28 dic 2013

John Terry irrumpe en el vestuario al grito de "¡Adivinad quién lo ha vuelto a hacer!"



En lo que probablemente fue la anécdota de la mañana en el entrenamiento del equipo londinense, el capitán del Chelsea, John Terry, apareció por el vestuario con aspecto risueño y satisfecho antes de comenzar la sesión, mientras gritaba reiteradamente: "¡Adivinad quién lo ha vuelto a hacer!" cada vez que se cruzaba con compañeros y empleados del club.

El emblemático jugador blue se mostró confiado y alegre en todo momento, pero se negó a dar más detalles sobre sus manifestaciones a los jugadores que se acercaban con cara de pánico a preguntar sobre ello. El momento más incómodo llegó cuando el entrenador, José Mourinho, hizo acto de presencia y se encontró con sus jugadores en un escenario dantesco. Algunos de ellos estaban en el suelo, en posición fetal, mientras se balanceaban hacia adelante y hacia atrás ante la tensión del momento. Mientras tanto, en una esquina de la estancia, Frank Lampard y Terry cuchicheaban mientras este último realizaba una amplia variedad de gestos con los dedos, llegando incluso a sacar del bolsillo una salchicha Bratwurst y un Donut de chocolate que se había traído de casa para poder explicar mejor su punto de vista a su amigo.

El técnico portugués exigió explicaciones de forma inmediata, pero el murmullo en el lugar era ensordecedor y nadie le escuchó. Reporteros de The Sun habían ya hecho acto de presencia y algunos se encontraban sacando fotos a la ropa interior de los jugadores mientras otros grababan a Samuel Eto'o dándose una ducha mientras exclamaban gritos como: "¡La gente quiere saber!" o "¡Las partes íntimas también son noticia!". Ninguno de ellos, por otra parte, parecía estar allí por el revuelo montado alrededor del capitán.

Todo acabó cuando Mou consiguió convencer (disfrazándose habilmente de Iker Casillas y bajando sus defensas) a un reputado periodista español que se había desplazado hasta Londres sólo para gritarle "¡Mourinho cabrón!" de que le dejara su megáfono, y con dicho aparato consiguió mandar a calentar a sus futbolistas para dar el asunto por zanjado. Mientras abandonaban el vestuario, Terry advirtió a su compañero David Luiz que fuese con cuidado y agachase la cabeza al pasar por la puerta, seguramente debido a la magnitud de su cabellera, en un claro gesto de que, a pesar de todo, el capitán siempre vela por sus compañeros.

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