30 abr 2012

Cuando el destino nos alcance



Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com
"Sol: Alguna vez hubo un mundo.
  Thorn: Si, Siempre me lo dices.
  Sol: Yo estuve ahí, puedo probarlo.
  Torn: Lo se, lo se. Cuando eras joven la gente era mejor.
  Sol: Tonterías. La gente siempre ha sido mala. Pero el mundo era hermoso."


Cuando pensamos en lo que tenemos en la actualidad, es fácil caer en el pensamiento de que cualquier tiempo pasado fue mejor. El blanco y negro evoca sentimientos de sorda melancolía. Sentimos el ambiente de aquellos momentos como si fuesen hechos de otro mundo. El tiempo pasa tan deprisa que no somos capaces de asimilar que hubo otras épocas, otras formas de existir.

En el fútbol pasa igual. Estamos acostumbrados a un ritmo difícil de soportar, en el que es imposible estar al tanto de todo, y aún así procuramos estarlo. Nos olvidamos yade aquel tiempo en el que los aficionados al fútbol sólo pretendían conocerlo todo de sus equipos, y pasamos al consumo masivo. Especialistas, ojeadores aficionados y entendidos varios pueblan un mundo en el que todos quieren participar, un mundo que hasta hace poco estaba reservado para los privilegiados.

El hombre nace con el instinto de jugar, pero conforme crece, reprime el instinto, juega menos y observa más, hasta llegar a un punto en el que sólo nos queda ver la forma que tienen otros de divertirse, en un campo en el que cada vez hay menos lugar para la diversión y más para la exigencia. Preparación física, moderación de excesos, exposición a una devastadora opinión pública y exigencia competitiva, todo planteado para que el futbolista se gane el sueldo. El juego pasó a ser una empresa, y toda empresa tiene sus normas de estilo.

Aquellos tiempos de hombres jugando con un balón para obtener una alegría compartida con la afición empezaron a hacerse utópicos con la invención del Catenaccio allá por los años 60. Las bases de que primaba más el resultado que el espectáculo y la diversión estaban puestas. No se buscaba ya marcar más goles que el contrario, sino evitar que el rival llegara a portería. Los futbolistas dejaron de ser estrellas de rock para irse convirtiendo gradualmente en objetos inertes sometidos a exigencias como cualquier trabajador, que más tarde serían, por conveniencias del panorama, elevados a la categoría de dioses mediáticos.

Lejos quedan aquellos tiempos en los que los futbolistas charlaban con la afición cordialmente antes de los partidos. Asistimos a un deporte en el que se cerca completamente a sus participantes cuando están a punto de salir a actuar, algo que contrasta con el piloto de fórmula 1 o MotoGP atendiendo a la prensa minutos antes de jugarse el tipo. 

Cuando el destino alcance al fútbol, será el momento de mirar atrás, valorar los errores y darse cuenta de que este es un juego un día fue hermoso y que, más allá del dinero y las obligaciones, está hecho de gente, esa misma gente a la que apartan tras una valla para dejar bien claro que no estan a la altura de las estrellas.

27 abr 2012

Tito Vilanova, un ocupante conocido para el banquillo del Barça



 Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

Tito Vilanova será a partir de hoy el nuevo entrenador del Fútbol Club Barcelona. El recientemente desvelado como sustituto de Pep Guardiola tomará asiento como actor principal en un banquillo en el que llevaba tiempo actuando como secundario.

El nuevo mister culé acompañó a Guardiola durante toda una vida. Se conocieron en la Masía y se convirtieron en compañeros inseparables.  Ambos compartían posición en el campo, la de mediocentro, pero sus carreras como futbolistas fueron como la noche y el día. Mientras Guardiola se confirmaba como estrella, Tito fue un jugador más humilde, habitual de la 2ª división española. 

Después de entrenar a equipos humildes de Cataluña, Vilanova recibió la llamada de su amigo cuando este llegó a entrenar al Barcelona B, para un proyecto cuyo objetivo era el ascenso a 2ªB. Lo consiguieron juntos y ya nunca se separaron, subieron al primer equipo y el resto es leyenda del fútbol por méritos propios.

Tito toma el mando de un equipo que necesitará pronto una revolución, con sus principales estrellas teniendo a la vuelta de la esquina la necesidad de un relevo generacional. Fue siempre un consejero vital e imprescindible en los éxitos recientes del club culé, con peso tanto táctico como personal, y se supo hacer respetar en el vestuario con su trabajo a la sombra de su compañero de banquillo.

Se va de su equipo de toda la vida uno de los nombres clave del fútbol reciente, y deja en su posición a la persona más parecida pero a la vez más diferente a él. Comparten filosofía, pero son diametralmente opuestos en muchos aspectos, y entre ambos conseguían un equilibrio perfecto. No puedo evitar sentir curiosidad por ver al Guardiola post-Tito, creo que veremos a un técnico diferente a lo que conocemos.

Esta separación me recuerda inevitablemente a cuando Brian Clough y Peter Taylor dejaron de trabajar juntos. En aquella ocasión el mundo del que era por aquel entonces uno de los entrenadores con más prestigio del fútbol europeo cambió por completo y se vio abocado al fracaso, sólo pudiendo retomar el sendero del éxito cuando volvió a unirse con su inestimable compañero. Si esta vez pasará lo mismo sólo lo dirá el tiempo, pero es una posibilidad para nada descartable. Estoy convencido de que Tito tuvo mucho más peso táctico del que pensamos, pero la varita mágica de Pep dejará de estar presente en el equipo culé. Sea como sea, a los amantes del fútbol, incluso los que no somos simpatizantes del equipo, tenemos mucho que agradecer a este dúo. Salta ahora a primer plano un estudioso del fútbol cuya elección dará mucho que hablar en las próximas fechas.

