2 jun 2013

Cuando la música termina


Por Rubén López | rubenlopezfcp@gmail.com


Uno se pone a escribir en días como hoy sin tener claro como decir lo que pasa por su cabeza. En un día duro en el que se apagó la alegre música que empezamos a tocar el 27 de mayo del 2012 para dar paso a un incierto futuro, sobran las palabras pero hace falta sacar fuera lo que tenemos.

Parecía difícil imaginar cuando llegó aquel hombre, aquel viejo conocido que llegó a estar en bando rival, que conseguiría traernos de nuevo una esperanza que hacía tiempo que dejáramos de lado, pero el tiempo le dio lo que su trabajo se merecía, y nos vimos embarcados en un mar cuyas olas parecían llevarnos a buen puerto, mientras remábamos enérgicamente. Pudo acabar bien, pero empezamos la lucha estando demasiado lejos de la orilla y el sobreesfuerzo se pagó caro: no pudimos avanzar los últimos metros que nos separaban de tierra firme. Su único problema fue llegar demasiado tarde, pero no fue culpa suya. Por todo eso gracias, Fernando.

Durante los 90 minutos que decidieron todo, los que hicieron que el objetivo se nos escurriese entre las manos, te llegas a preguntar qué hiciste a la suerte para que te evite continuamente igual que te había esquivado hace dos años. No entiendes por qué no entran en la portería balones que toman una dirección que la física no puede explicar, y que acaban estrellándose con fuerza rompiendo los cristales que protegen nuestra ilusión mientras el tiempo pasa cada vez más rápido y se agota sin remedio.

Miras al campo desde tu asiento y ves con impotencia cómo se acaba todo, cómo se va por la borda lo que sufrimos para conseguir hace un año. Te convences de que no es justo, pero el fútbol entiende de resultados, no de justicia. Crees por desesperación que el árbitro y tus asistentes están aliados contra tu equipo y te ves tentado a insultarlos amargamente, pero te contienes porque tú no vas a un campo a mostrar ira, sino a desencadenar un sentimiento incontrolable que en ese momento se va acercando cada vez más al abismo y no puede frenar, hasta que el desenlace ocurre. El árbitro pita y se cae una parte del mundo, se desprende lo racional de lo irracional.

Lo más duro es saber que ya nada será igual. Que se va uno de los jugadores que creías que nunca se iría, uno de esos con los que creciste y que admirabas desde que no eras más que un niño, y sientes que Riazor se quedará carente de magia. Se va él y se van todos, porque lo acompañarán todos esos hombres que llegaron de alquiler y también el jugador más determinante de esta plantilla, cuyo trabajo en campo rival se echará de menos desde el primer día. Nos quedará un equipo de retales, pero hay que traer hilo y aguja para conseguir hacerlo lucir.

Es difícil asimilar que en un minuto pasas de estar arriba a bajar automáticamente, pero a los momentos difíciles los suceden otros en los que le encuentras sentido a tus colores, en los que ves que debes seguir adelante porque ese es el único equipo capaz de hacer que tengas la sensación de estar unido a él, de que formas parte de su mundo. Es tu escudo, y nunca te lo replanteas, por muy abajo que esté estás ahí para empujarlo hacia arriba y esperar que otros te ayuden. Y los que no tengan lo necesario para ello siempre podrán ser de Real Madrid o Barcelona. Será duro, pero hay que levantarse y pensar en lo que viene. Cuando la música termina, empieza otra canción.

4 comentarios:

  1. EL día de Valladolid lo vi claro, se repetía la situación de hace 2 años.

    El día que tienes que ganar para casi salvarte, no lo haces tal y como ocurrió hace 2 años con el partido del Camp Nou, en el que el Barcelona de fiesta prácticamente te decía... joder marca el gol.

    Luego el partido de ayer... igual que el del Valencia, aunque en este caso el rival sí se jugaba algo, pero la ansiedad fue la misma y la mala suerte (ayer el dépor tuvo 3 claras que no entraron o fueron al larguero).

    Ahora el tema está saber si el equipo podrá sobrevivir (no hay seguro de descenso) con la concursal a cuesta y veremos con que equipo.... porque viendo lo visto, veo una larga travesía por el desierto como el Celta cuando descendió

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  2. Por lo que se dice, la supervivencia del club por el momento está asegurada, pero supongo que será ir sobreviviendo a duras penas. El panorama no es el mejor, pero hay que esperar.

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  3. Genial artículo, ánimo al Depor por lo que están sufriendo, a mi me ha tocado sufrir malos años con el Tenerife, pero bueno, hemos vuelto a segunda y tenemos ilusión.

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  4. Gracias surf camp, nos vemos esta temporada en segunda ;)

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