12 sept 2015

El fracasado experimento del Doncaster Rovers


 Por Rubén López | rubenlopezfcp@gmail.com

La temporada 2011/2012 empezaba en la pequeña ciudad de Doncaster con el susto todavía en el Willie McKaycuerpo. La anterior campaña había dejado al modesto equipo de la localidad al borde del descenso a la tercera categoría inglesa al acabar en 21ª posición en Championship, y el nuevo curso dejaba entrever que podría ser el último en la segunda liga del fútbol inglés, a la que habían vuelto en 2008 después de nada menos que medio siglo de ausencia.

Tras sufrir en verano bajas importantes como la de Dean Shiels, y comprobar que las nuevas incorporaciones no eran capaces de dar el salto de calidad necesario para salvar al equipo, el Doncaster Rovers veía como, tras las primeras 7 jornadas, ocupaban el penúltimo puesto de la tabla con un bagaje de un empate y seis derrotas, sólo con el Portsmouth por detrás, pero únicamente porque el Pompey hacía frente a una sanción de 10 puntos debido a su paupérrima situación económica. Con este panorama y la evidencia de que algo había que hacer para salvar la situación, el club comenzó un proceso propio de un jugador de Football Manager en un momento complicado de la partida.

Con Willie McKay, uno de los agentes de futbolistas con más repercusión en Inglaterra, prestando sus El-Hadji Diouf Doncasterservicios, el club comenzó a ver cómo a sus filas llegaban futbolistas cedidos por cortos períodos de tiempo (algo común en el fútbol inglés) o con la carta de libertad y sueldos más cortos de lo esperado, con la particularidad de que gran parte de ellos eran jugadores cuyo nivel era en teoría bastante superior al de un equipo que luchaba por salvarse del descenso a la tercera categoría nacional. Tal era el desfile de jugadores de calidad contrastada que el propio McKay comentó en noviembre de 2011 que si conseguían mantener durante buena parte de la temporada a algunos de aquellos jugadores podrían fácilmente optar al play-off de ascenso.

De esa forma se sucedieron fichajes que iban y venían según el tipo de contrato firmado, como el de Hérita Ilunga, Pascal Chimbonda, Chris Kirkland, Frédéric Piquionne, Habib Bèye, Marc- Antoine Fortuné o El-Hadji Diouf, siendo este último el más sonado. De esta forma, se consiguió hacer llegar al club una buena cantidad de futbolistas de nivel alto para la categoría, algunosDiouf Chimbonda Doncaster de los cuales firmaban contratos para todo el año y otros (la mayoría) simplemente para unos meses. Se formó así un equipo con estrellas de usar y tirar, en el que se buscaban recambios de forma rápida y sin grandes contratos. 

El experimento, si bien puede funcionar en videojuegos del ámbito de la dirección deportiva, salió rematadamente mal en la realidad. Es habitual ver como equipos de Premiership acuden a cesiones de corto plazo o jugadores libres para rellenar el fondo de armario con jugadores de equipo, pero en Doncaster se intentó ir cambiando las piezas clave de manera continuada durante la temporada, y no resultó. El club bajó finalmente como colista de la categoría después de ganar sólo 8 partidos y acabar con una diferencia de goles de -37, dando por finiquitado el experimento de McKay. Aunque los Rovers consiguieron regresar al año siguiente, su nueva etapa en Championship duró sólo un año, antes de regresar a la League One donde permanecen en la actualidad.

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