26 abr 2012

Recuerdos de fútbol: El esplendor de los delanteros balcánicos


Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

Si hay una figura que traiga a la mente del futbolero la nostalgia de tiempos pasados, esa es la del atacante balcánico de los 90. Aquella hornada inacabable de talentosos (y no tan talentosos) futbolistas con una inacabable hambre de gol se convirtió en una costumbre de los periodos de fichajes de la época. Cualquier equipo que se preciase  debía tener un 9 nacido y criado en la cantera de cualquiera de aquellos cambiantes y conflictivos países que poblaban (y siguen poblando, aunque en su mayoría con diferentes nombres) la península de los Balcanes.

Nuestra liga se llenó de innumerables equipos que contaban en sus filas con una estrella de cualquiera de aquellas nacionalidades para ocupar (aunque no siempre con éxito), la referencia atacante. España fue el principal importador de jugadores procedentes de la zona balcánica, y pudimos disfrutar gracias a ello de futbolistas de una calidad irrepetible. Las características de aquel momento en su tierra les hacían tener un toque que no se encontraba en ningún otro tipo de jugador.

Eran, por lo general, jugadores con carácter, con la potencia y la definición como signos diferenciadores. Por los equipos españoles desfilaron una serie de nombres para el recuerdo: Pedja Mijatovic dejó muestras de su clase en Valencia y Real Madrid. El futbolista yugoslavo empezó siendo mediapunta, pero fue adelantando su posición con el paso de los años hasta ser el goleador que dio al Real Madrid su 7ª Champions League con un gol vital ante la Juventus. Su compañero croata, Davor Suker, dejó huella en Sevilla antes de formar un ataque para el recuerdo en el equipo merengue, junto al ya nombrado Mijatovic, Raúl y Morientes.

El Barcelona también se hizo con los servicios de jugadores de la zona. Primero fue el búlgaro Hristo Stoichkov, un jugador atípico con tendencia a desquiciar a todos que solía jugar escorado a banda y que consiguió un Balón de Oro gracias a su talento, y más tarde llegó el bosnio Meho Kodro, que dejó mucho que desear en su etapa blaugrana, recuperando algo de su nivel en el Tenerife, pero sin llegar a las cifras goleadoras del pasado, que le llevaron a impresionar en la Real Sociedad. Fue también en el equipo donostiarra donde vimos a otro de los grandes, Darko Kovacevic. Un delantero implacable que jugó durante 9 campañas en el club vasco, siendo una pieza clave en casi todos los proyectos.

El Valencia fue otro de los grandes importadores, con los irregulares pero geniales Adrian Ilie y Goran Vlaovic. El rumano era un futbolista letal e incómodo, por lo que se ganó el apodo de 'La Cobra', aunque sus continuos problemas de lesiones hicieron que durante su última etapa en Valencia no pudiésemos ver su mejor versión. El croata Vlaovic fue un futbolista más gris en su etapa valencianista, querido y odiado a partes iguales pero que en su mejor versión demostraba que sabía lo que era jugar al fútbol.

Ilie no fue el único cazagoles rumano de interés que llegó a España por aquella época. El incombustible Gica Craioveanu dejó muestras de su calidad en Real Sociedad, Villarreal y Getafe, mientras que el trotamundos Florin Raducioiu llegó al Espanyol como estrella, con el cartel de definidor implacable y veloz con el balón en los pies, pero se fue sin conseguir convencer del todo debido a sus problemas de lesiones, aunque su estancia en España le valió posteriormente para convertirse en el primer jugador que participó en las 5 grandes ligas europeas.

El Celta de Vigo contó con Lubo Penev (después de triunfar en el Valencia y Atlético de Madrid y conseguir una buena cifra de goles en el Compostela) y Vlado Gudelj. El primero lucía técnica y definición, mientras que el segundo se convirtió en un icono del conjunto vigués con su trabajo, compromiso y buen olfato de cara a gol. Por su parte, Savo Milosevic se ganó el corazón de la afición del Zaragoza tras dos campañas geniales entre 1998 y 2000. Más tarde volvería al equipo maño, y pasaría también por Espanyol, Celta y Osasuna.

El último de los grandes atacantes serbios de los 90 es  el que fue mi favorito en su día tras Mijatovic, y probablemente muchos os preguntabais si hablaría de él aquí. No es otro que el croata Alen Peternac, que en su estancia en Valladolid se descubrió como goleador y amante de la fiesta a partes iguales. Jugador poco estricto consigo mismo y frecuentemente pasado de peso, pero no por ello menos genial. Un hombre de área con habilidad también para crearse las jugadas que dejó un record en Pucela, el de máximo goleador de la historia del equipo en 1ª División.

No nos podemos olvidar de los fiascos. Goran Drulic se convirtió en el fichaje más caro de la historia del club con el apelativo de 'nuevo Vieri' y acabó siendo un fracaso de los gordos que nunca llegó a convencer. Perica Ognjenovic  llegó al Real Madrid como una de las grandes esperanzas de su país y no consiguió marcar ni un sólo gol en algo más de dos temporadas. Son sólo dos ejemplos de como aprovecharon los representantes la buena fama de la que gozaba el fútbol de sus paises.

