15 feb 2016

Una falta (de respeto) dentro del área


Por Rubén López | rubenlopezfcp@gmail.com

Una jornada más, el titular deportivo del fin de semana según los principales medios tiene poco que ver con el fútbol y mucho con la farándula. El penalty a lo Cruijff (aunque, como hace más de un lustro escribí aquí, su inventor oficial fue el belga Rik Coppens) de Leo Messi ocupó un altísimo porcentaje de los espacios dedicados a hablar de fútbol en prensa, pero ni mucho menos por ser una jugada sorprendente o haber conseguido pillar a todos desprevenidos, sino porque, según algunos (ninguno de ellos, por supuesto, jugador o técnico del Celta) lo que hizo el argentino fue una auténtica falta de respeto.

Por supuesto, cualquiera que se esté enterando ahora de que una polémica encarnizada se formó porque un jugador utilizó en un penalty un recurso que, si bien no es habitual, ya se había llevado a cabo en anteriores ocasiones (incluso con pésimo desenlace, como cuando lo probaron Pires y Henry en un partido contra el City) sin que se hubiese vilipendiado a nadie, pensará que no tiene mucho sentido, pero lo cierto es que ocurrió y todavía hoy es tema de debate, un debate al que se le añadió a posteriori - y a este añadido sí que no le falta razón - el hecho de que Suárez entra en el área antes de que Messi toque el balón. No obstante, sólo fue una oportuna circunstancia que hizo que algunos reivindicaran su caza de brujas inicial, enarbolándola como estandarte de la razón absoluta.

Mi opinión, diametralmente opuesta a la de esta corriente de no pensamiento, es cristalinamente clara: en el fútbol no existe una falta de respeto mayor que capar el propio talento para no hacer herida al rival. Bajar el nivel para no hacer más sangre de un oponente herido siempre me pareció sinónimo de falsa modestia y un indicio de que el equipo se cree por encima. El único que debe preocuparse de que el contrario no haga más goles es uno mismo y no el que ataca tu portería, y no existe mayor muestra de respeto al otro equipo que morir en el campo hasta el minuto 90. Lo demás es palabrería y excusa de mal perdedor.

Por otra parte, lo que sí me parece una falta de respeto al Celta es pregonar que lo que ocurrió en la última jornada fue irrespetuoso con el club gallego. Quejarse de una acción en la que el rival marcó un gol legal (y sí, ya sé que dije que más tarde se comprobó que no lo había sido, pero el argumento inicial de los críticos no tenía esto en cuenta) es de mediocres, y si algo demostró este Celta es no ser, ni mucho menos, una medianía. La única falta de respeto que cometió el Barça con el club de Vigo fue precisamente la que reivindicó su directiva no acudiendo al palco del Camp Nou, pero esa parece no interesar a esos medios a los que tanto les gusta crear crispación con este tipo de debates.

Sólo puedo pedir que esos mediocres no decidan lo que está bien y lo que está mal, porque para eso ya están los árbitros y el reglamento. Intentemos desterrar esa rancia ideología de que una patada a un rival que hace una filigrana es una reacción más aceptable que el propio regate. Dejemos de coartar en el fútbol la libertad de acción de los jugadores con talento bajo la excusa de no herir la sensibilidad de los más tosco (sean del Barça o del Anorthosis Famagusta) y permitamos que se juegue a este deporte como las reglas dicen que puede jugarse, dejando de regirlo por reglas no escritas, porque una regla no escrita no es más que una excusa de perdedores para que la legalidad real no les perjudique.

2 comentarios:

  1. Ruben, como ordenarías si tienes a Varane,Marquinhos,Stones y Laporte?

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  2. Estoy completamente de acuerdo con este artículo. No hay mayor falta de respeto que bajar el ritmo o jugar con pena contra un rival, los que se deben de preocupar es el equipo que va perdiendo de ponerse las pilas y dejar de mirar para otro lado con excusas simplistas.

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