26 sept 2023

Anecdotario grotesco del Real Club Deportivo de La Coruña: La enganchada de Antonio Tomás y Urreta


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El uruguayo Jonathan Urretaviscaya  llegó al Dépor cedido por el Benfica en verano de 2010. A pesar de las prometedoras previsiones sobre su talento, lo cierto es que lo único que dejó para el recuerdo en su breve etapa como blanquiazul fue un encontronazo con su compañero Antonio Tomás en un entrenamiento.

Momento en el cuál Antonio Tomás y Urreta se enganchan en una pelea durante un entrenamiento con el Dépor

En diciembre de 2010 el Dépor se encontraba en el decimotercer puesto de la tabla. La situación deportiva no era la ideal, pero tampoco llegaba a ser traumática (como sí acabaría siendo al final de esa temporada, cuando se materializó el primer descenso a segunda en décadas). En cuanto a la situación del vestuario, esta tuvo sus altibajos.

Uno de los momentos más tensos lo protagonizaron el mencionado Urreta y Antonio Tomás, un jugador que había perdido, en la primera parte de la temporada y debido a la incorporación de Rubén Pérez, buena parte del protagonismo que le había dado Miguel Ángel Lotina el curso anterior. Durante el entrenamiento previo a la decimosexta jornada de liga, un intercambio de entradas cabreó al jugador cántabro más de la cuenta, lo que provocó que acabase levantándose tras ser derribado en una de esas acciones con más revoluciones de la cuenta y agarrase por el cuello a Urreta, que forcejeó para liberarse hasta que sus compañeros llegaron para poner orden. Lotina daría por finalizada la sesión minutos después.

Al ser preguntados por los periodistas, Lotina comentó que era "algo que ocurre en todos los equipos todos los años", Antonio Tomás comentó con una sonrisa un irónico "ya visteis lo que pasó" y Urreta se despidió con prisas con una frase para el recuerdo: "Lo siento, me tengo que ir al banco".

El incidente provocó que ambos jugadores fueran apartados para esa jornada, aunque las consecuencias fueron diferentes para cada uno de ellos. El cántabro volvió a jugar a la semana siguiente, pero el uruguayo no volvió a vestir la camiseta del Dépor y su cesión fue finalizada el primer día del mercado invernal. No llegaría nunca a ofrecer en Europa el nivel que se le presuponía, aunque a finales de la década pasada tuvo una buena época de fútbol en la liga mexicana que le llevó incluso a jugar un puñado de partidos con su selección.

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