La llamada de tu pasado
Por Rubén López | rubenlopezfcp@gmail.com
Se acerca tu jubilación. Llegas a casa tras un duro día de trabajo y encuentras una llamada perdida en el

El AC Milan se caracterizó en los últimos tiempos por tomar decisiones deportivas y administrativas curiosas. Sin ir más lejos, una de esas sorprendentes anécdotas ocurrió por intermediación de su nuevo entrenador, cuando instó al club a fichar a un buen amigo suyo, Harvey Esajas, que llegó al fútbol italiano para convetirse en leyenda (urbana). Es un club peculiar, pero más allá de su fama de cementerio de elefantes y de equipo en horas bajas nadie puede negar que es un gigante a la espera de ser resucitado, un reto que, a pesar de hartamente complicado, es también muy atractivo.
La oportunidad le llega a un Clarence Seedorf que hasta hace unas horas era futbolista profesional, con contrato. Estaba, probablemente, decidiendo junto a sus compañeros y técnicos cómo encarar el debut en Copa Libertadores de su equipo dentro de 2 semanas, y se encontró de repente con una de esas
surrealistas genialidades del destino que su antiguo club prepara continuamente. Es una noticia curiosa, pero también, a su modo, triste. Cuelga las botas otro importante pedazo de aquel fútbol de los 90 que tanto nos marcó a todos los que lo vivimos. Junto a él en el banquillo estarán otros dos viejos conocidos de la entidad rossonera, Jaap Stam y Hernán Crespo.

Seedorf, el hombre capaz de cambiar un partido con sólo rozar el balón, el futbolista elegante, el lanzador de misiles teledirigidos, tiene ahora el gran reto de dar a su club tanta gloria desde el banquillo como le dio en su día en el campo. Aceptó un cargo con ilusión, pero puede hacerse duro acostumbrarse a la idea de que, de un día para otro, los que darán patadas al balón serán los demás, mientras tú sólo puedes limitarte a dar instrucciones, y esperar que las cumplan. Comienza una nueva etapa para él, se acabaron los pases elegantes delante de las cámaras. Es momento de ponerse el traje.
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