Tampoco podemos dejar a un lado a Alen Boksic, un jugador que a pesar de no pasar por España consiguió convertirse en leyenda en Italia, Francia, Inglaterra y, por supuesto, su propio país. Actualmente en nuestra liga no tenemos tanto donde elegir, y lo que hay (Bilic, Lekic y Delibasic) no daría ni para escribir un artículo medio decente, pero en Europa encontramos a jugadores como Dzeko, Vucinic o Jelavic que intentan mantener viva la esencia de aquellos futbolistas que hace algo más de una década hicieron las delicias de muchas aficiones.

24 abr 2012

'Palabra de entrenador' - Orfeo Suarez


Un nuevo libro que añadir a la biblioteca. Una recopilación de anécdotas, vivencias y pensamientos creados alrrededor de la figura del entrenador de fútbol, vital para entender el exigido mundo de los banquillos.


Editorial: Córner
Autor: Orfeo Suárez
País: España
Año de publicación: 2011

'Palabra de entrenador' cuenta, a modo de relato, podría decirse que casi autobiográfico (pero muy alejado de la simple narración de sucesos), las anécdotas y conversaciones vividas por el autor con una importante colección de ilustres inquilinos de los banquillos de fútbol: Vicente del Bosque, Pep Guardiola, José Mourinho o Jabo Irureta son algunos de los nombres con capítulos dedicados en esta obra.

Anécdotas contadas por sus protagonistas, pensamientos tácticos explicados por el propio entrenador y una interesante variedad de frases célebres que acompañan al lector durante más de 300 páginas. Un libro que todo aspirante a técnico ha de leer para entender un poco mejor lo que rodea a un cargo tan sujeto a la presión como el de director técnico.

Se descubren las personalidades de cada protagonista, la opinión que tienen sobre los profesionales que los acompañaron durante sus diferentes etapas y el papel que jugaron cada uno de sus hombres de confianza en sus éxitos y fracasos.

22 abr 2012

Goles míticos (IX): Andry Shevchenko a la Juventus (2001)


Shevchenko se convirtió en uno de los mejores delanteros de las últimas décadas gracias a jugadas perfectas que acababan con frecuencia en goles increibles. Marcó muchos a los largo de su carrera, que da sus últimos coletazos en el equipo que le llevó al estrellato, el Dynamo de Kyev. Uno de los mejores tantos que anotó este genial delantero fue ante la Juventus.

En la 13ª jornada de la Serie A 2001/2002, el Milan se enfrentaba en San Siro a otro equipo histórico del Calcio, la Juventus de Turín. Corría el minuto 23, con 0-0 en el marcador, cuando una prolongación de Rui Costa fue mal despejada por el defensa Paolo Montero, ocasión que aprovechó el español Javi Moreno para poner el cuerpo y que el balón le cayese a Sheva. El ucraniano comenzó una carrera en la que esquivó a dos defensas rivales y, en un angulo complicado y desde fuera del área, conectó un disparo perfecto al que Buffon no pudo llegar. El partido terminó 1-1, después de un gol de Del Piero de penalty.

20 abr 2012

Futbolistas al borde de un ataque de nervios (I)


Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

Repasaremos hoy una serie de disputas, broncas o desencuentros en general vividos por gente que se dedica profesional al fútbol. Personas que dejan a un lado la vitola de dioses que tienen asignada y demuestran mediante la ira que también son humanos. Hay unos cuantos casos, y probablemente este no sea el único artículo dedicado al tema. Empezamos:

  • Ferguson despliega accidentalmente su ira contra David Beckham (2003)



El siempre cuidadoso con su aspecto David Beckham encontró un motivo de preocupación estética después de una derrota en FA Cup frente al Arsenal. Un desesperado Sir Alex Ferguson no se pudo contener mientras hablaba con el equipo en el vestuario y dio una patada a una bota que estaba en el suelo del vestuario, con la mala suerte de que fue a parar a la cara de su centrocampista, con el resultado que podéis observar en la foto superior.


  • Louis Van Gaal y su frase mítica (1999)


¿Quién no recuerda aquel famoso cabreo del entrenador holandés cuando dirigía al Barça? ''Siempre negativo, nunca positivo'' se convirtió en una frase muy típica en las conversaciones distendidas sobre fútbol, o incluso en cualquier otro ámbito, aunque puede que después de tantos años no tengamos muy claro a qué fue debido. Van Gaal estaba dando una rueda de prensa cuando un periodista le dijo que había roto un pacto con la plantilla al explicar por qué no convocó a Rivaldo para un partido. El técnico estalló, y la bronca completa la podéis ver en el vídeo.

  • Tensión entre Helenio Herrera y Juanito (1980)


El pique empezó antes de un clásico entre Barça y Real Madrid en noviembre de 1980. Unas declaraciones del entrenador del Barcelona en las que criticaba la habilidad de Juanito para desmarcarse no sentaron nada bien al jugador, que salió al campo revolucionado. Cuando el delantero madridista marcó el gol del empate para su equipo y puso el 1-1 en el marcador, corrió hacia el banquillo visitante y gritó al emblemático técnico: ''¡Vete al asilo, viejo!''. El Barcelona ganó 2-1 el partido y Herrera ironizó en rueda de prensa sobre la frase.

  • Giovanni Trapattoni explota contra sus jugadores (1998)


En la etapa de Trapattoni al frente del Bayern de Múnich dejó una rueda de prensa para la historia. Cansado del mal rendimiento de un equipo que consiguió ser campeón la semana pasada, el italiano cargó contra todos los jugadores que consideró por debajo de su rendimiento, manifestando su malestar y dudando de la profesionalidad de los suyos, poniendo al fútbol de su país por encima del alemán. Una de las conferencias más airadas de la historia del fútbol.

