Los riesgos de comprar a toda costa
Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com
La reciente resolución definitiva del culebrón del verano (o del lustro, porque el tema traía cola desde hace tiempo), el caso Cesc, nos dejó el traspaso por el que suspiraban tanto el jugador como Pep Guardiola, además de algunos miembros de la plantilla del Barcelona. Si bien muchos podrían pensar con esto que todo acabó bien, hay algunos aspectos a tener muy en cuenta sobre la operación que pueden llegar a ser conflictivos. Aspectos que ya supusieron problemas a otros (y también al propio Barça) en el pasado.
No me centraré en la necesidad o no de este fichaje, ya que es algo que traté anteriormente, sino que hablaré en un aspecto más general. Una buena planificación de fichajes no se puede limitar a la caza y captura de un sólo jugador. Un plan B es imprescindible a la hora de aventurarse a efectuar una ofensiva por determinado futbolista, por diversas razones. La primera y evidente es la de tener algo a lo que agarrarse si la opción falla, pero lo cierto es que en este caso el Barcelona nunca dio muestras de querer fichar a otro para ese puesto, por lo que este punto no solucionaría ningún problema en este sentido. Pero carecer de interés por algo no significa que tengamos que pregonarlo a los cuatro vientos. Hay quien dice que lo importante no es serlo, sino parecerlo, y es algo que aquí viene al pelo. Si el club dueño del jugador ve que quien presenta la oferta tiene entre ceja y ceja a su jugador y no le sirve otro se le está dando una importante ventaja, presentándole el mango de la sartén para que lo agarre a dos manos. Realmente sería complicado que el Arsenal dejara ir al jugador sin que este manifestara su interés por ir a la entidad azulgrana a toda costa, pero el bando culé no tenía ningún tipo de necesidad de hacer tan evidente que era una batalla en la que no tenían alternativas, por lo menos no tan prematuramente.
Lo que hay que tener muy presente es que estamos hablando de un futbolista, es decir, un hombre que se encarga de cubrir un puesto en el campo. En el fútbol los fichajes deben basarse en la necesidad de cubrir esos puestos, y no para crearlos. Me explico un poco mejor: si se ficha a un futbolista que en principio llega sin tener un rol establecido en el campo, bien sea porque su puesto está cubierto por futbolistas de sobra o porque su posición no encaja en la táctica del entrenador (y este caso en concreto se puede tomar
como una mezcla de los dos, ya sabemos que Cesc pertenece a una clase de jugadores muy difícil de encontrar), se genera un nuevo espacio a cubrir, con lo que las fuerzas se anulan y nos queda un bonito cuadro. A ningún empresario se le ocurriría contratar a un trabajador para ocupar el puesto de ingeniero aeronáutico en una librería, ni tampoco contratar a cinco camareros cuando sólo hay una bandeja disponible.
Si decidimos pasar de todo lo anterior y actuar por impulsos, aún así deberíamos tener muy en cuenta un factor que quizás sea el más impotante de todos: saber cuando retirarse. 'Una retirada a tiempo es una victoria', dijo en su día un tal Napoleón, quién, a pesar de aplicar una política bastante discutida por muchos, de estrategia sabía bastante. La cantidad a pagar puede ser entendida como un negocio decente, 40 millones, de los que incluso el jugador paga una parte y además con la posibilidad de efectuar el abono en cómodos plazos, pero hay ciertos aspectos que hay que señalar. Los típicos flecos que eternizan las negociaciones son en este caso bastante curiosos. Uno es la opción preferencial para el Arsenal, que en caso de que el Barça quiera vender al jugador tendrá esa puerta abierta, pero eso no debe dar demasiados quebraderos de cabeza, sino el hecho de que el equipo gunner se llevaría el 50% de un traspaso futuro que llevase a Fábregas a cualquier equipo. 'Cesc es una apuesta segura, un hombre del club y no lo venderán', dirán algunos. La vida da muchas vueltas, y la historia del Barça tiene demasiados antecedentes recientes, como el de Ronaldinho, Eto'o o Ibrahimovic, que deberían levantar cierta inquietud con estos temas.
En resumidas cuentas. la negociación por Cesc fue un cúmulo de errores, que desembocaron en algo que muchos consideraron como un insulto hacia un jugador que sentía los colores y al que trataron como a un producto, pero lo cierto es que eso sólo es la consecuencia de una política mal planteada desde el inicio.
Estoy de acuerdo con lo que dices en el artículo sobre el "caso Cesc" y la políica del Barça. Ademas de ser un gran error para el sistema de juego del Barça, ya que no encaja ni con calzador aunque sea un jugador con pase, toque y juego, tiene una posición muy diferente a la del resto, ni es un Xavi ni un Iniesta, es más total en el campo, ya hacía ese rol en el Arsenal, de donde opino que no se debería de haber ido, por su bien futbolistico.
ResponderEliminarLa política que esta llevando el Barça me parece un error, y lo acabaran pagando, teniendo a Thiago que encanaja más en el papel de Xavi o algún que otro de la cantera. Si era por jugadores los hay que encajarian en los puestos y roles creados por Guardiola mucho mejor que Cesc para ello. No lo enteindo cuando se están quedando sin delanteros y sin defensas.
40 millones despediciados en solo juagdor.
Hector, el gran problema es que parece que no es un caso aislado y están aplicando lo mismo en todos los fichajes importantes. A ver si después de esto siguen por el mismo camino o intentan cambiar de política
ResponderEliminarUn saludo