El debut profesional más precoz de la historia
Por Rubén López | rubenlopezfcp@gmail.com
Corría el año 2008 cuando Julio César Baldivieso, uno de los mejores jugadores de la historia reciente del fútbol boliviano e integrante de aquella selección que llevó a su país en 1994 a disputar un Mundial por primera vez en 44 años, tomaba el mando del equipo en el que se había retirado como futbolista poco antes, el Club Aurora. En las categorías inferiores del club estaba un joven jugador que ya con 10 años había jugado en la segunda categoría del fútbol de su país, por físico y talento, pero también seguramente por llevar ese apellido tan familiar en el fútbol boliviano: su nombre era Mauricio Baldivieso, hijo del citado Julio César.
Mauricio comenzó a entrenar esporádicamente con el primer equipo tras la llegada de su padre al banquillo, hasta el punto de que el cuerpo técnico (quizás algo subjetivo debido a los lazos familiares) acabó dando el visto bueno a que fuese convocado para un partido oficial. El gran día fue el 19 de julio de 2009, tres días antes de que el futbolista cumpliese 13 años. En aquel encuentro, que enfrentaba al Aurora y La Paz, comenzó desde el banquillo, pero su padre le hizo portador de la camiseta número 10 que él mismo había llevado durante años, y acabó jugando los 10 últimos minutos. No obstante, el debut no fue ideal, ya que Aurora perdió 1-0 en campo rival.
Los problemas comenzaron a llegar poco después del partido. Las críticas hacia el entrenador, acusándole de un trato de favor hacia su hijo y de que si el entrenador hubiera sido otro Mauricio nunca habría debutado a esa edad hicieron que la dirección del club prohibiese la participación del joven en lo que quedaba de torneo, lo que provocó la dimisión de Julio César, y con ella también la marcha de su hijo del club. No obstante, años más tarde padre e hijo volverían a coincidir en su antiguo equipo, y esta vez Mauricio sí pudo ser titular habitual, e incluso llegó a jugar en Copa Sudamericana con 16 años.
A día de hoy tiene 18 años y es convocado habitualmente con las categorías inferiores de la selección boliviana, y se sigue estableciendo como uno de los mayores talentos jóvenes del fútbol de su país, a la espera de conseguir dar el salto a una liga más competitiva. Durante el pasado año se le relacionó con el Vitoria de Bahía brasileño, pero el acuerdo no fructificó.
Soy simplemente fanático del fútbol, de esa forma llegó acá. Sobre el jugador hay mucha más historia que realmente refleja la realidad a diferencia de lo que diarios y Wikipedia puedan decir. Sólo le corregiré que no es un habitual convocado de la selección (infeririores), es más su única convocatoria (sub 20), fue injusta dada que el jugador estaba en inactividad. De Baldivieso (hijo) se comentó que probó suerte en Bahía y Newells. Posteriormente terminó reapareciendo en un equipo de liga local, y casualmente, el mismo que dirige el padre. Son pocos los casos en la que padre e hijo coindiden en un mismo club y es muy probable, que mediante esa forma, uno permita el debut del otro. Pero es turbio cuando esa situación suceda 4 veces... Ciertamente es un buen jugador, pero está sobrevalorado.
ResponderEliminarfelicitaciones al chaval, esperemos llegue lejos y logre sus metas.
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