  • Ivano Bonetti y la agresión bizarra (1996)

Bonetti fue un futbolista italiano que llegó a jugar en la Juventus y tuvo una trayectoria interesante en el Calcio italiano. Cuando su carrera empezaba a entrar en decadencia, el modesto Grimsby Town hizo una colecta para llevárselo, con bastante bombo mediático en el país británico. Su temporada fue decente, pero la rabia de su entrenador, Brian Laws, se cebó con él después de una derrota por 3-2 ante el Luton Town (equipo al que habían ganado por 7-1 sólo un mes antes). Laws no pudo controlarse y arrojó al italiano lo primero que encontró cerca, que resultó ser, por increible que parezca, un plato de alitas de pollo, que estrello en la cara de Bonetti y fracturó el pómulo del centrocampista.

  • Louis Van Gaal, segunda parte (2011)


El entrenador holandés es un habitual de las broncas y las frases para la historia, pero esta vez no fue hablar, ni mucho menos,  el método que utilizó para que su mensaje calase en los jugadores. Mientras entrenaba al Bayern de Múnich. El incidente fue explicado por Luca Toni, jugador que nunca contó para el técnico: ''El mister quería dejarnos claro que podría prescindir de cualquier jugador, y que no le temblaba el pulso al hacerlo, ya que tenía pelotas suficientes''. Acto seguido, el holandés se bajó los pantalones en pleno vestuario, dejando ver a sus jugadores que, efectivamente, tenía pelotas de sobra.

19 abr 2012

Los cracks que nos perdimos (VI): Guti


Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com


El caso que hoy trataremos en esta sección ganó Champions, jugó en un grande durante muchos años y llegó a ser internacional, pero muchos nos quedamos con la incógnita de lo que podría haber sido. Nunca disputó un Mundial o Eurocopa.
  
  • Guti, la eterna promesa


Contaba con tan sólo 9 años cuando el Real Madrid lo incorporó a sus categorías inferiores. José María Gutiérrez, al que terminarían llamando Guti, fue aprendiendo a jugar al fútbol en el  equipo merengue, mostrando un talento de futuro crack que hacía a sus entrenadores presagiarle un brillante futuro. Desde muy joven muchos ya profetizaban que llegaría al primer equipo madridista, pero había que esperar. Contaba con 18 años cuando debutó con el Real Madrid Castilla, en 1995, y sólo unos meses después, Jorge Valdano le dio su primera oportunidad en el primer equipo, en un partido contra el Sevilla en el Santiago Bernabeu que se saldó con victoria local por 4-1.

Sus primeros 3 años en el primer equipo fueron de rodaje, cumplía el papel de jugador de recambio mientras cogía experiencia en Primera División, pero en la 98/99 pasó a tener un papel más importante y debutó con la selección española de Camacho. La siguiente campaña, con la llegada al banquillo de Vicente Del Bosque (que se convirtió en su principal valedor) fue el espaldarazo definitivo que le llevó a conseguir un papel de peso en el equipo. Guti participó activamente en la consecución de la 8ª Champions League de la historia del Real Madrid cuando contaba con tan sólo 23 años. Un jugador de leyenda parecía estar llegando. Pero pasaban las temporadas, y aunque jugaba partidos y deslumbraba por momentos, algo fallaba. A pesar de ser uno de los jugadores con más talento de la plantilla, no llegó a hacerse con la titularidad en casi ninguna de sus muchas temporadas vistiendo de blanco. Se le acusaba de falta de profesionalidad y de estar más pendiente de lo que pasaba fuera del campo.

Su carencia de esfuerzo le llevó a convertirse en el habitual jugador número 12 en lugar del jugador total al que aspiraba convertirse. Se vio envuelto en diversos incidentes extradeportivos y aparecía en un tipo de prensa que no tenía nada que ver con el deporte demasiado a menudo. En algunos partidos de importancia se borraba de las convocatorias o desaparecía en la inmensidad del campo. Cuando Del Bosque se fue, la sucesión de entrenadores que llegaron fueron, alternativamente, considerándolo una pieza clave de su proyecto o relegándolo a suplente con gran facilidad.

La llegada de Schuster a punto estuvo de hacer que abandonara el club, pero finalmente el técnico alemán terminó por convencerse de su valía y le hizo sentirse importante. De hecho, en la primera temporada que 'el ángel rubio' dirigió al conjunto merengue, el nivel ofrecido por Guti fue el mejor en mucho tiempo, y se convirtió en el máximo asistente del campeonato. Todo se terció con la destitución del alemán y la llegada de Juande Ramos, que se olvidó del canterano y lo hizo pasar absolutamente desapercibido. A Juande no le gustaban los jugadores volubles.

En 2009 Florentino Pérez, que siempre mostró predilección por Guti, volvió a la presidencia del club merengue, y se llevó a Manuel Pellegrini de la mano. El chileno estaba dispuesto a volver a hacerle sentir importante, pero el jugador mordió la mano que le iba a dar de comer y se las apañó para emprender una campaña de desprestigio contra su nuevo jefe que terminó por empañar completamente su temporada, que a la postre sería su último año en Madrid. José Mourinho ni siquiera consideró contar con él en su proyecto.

Salió por la puerta de atrás de su club de toda la vida para firmar por el Besiktas. No llegó a triunfar en Turquía, y después de estar poco más de un año  en tierras otomanas, decidió rescindir su contrato de mutuo acuerdo. A día de hoy sigue sin equipo, y a pesar de que se vinculó con algunos proyectos, parece poco probable que pueda volver a vestir la camiseta de otro equipo profesional. Por fin tiene inmunidad para hacer todo lo que hacía pero no debía.

