28 oct 2012

Goles míticos (XVII): Matt Le Tissier al Newcastle (1993)


Matthew Le Tissier. Un nombre que aunque parezca mentira todavía pilla en fuera de juego a los aficionados más despistados. Un genio que sacrificó la fama y la fortuna por la apacibilidad de su club de toda la vida, donde se sintió querido y cómodo. Prefirió convertirse en dios en su casa antes que en leyenda fuera de ella. Ni siquiera llegó a disputar un solo partido de Liga de Campeones.

Es difícil quedarse con un sólo gol de Matt como el mejor de su carrera. No era un 9, pero su habilidad goleadora era muy notable. Más allá de su habilidad técnica sorprendente se guardaba además en la manga un disparo envidiable, con el que era capaz de sorprender desde cualquier posición. Escojo este partido como ejemplo de lo que era capaz de hacer, ya que en él marcó dos goles para el recuerdo.

Corría la 13ª jornada de la temporada 93/94 y el Southampton recibía en su antiguo estadio de The Dell al Newcastle United. Era un momento delicado, ya que el equipo por aquel entonces dirigido por Ian Branfoot (que acabó siendo destituido en enero) sólo había conseguido 5 puntos de 33 posibles. Después de una primera parte sin goles, el marcador lucía todavía impoluto en el ecuador de la segunda mitad. El Newcastle dominaba, pero no conseguía hacer daño. El guión parecía desfavorable para el humilde Southampton, pero había alguien que podía cambiarlo todo. Aquel emblemático número '7' lucía, como siempre, en la espalda de un genio apellidado Le Tissier, como una inequívoca advertencia de que allí estaba él.

Con un balón largo lanzado desde la defensa, y después de que  Iain Dowie la dejara de cabeza, el balón llegó a Matt que, como si tuviera en mente con antelación los movimientos de los defensas, controló de tacón y tiró dos sombreros consecutivos para terminar definiendo lejos del alcance del portero.



El Newcastle empató el partido poco después, pero no estaba para nada acabado. En los últimos minutos del encuentro, la defensa de las 'urracas' despejó un centro desde la izquierda que terminó por acabar en el dominio de nuestro protagonista. Como si fuese lo más normal del mundo, Matt controló el esférico tranquilamente con la rodilla y mandó una parábola perfecta desde la frontal del área hasta el fondo de la red. Aquella temporada fue el tercer máximo anotador de la Premier, con 25 goles.





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