6 oct 2011

Puntos de mira y cabezas de turco


Estos días vuelve a estar de rabiosa actualidad algo de lo que no gusta hablar (por lo menos a los aficionados al fútbol no nos gusta, aunque sí a los carroñeros que rodean a este deporte). La tángana (una de tantas...) desencadenada cerca del final del partido de vuelta de la pasada Supercopa de España entre Barça y Real Madrid trae cola nuevamente después de que el Comité de Competición, con su celeridad habitual, decidiera imponer a José Mourinho 2 partidos de sanción y uno a Tito Vilanova por el incidente que todos recordaremos con ambos castigados como implicados.

Las reacciones sobre la decisión del Comité no se hicieron esperar, desde los más variopintos puntos de vista y con mayor o menor medida de radicalismo. Frases cargadas de odio, indignación o incluso indiferencia fueron escuchadas durante el día de ayer.Y hoy, con 24 horas para dejar enfríar el tema, veo adecuado ofrecer mi particular reflexión sobre la noticia. Obviaré el hecho de que un organismo encargado de impartir 'justicia' tarde 2 meses en decidirse sobre algo, estamos tan acostumbrados que ya ni sorprende, y pasaré a hablar del meollo de la cuestión. La pelea comenzó por una patada de Marcelo sobre Cesc, que provocó que el banquillo culé saliera al campo y los jugadores de ambos equipos se enzarzaran en un intercambio lamentable de golpes, empujones e insultos, y entre medias la acción entre Mou y Vilanova.



Hubo actos desafortunados de todo tipo con diversos protagonistas, pero la cámara lo tenía claro, había que apuntar a José Mourinho. Él es el responsable de las malas acciones de la gente ajena, despojada de voluntad propia y con tendencia a desencadenar su ira en defensa de cualquier causa, y como 'Señor de la guerra' que es, seguro que conseguiría dar juego al mundillo periodístico (perdón, farandulero) al día siguiente. Y vaya sí lo hizo, llenó programas y programas durante semanas enteras.


Se equivocó el portugués, y mucho, con esa lamentable acción, y se merece la sanción, al igual que también se equivocó Tito Vilanova al no tener la virtud de no caer en el juego, pero, ¿qué pasa con el resto? 15 personas más, como mínimo se vieron involucradas en acciones de nula deportividad. No importa, ya que el enemigo público número uno del momento (este mundo necesita a alguien de quien poder rajar públicamente de forma impune para deshacerse de sus frustraciones un rato) es el entrenador portugués, al igual que en su día fueron muchos otros ya olvidados. Nuestro fútbol quedó a la altura del betún y lo único que importa es sancionar a dos personas con...¿600 euros? ¿eso es la sanción ejemplar a aplicar a una persona que podría vivir 10 años con un mes de sueldo?. Marcelo, Ozil y Villa fueron expulsados, pero ni siquiera cumplieron el partido de suspensión debido a una calamidad de norma sacada de la manga a saber con qué lógica.

Si en su día el Comité fue incapaz de imponer un castigo justo para quién se equivocó, lo mejor que podría haber hecho habría sido quedarse quieto, no aparecer ahora reabriendo la polémica con una sanción irrisoria y solamente a un par de los muchos implicados, haciendo reabrir rencillas olvidadas. Recordando a los antiguos circos romanos, recuerda a aquel momento en el que el león, acabando ya de deleitar al público con su dosis de morbo habitual, recibía a un condenado inesperado de última hora para hacer enloquecer de alegría al público, con más carnaza para olvidarse de los defectos propios y consolarse con ver a alguien en peor situación que uno mismo. Lo peor es que da igual el por qué de la condena, todo sea por conseguir sentirse superior por un rato, además eran simplemente 'odiosos cristianos desviados de la sociedad'. La sociedad avanza, sí, la cuestión es reflexionar sobre la altitud del acantilado al que se dirige.

1 comentario:

  1. No hay logica para este atropello,el señor Florez deberia de dimitir,a quien se le ocurre,¿como estamos quedando mas alla de nuestras fronteras?,ahora resulta que esto noes una agresion y que el que la sufre a traicion y por la espalda no se puede defender,por otra parte creo que la actitud del barÇa es inteligente pues no entra al trapo del provocador de Mou,este tendra que arriesgar ahun masen el tema pues jugando al futbol lo tiene cada vez peor ahunque no lo parezca.

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