Guti fue un jugador con un talento desbordante, un talento mayor del que él mismo creyó tener. Fue durante mucho tiempo el jugador con mejor técnica del Real Madrid, y su mejor nivel no lo eclipsó casi ninguno de los cracks que pasaron por las filas del conjunto merengue, aunque su irregularidad lo condenó. Nos quedamos con la duda de qué podría haber sido de este jugador si tuviera la mitad de coraje y capacidad de sacrificio de su compañero Raúl. Si pudo permitirse ser un crack sin esforzarse, con un poco de trabajo pudo ser leyenda. Una lástima.

18 abr 2012

TOP 10 2012: Defensas centrales


 Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

NUEVA VERSIÓN -> TOP 10 2017: Defensas centrales

Turno de seguir ordenando jugadores. Después de los artículos correspondientes a porteros y a los dos laterales, llega el momento de cerrar las posiciones defensivas con los centrales:

 Nº1 Sergio Ramos, 26 años


Cuando incluí a Ramos hace un par de años en el TOP de laterales derechos comenté que me gustaba mucho más cuando jugaba en el centro. Y así fue, con su re-reconversión a central nos encontramos ante un futbolista con todas las cualidades que necesita un jugador en el centro de la zaga. Contundencia, seguridad por alto, buena llegada al corte y excepcional salida de balón. Quizás sube demasiado en jugadas en las que un central no debería estar tan arriba y tiene tendencia a jugar con una tarjeta amarilla, pero sabe cargar con la presión de la amonestación y no es un futbolista al que suelan expulsar.

Nº2 Giorgio Chiellini, 27 años


Un espectáculo. El defensa más seguro del Calcio, un fútbol en el que esa parcela es clave. Es alto y va bien por arriba, pero además tiene velocidad suficiente como para disputar balones en carrera e ir excelentemente al corte. Sus entradas son medidas y rara vez comete faltas cuando no son necesarias. Suele también marcar varios goles por temporada, en sus incorporaciones en las jugadas a balón parado.


Nº3 Thiago Silva, 27 años


Elegancia. El defensa brasileño del Milan fue nombrado por Paolo Maldini como su sucesor (el sucesor de la última época, en la que jugaba en el centro), y hasta ahora no está dejando quedar mal al mítico Capitano. Destaca su salida de balón, pero también es un defensor imponente. Es raro verlo fuera de sitio y no suele quedarse vendido. Sabe meter la pierna en el momento justo en los balones divididos y tiene la suficiente velocidad como para plantar cara e incluso ganar en carrera a casi cualquier atacante.

Nº4 Carles Puyol, 34 años


No es el de sus mejores tiempos, pero me resulta imposible bajar al máximo exponente de lo que es un muro defensivo más allá del cuarto puesto. Un jugador con rigor táctico, colocación y sobre todo lucha. Un futbolista que no conoce lo que es una excusa, siempre da lo máximo de sí mismo. Llega a casi todos los balones que pasan por su parcela y su potencia le hace ser también bueno de cabeza a pesar de no ser demasiado alto. Su experiencia hace también que sus compañeros de zaga se beneficien de sus indicaciones y correcciones.


Nº5 Pepe, 29 años


Estamos ante el caso de un jugador que podría ser el mejor en su puesto, pero sus idas de cabeza lo condenan a estar señalado como un futbolista peligroso. Su negativa imprevisibilidad hace que me vea obligado a bajarlo hasta el 5º puesto, ya que su actitud en el campo es inadmisible en muchos aspectos. Por lo demás es un jugador contundente y trabajador, que aporta carácter a los partidos. Disputa con todo cada balón y suele salir vencedor. Cualidades de sobra para marcar época, pero mal gestionadas.

Nº6 Thomas Vermaelen, 26 años


Las lesiones son el principal handicap de un central de capacidades sobradas. Va bien por alto, es un marcador incómodo y cuando se va al suelo se asegura de hacerlo con la contundencia necesaria como para no quedarse vendido. Un jugador vital para el Arsenal que cuando falta hace que su equipo lo eche mucho de menos atrás, sobre todo cuando su sustituto es el imprevisible Johan Djorou.


Nº7 Gerard Piqué, 25 años


El central del Barcelona está ante su temporada más aciaga como jugador culé. Está marcado por la irregularidad y ya no parece ser indiscutible, pero sus cualidades siguen estando ahí. Impecable salida de balón y poderío por alto, junto con una zancada que le hace llegar con diligencia hacia su objetivo. Tácticamente tiene carencias, que fueron siempre subsanadas por su compañero Puyol, pero este año y debido a la falta de efectivos en defensa, Carles no puede estar a todo. Piqué no está bien de forma, y los episodios extradeportivos en los que se vio inmerso también afectan y mucho a su concentración. Una temporada para olvidar la de Gerard.

Nº8 Vincent Kompany, 26 años


A pesar de su envergadura, el defensa belga es un jugador rápido, su altura le hace dominar los balones altos y su fuerza lo convierte en un jugador a evitar en el área. Es un lider que hace que un equipo lleno de estrellas se centre en el juego y no en competir entre ellos, aporta coherencia a un equipo como el Manchester City, en el que muchas veces hace mucha falta. Un seguro de vida tanto en acciones dentro del área como en los momentos en los que le toca ser el último defensor.


