último año en el equipo hammer la amargura del descenso. Harry Redknapp lo rescató de The Championship con la campaña ya empezada y lo convirtió en el pilar sobre el que se asienta el juego de los Spurs, con éxito notable.

Todo esto desemboca en una madurez, tanto futbolística como personal, que hacen que tenga aptitudes necesarias para llevar el peso del brazalete de una selección tan exigente como la inglesa. Tendrá que hacer frente a un gran handicap, el de la inexperiencia internacional, que le hará ser observado con lupa por la afición, pero si sobrepasa el obstáculo del debut de forma solvente habrá solventado el último escollo para convertirse en un gran capitán, la prueba de fuego. Personalmente creo que será un extra de motivación para un jugador que en cierta medida desaprovechó su primera gran oportunidad, pero supo darse cuenta y trabajar para recuperar el tiempo perdido. 

Por último, su posición en el campo es la idónea, si dirigiese a un equipo mi capitán siempre sería un centrocampista. Una de las funciones añadidas es también la de presionar, estar en todo momento en el lugar donde transcurren las acciones polémicas y, siempre de forma inteligente, hacer que el árbitro dude antes de señalar en contra del equipo, y jugando en el centro del campo tiene accesibilidad a todas las parcelas. Pearce confía en él, por lo que no tendrá inconveniente para ser la extensión del entrenador en el campo. Lo principal será que se dé cuenta de que su nuevo rol dista mucho de ser un entretenimiento, aunque sí es un orgullo, y que es una responsabilidad añadida.

De todas formas, creo que Steven Gerrard será el capitán de cara a la EURO, y que el motivo de que no lo sea hoy es por cuestión de intenciones técnicas, ya que después del duro partido en la final de Carling Cup del pasado domingo, seguramente Pearce no tenga intención de que el jugador del Liverpool juegue el partido completo.

1 comentario:

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