27 sept 2017

Gareth Bale y el contexto idóneo


  Por Rubén López | rubenlopezfcp@gmail.com

En el partido de ayer contra el Borussia Dortmund, Gareth Bale supo dar un golpe de efecto para acallar las críticas a las que se está acostumbrando en exceso en los últimos tiempos. El encuentro del Westfalenstadion fue una buena muestra de que el galés es un futbolista capaz de decantar partidos, pese a quien pese. No obstante, sí es cierto que es muy necesario comentar los aspectos que llevan a que su figura esté puesta a debate, pues es evidente que las críticas no surgen de la nada.

Para empezar, ha de decirse que Bale es un futbolista de contextos. A diferencia de Cristiano, que sabe buscarse la vida en situaciones menos favorables y busca en todo momento sentirse cómodo en la incomodidad, el galés suele necesitar tener su contexto ideal para poder destacar realmente. ¿Cuál es este contexto? Precisamente el que planteó en el encuentro de ayer Peter Bosz con cierta inocencia. El Dortmund salió ayer con una defensa excesivamente adelantada, algo que cuando tienes a Cristiano y a Gareth como punta de lanza rival no es la mejor de las opciones. El de Cardiff sabe aprovechar como poco esa situación, y agradeció sobremanera tener la oportunidad de sobreexplotarlo en esta segunda jornada de la fase de grupos de Champions League. En la liga española, esas oportunidades no le suelen llegar a menudo.

Contra los de Bosz, Bale tuvo campo libre para hacer sangre a la espalda de la defensa. La defensa adelantada le permitió salir a la carrera en numerosas ocasiones con terreno por delante, y cuando hay que competir por velocidad es imparable. Se permitió el capricho de escorarse a banda izquierda, donde realmente se siente cómodo, y fue un puñal durante el tiempo que estuvo en el césped. Fue precisamente penetrando desde esa zona cuando hizo el 0-1, aprovechando un centro de Carvajal que colocó de primeras, con gran calidad, en un lugar al que Bürki no podía llegar. Antes de eso, había tenido una clara ocasión a pase de Cristiano que le sacó Sokratis en el último instante cuando llegaba a rematar. En su contexto, el galés es un cuchillo cortando mantequilla.

Ayer, en una delantera bicéfala que tan poco acostumbra a darse en el Real Madrid y con el contexto idóneo para el juego de ambos, tanto Bale como Cristiano supieron hacer daño y se entendieron a la perfección. Quizás en Champions este dibujo puede ser una opción válida para crear ese contexto que necesita Bale, que no encuentra cuando ha de escorarse completamente a la banda como extremo puro.

No obstante, cuesta creer que esta formación se pueda ver con frecuencia en liga. Cuando uno compite contra defensas más retrasadas, un par de puñales en punta no son tan efectivos y se hace necesario un jugador que sepa jugar de espaldas, algo que Benzema hace como pocos. Ayer Peter Bosz dio el caldo de cultivo perfecto para el golpe sobre la mesa de Bale y la dupla Modric y Kroos contribuyó, siendo determinantes para conseguir su mayor efectividad destruyendo al Dortmund tirándose cada uno a un costado y creando más espacios todavía. Pudo haber sido un punto de inflexión que dé confianza al futbolista británico, pero habrá que esperar al futuro inmediato para ver si consigue erigirse en importante cuando su contexto ideal no se da en el campo. Gareth echa de menos la Premier, donde encontraba su habitat natural durante 38 jornadas, pero España es diferente.

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