Nº9 Mats Hummel, 23 años


Saltó a la fama hace un tiempo como 'el central goleador', pero el del Borussia es mucho más que eso. Forma parte de una de las defensas menos goleadas de Europa, y en un equipo tan ofensivo como el BVB (donde incluso ambos laterales son de corte atacante) tiene mucho mérito. Cubre bien, es muy difícil de batir en el uno contra uno, sabe manejar el balón y trabaja los 90 minutos. Esas son sólo alguna de las cualidades que lo hacen uno de los centrales con más futuro de la actualidad.

Nº10 David Luíz, 24 años


Un futbolista con un futuro imponente, aunque a veces sus errores de inexperiencia puedan resultar desesperantes. Aporta mucho al ataque, tanto en la salida de balón como en las incorporaciones ofensivas, y defensivamente va mejorando partido a partido. Será junto con Gary Cahill la próxima gran pareja de centrales del Chelsea, aunque necesita adquirir cierta disciplina y evitar rifar el balón en acciones innecesarias como intentos de regate siendo el último defensa.



 Bonus Track:

Nemanja Vidic, 30 años



Lo pongo aparte porque lleva toda la temporada lesionado, pero en condiciones normales sería TOP 3 indiscutible. El del United es un central completísimo, que formó una pareja inexpugnable con Rio Ferdinand. Un lider con una gran capacidad en el juego aéreo y un tackling digno de admirar. La defensa del Manchester pierde sin él mucha seguridad y su baja es una de las principales razones de que el equipo de Ferguson pase apuros en algunos partidos.

17 abr 2012

Antonio Di Natale, un heroe mortal en un mundo de dioses


El fútbol moderno no tiene alma. Es un escenario frío con actores alejados del sentimiento, una práctica capaz de desatar pasiones sentidas más profundamente por quien lo ve que por quien lo practica. El halo que rodea a las máximas categorías de este deporte es casi impenetrable.

Los futbolistas modernos están elevados a la categoría de deidades alejadas de los problemas mundanos. Están presentados como una carcasa impersonal, rodeados de cuidados que les impiden mostrar su lado humano en público. La falsa perfección es lo que vende, y toda persona metida en el mundo del fútbol lo sabe. Los clubes dictan unas normas de estilo, los entrenadores advierten a sus pupilos más polémicos a la hora de hacer declaraciones y en las apariciones públicas se deja bien claro quien es la estrella y quien la plebe, llegando incluso a interponer verjas entre el futbolista firmaautógrafos y la afición enloquecida.

Los menos reflexivos aceptan la situación como habitual y los más pesimistas lo ven como un mundo en el que sólo hay lugar para lo material, pero a veces conocemos noticias que hacen que todos se posicionen en la misma idea: no todo está perdido. La última de ellas tuvo como protagonista a Antonio Di Natale, el goleador incansable de Udinese.

El Toto es un crack atípico. Llegó al estrellato con una edad ya avanzada, a la que muchos otros jugadores ya están pensando en el retiro dorado, y lleva mucho tiempo demostrando que la edad no hace mella en su juego. Un goleador infalible que cuando tiene la portería en el punto de mira no duda y no comete errores. Sus virtudes futbolísticas darían para un artículo, pero no es eso lo que quiero tratar hoy, sino la noticia de que decidió hacerse cargo de la hermana discapacitada del fallecido Piermario Morosini.

Morosini, ex compañero de Di Natale, sufrió un fatal infarto el pasado fin de semana en un partido de Serie B italiana, una escena escalofriante que terminó en tragedia, una más a sumar a la historia de su ahora indefensa hermana, que ya había perdido a sus padres y a otro hermano, por lo que se había quedado sola y haciendo frente a una discapacidad. Di Natale, al enterarse de la triste noticia y con el aprecio que le unía a su amigo, que lo acompaño cuando necesitaba apoyo, quiso devolver el favor. Reflexionó rápidamente y, tras pedir apoyo al fútbol italiano y dar a conocer la situación, decidió que se haría cargo de Carla María Morosini como una más de su familia, un gesto que no pasó inadvertido para nadie.

Puede que tenga difícil ir a la Eurocopa (aunque se lo merece más que muchos otros que sí irán), puede que no tenga sus vitrinas llenas de títulos continentales, ni siquiera nacionales, pero lo que es innegable es que su grandeza va más allá de cualquier trofeo futbolístico. Un ejemplo a seguir que deja claro cuales son sus prioridades en este mundo, y que a partir de ahora contará con más seguidores incluso que los que ya tenía. Y sin gloria competitiva de por medio, algo difícil para un futbolista en los tiempos que corren.

Desde aquí sólo queda sacarse el sombrero ante algo así, un gesto que eleva a Di Natale a la categoría de heroe dentro y fuera de los terrenos de juego, y que incluyo en la categoría 'Destellos de calidad', ya que la clase también se puede (y se debe) mostrar sin el traje de jugador puesto. Grazzie Toto, por humanizar el fútbol.

16 abr 2012

Danny Bergara, pionero foráneo en los banquillos ingleses


 Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

El fútbol inglés siempre fue (aunque cada vez menos) muy cerrado en sí mismo. Es extremadamente raro encontrar jugadores ingleses más allá de las fronteras del Reino Unido, algo que evidencia la alta estima que tienen a su fútbol. En el caso de los banquillos, el orgullo inglés era, hasta hace poco, algo casi extremo.

Hasta hace escasas décadas, encontrar entrenadores de equipos ingleses nacidos fuera de los límites del Reino Unido era tarea casi imposible. El primer entrenador extranjero que dirigió a un equipo de First Division (actual Premier League) no llegó hasta 1990, con el fichaje del checoslovaco Jozef Venglos por el Aston Villa, y en categorías inferiores, los managers que consiguieron llegar al cargo de un equipo inglés siendo extranjeros casi se podían contar hasta esa fecha con los dedos de una mano.

