9 ene 2012

Atlético: El eterno comienzo desde cero



 Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

El Atlético de Madrid es un club peculiar en la ejecución de sus decisiones deportivas. Característica que tiene mucho que ver con otra de sus peculiaridades, la de estar en manos del mismo perro con distinto collar durante demasiado tiempo. Durante décadas, los proyectos del club colchonero se sucedieron con infinitos cambios de rumbo y, con frecuencia, duración mínima de la confianza en los proyectos iniciados.

El que comienza ahora, con Simeone al frente, es el enésimo de una serie que cuenta, en las 10 últimas temporadas, con 11 ocupantes diferentes del banquillo (Manzano en dos etapas), una tendencia preocupante en un equipo que debería aspirar a disputarle al Valencia el puesto de tercer equipo de la Liga BBVA y por el momento no sólo no lo está consiguiendo, sino que incluso está ofreciendo dudas de cara a clasificarse de forma convincente para competición europea.

¿Qué falla en el Atlético? es una pregunta a la que muchos le encontraron respuesta hace tiempo. Unos dirigentes perpetuados en el cargo que llevan muchos años tomando decisiones desacertadas en muchos casos o, que en el caso de dar con la tecla, acaban desmantelando lo conseguido para iniciar un nuevo experimento, tirando una moneda al aire y esperando que salga el lado positivo. Pasó con la plantilla del doblete, que pasados dos años se deshizo para dejar paso a una época que conllevaría posteriormente un descenso, y pasó recientemente con el equipo que consiguió levantar la Europa League.  Sólo siguen en la entidad 4 de los jugadores que saltaron de inicio al campo el día de la final contra el Fulham, mientras que en el equipo londinense son 8 los jugadores de aquel 11 inicial que continúan jugando en el club con sede en Craven Cottage.

La explicación que se le puede encontrar a esta situación es que no se puede vivir eternamente por encima de unas posibilidades, y que llega un momento en el que hay que deshacerse de las estrellas para poder continuar. Es cierto, pero el problema llega cuando no se sabe hacer frente a la pérdida de determinados jugadores o, en definitiva, cuando no se sabe establecer un modelo a largo plazo viable. Equipos como Valencia en España o Tottenham en Inglaterra son ejemplos de equipos ''secundarios'' que llevan años consiguiendo sobreponerse a bajas importantes y plantar cara a los grandes de sus respectivas competiciones (que en España son 2 y en Inglaterra son 4) con regularidad. Estos dos ejemplos son algunos de los modelos en los que debería fijarse el club colchonero, remodelándose de arriba abajo. Y esto último no es una expresión, sino un orden muy específico en el que tiene que llegar la revolución.  Los dirigentes hace tiempo que tienen su fecha de caducidad ya pasada, pero siguen en un puesto que se resisten a abandonar porque sus motivos tendrán y cada uno se los puede imaginar.

Resulta realmente preocupante ver como los que pagan el pato son los entrenadores, a los que tiran a los leones sin darles un proyecto sólido, rodeado de fisuras y con la afición duramente desgastada de tantos años con la misma canción sin que nada parezca dar indicios de cambio, por lo que no pasan ni una. Esto provoca que los posibles entrenadores a los que se le ofrece hacerse cargo del equipo se lo lleguen a pensar mucho, ante el riesgo de salir devaluados de su paso por el Vicente Calderón. Y no sólo pasa con los técnicos, también se encuentran ejemplos entre los jugadores. Las dos mayores estrellas de los últimos años no acabaron bien. Agüero salió vilipendiado por su propia hinchada y Forlán se fue por la puerta de atrás después de dar tantas noches de gloria al club rojiblanco. Todos se van, mientras los que cortan el bacalao se quedan sin dar indicios de querer despegarse del cargo. Y es que, cuando las cosas van mal, el hábito más común del español es el de querer aferrarse lo máximo al puesto para sacar todo lo que se pueda, y pocas veces el de dejar paso a sangre nueva que pueda aportar otro punto de vista y un acertado cambio de rumbo a la situación. Mientras esto no ocurra tocará ver como uno de los históricos de España sufre cada temporada una decepción después de llegarse a creer durante el verano el humo vendido con fichajes con fecha de caducidad desde su llegada.

2 comentarios:

  1. estos tipejos son un cáncer en el Atleti, pero el problema es que creo que el Atletico ya no es uno de los grandes y el pensamiento de los aficionados esta muy equivocado...
    detripasrockandroll.blogspot.com

    seleccion-antinatural.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. Hace falta dar ese salto de calidad, deberían estar un escalón por encima de lo que están, pero el lastre de quien manda es demasiado pesado

    ResponderEliminar