Uno de esos escasos nombres tenia tintes hispanos: Daniel Bergara, y su lugar de procedencia era Uruguay. Bergara había sido un goleador que dio sus primeros pasos en el fútbol de su país antes de dar el salto a la liga española, donde jugó en las filas de Mallorca, Sevilla y Tenerife, retirándose en 1973, con 31 años debido a una lesión crónica.Su estancia en Mallorca le llevó a conocer a su esposa, una guía turística inglesa, con la que se iría a vivir al país británico una vez acabada su carrera como jugador.

Bergara decidió, una vez en tierras inglesas, probar suerte como manager y, con la ayuda de un primo de su mujer que le presentó a Harry Haslam, entrenador por aquel entonces del Luton Town, consiguió el puesto de preparador de juveniles en el equipo de Bedfordshire. Cuando Haslam fichó por el Sheffield United se llevó a todo su equipo técnico a Bramall Lane, incluido Danny, que continuaría ocupando el mismo cargo. 

Sus métodos de entrenamiento eran innovadores y le fueron labrando una importante fama en Inglaterra, lo que le valió para colaborar durante años en las categorías inferiores de la selección británica, compaginándolo con su labor en Sheffield hasta 1982, cuando se quedó sin trabajo en ambos lugares. Se pasó cuatro años alejado del fútbol, hasta que pasó brevemente por el Middlesborough como segundo entrenador de Bruce Rioch, pero los problemas económicos del club lo dejaron nuevamente su trabajo.

Consiguió ganarse su oportunidad como responsable de un primer equipo en 1988, cuando se hizo cargo del Rochdale, convirtiéndose probablemente en el primero que conseguía entrenar a un conjunto inglés sin tener la lengua anglosajona como idioma nativo, y también hizo historia unos años más tarde como el único foráneo que hasta aquel entonces había conseguido jugar una final de copa (Football League Trophy) en Wembley. Estuvo poco tiempo en Rochdale, pero supo dejar huella antes de llegar en 1989 al club en el que marcó una época, el Stockport County.

Llegaba a un club en situación difícil, que llevaba casi 20 años en 4ª división y que en ese periodo de tiempo había despedido a 14 entrenadores diferentes y mostrado más sombras que luces en competición liguera, pero con la llegada del uruguayo todo iba a cambiar. Los aficionados recibieron al semidesconocido con recelo, sin imaginar que se convertiría en su salvación. En su primer año completo a cargo de su nuevo club lo llevó al mejor resultado liguero en casi dos décadas y un sólo partido les privó del ascenso. Al ser preguntado sobre lo mejor de aquella temporada dejó clara su imprevisible personalidad: ''Lo mejor del año fue que nos limpiaron los aseos y pintaron  los vestuarios''. La decepción por no poder conseguir el ascenso en aquel primer año dejó paso al éxtasis en la campaña siguiente, cuando el Stockport regresó a la tercera categoría del fútbol inglés comandado por un Bergara erigido como ídolo de la afición.

En las tres temporadas siguientes consiguió hacer soñar a la gente de Stockport con un nuevo ascenso, alcanzando en todas ellas el play-off para subir de categoría, pero no pudieron conseguir llevarse la victoria. Tampoco lograron ganar ninguna de las dos finales del Football League Trophy, pero sin duda estos logros tenían mérito por ser impensables hasta hacía poco tiempo. Después de esas 3 primeras campañas en tercera Danny decidió que había que volver al asalto del ascenso mediante una reconstrucción del equipo, que luchaba por un nuevo puesto en play-off cuando llegó una noticia que heló a la afición: Danny Bergara era destituido antes de finalizar la campaña debido a un enfrentamiento público con el dueño del club. Dejaba atrás a una afición destrozada por perder a su ídolo y a un club al que engrandeció durante su estancia por méritos propios.

Tras este incidente, Bergara no volvió a disfrutar del éxito como entrenador. Pasó brevemente por Rotherham United, Doncaster Rovers y Grantham Town, pero los resultados no fueron buenos, perder el proyecto de Stockport y los juicios posteriores en los que se vio implicado le hicieron perder su magia. Trabajó durante un tiempo como ojeador para el Sunderland, antes de poner punto y final a su relación con el fútbol.

Esta es la historia de un hombre que se convirtió en héroe de un equipo modesto, un héroe que no pudo sortear a la muerte, que le alcanzó en 2007, para consternación de los fans del Stockport County llegó 3 días después de su muerte, y consistió en un solemne encuentro amistoso en Edgeley Park que enfrentó a los locales y al Cardiff, y durante el cual no dejó de sonar la canción que los aficionados siempre le dedicaban en cada partido: 'Danny Bergara's Blue 'N White Army'

15 abr 2012

O Noso Derbi, o día do fútbol galego



Ídesme deixar esta vez que no artículo que vou a escribir utilice a miña outra lingua, o galego. No día de hoxe celébrase a festa do fútbol de Galicia, e a ocasión merece que utilice o noso preciado legado linguístico para falar deste tema.

Facía 5 anos, dende 2007 que Celta e Deportivo non medían as suas forzas en Balaídos. Polos azares da vida, coincidiu que o encontro se celebrou tamén un 15 de abril, polo que este domingo será o aniversario exacto daquela disputa, que rematou con victoria local por 1-0 e gol de Fernando Baiano. Os de Oltra loitarán por facer que o resultado nesta ocasión sexa moi diferente.

Chega este encontro nun momento decisivo da tempada, a 10 partidos do final e 7 puntos de vantaxe para os coruñeses (a espera dun partido pendente de remate do Celta). Unha victoria branquiazul deixaría o ascenso encarrilado, mentres que un resultado favorable para os de Vigo daría emoción ó último tramo da competición.

O partido ten todolos ingredientes para ser un espectáculo, e as afeccións deben de ter moi en conta que o de hoxe, ainde que estea envolto nunha forte néboa de paixón, non deixa de ser un deporte. Non fagamos que un partido tan bonito se converta nun motivo de vergoña e disfrutemos do que ambolos dous conxuntos teñen que ofrecer, deixando as disputas dialectais para o día seguinte, cando os ánimos estean máis calmados. Fagamos caso a iniciativa saída nos últimos dias dende as peñas e as plataforamas dixitais que seguen a actualidade dos clubes.

O de hoxe será unha festa, a festa do noso fútbol, e ninguén pode privarnos de eso máis que nos mesmos. Non se pode facer demagoxia, todos sabemos que desexar sorte o rival non sería máis que unha hipócrita postura e que todos queremos gañar esto como sexa, pero polo menos deberemos respetar a quen temos diante e pensar que teñen tanto dereito coma nos a defender ó seu equipo. Que cando entremos ás 12:00 en Balaídos vaiamos pensando só en ver un bo partido e a victoria dos nosos é todo o que se pode pedir. Que comece o espectáculo.

Recordo tamén que xa podedes conseguir o libro solidario 'Relatos sobre el Derbi Celta-Depor', literatura por unha boa causa.

14 abr 2012

Goles míticos (VIII): Philipp Lahm a Costa Rica (2006)


El partido inaugural del Mundial de Alemania enfrentó a la anfitriona con la selección de Costa Rica. El equipo dirigido por Jurgen Klinsmann empezó motivado por jugar en su territorio y apabulló al rival durante los primeros instantes. Habían pasado solamente 6 minutos de partido cuando el lateral izquierdo de la Mannschaft recogió un balón rechazado en su banda y se dirigió hacia una posición más centrada, conectando un tiro desde el borde del área que se coló en la portería de José Porras y puso el 1-0.

El partido acabó con victoria alemana por 4-2, un resultado que hizo empezar con buen pie a los anfitriones en el Mundial.

13 abr 2012

'Scunthorpe hasta la muerte' - Íñigo Gurruchaga


Seguiré hablando en esta sección sobre los libros que todo aficionado al fútbol ha de tener en su estantería. En esta ocasión es momento para un relato que destila fútbol, anécdotas e historias por los cuatro costados.





Editorial: Saga Editorial
Autor: Ìñigo Gurruchaga
País: España
Año de publicación: 2010


''El fútbol es un juego que comienza a las tres de la tarde en un sábado inglés''

Así empieza este libro, en el que el autor deja claro que el balompié será la trama básica que nos guiará durante su lectura. 165 páginas de relato incansable acerca del fútbol y su historia (con algunos capítulos dedicados también a la narración del pasado de ciudades que tienen que ver con el argumento), hilado todo ello mediante la historia vital real de Alex Calvo-García, futbolista español que decidió emprender la aventura en tierras inglesas y llegar a un equipo muy peculiar en el que, después de una dura adaptación a su nuevo ambiente en un lugar en el que no conocía el idioma, consiguió afianzarse como el ídolo local

La alternancia entre anécdotas futbolísticas, explicaciones históricas sobre ciudades, equipos o personajes que rodean el mundo de Alex cautiva desde el primer momento, y rápidamente nos vemos inmersos en la modesta Scunthorpe, ciudad industrial cuya acerería dio apodo al equipo local (The Iron). Conocemos los desilusionantes inicios futbolísticos de Alex mientras nos identificamos con su sueño de conseguir triunfar en el fútbol, y deseamos llegar al final para corroborar que efectivamente fue así.

Terminará por hacerse corto, las ganas de más historias sobre fútbol y lo que lo rodea se harán insaciables, pero lo que garantiza el libro es que, una vez terminado, no podréis evitar cogerle un cierto cariño al modesto Scunthorpe United. Una lectura rápida, amena y sobre todo obligada para todo amante del fútbol.

12 abr 2012

Ayudantes de banquillo para agrandar al actor principal


Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com
 
Existe una figura en el mundo del fútbol que no recibe demasiada atención (por lo menos hasta la aparición de Karanka en las ruedas de prensa), un cargo que se basa en ayudar y hacer lo que al entrenador principal no le es posible, por cuestiones de tiempo o porque no está capacitado para ello. Estoy hablando, como ya adivinaríais, de los segundos entrenadores. 

En el artículo de hoy repasaré las figuras de unos cuantos 'hombres a la sombra' de un técnico principal que resultaron o resultan ser vitales para el lucimiento de sus jefes.

  • Peter Taylor
El caso por antonomasia de segundo entrenador clave para el éxito. Taylor siguió a Brian Clough de victoria en victoria en su carrera como ayudante, y juntos consiguieron pasar a la historia con gestas casi incomprensibles. Clough era el genio excéntrico, un entrenador capaz de preparar una final de Champions League llevándose a sus jugadores de fiesta por Mallorca, y con graves problemas con el alcohol, pero con una capacidad increíble para sacar lo mejor de cada pupilo. Llevó a un equipo modesto como el Notthingham Forest a conseguir 2 Copas de Europa, un hecho sin precedentes, y en menos de un lustro consiguió sacar a de Second Division a un Derby County estancado en la segunda categoría del fútbol inglés para convertirlos en campeones de la First Division. Todos estos logros probablemente no habrían sido posibles sin la figura de su segundo entrenador. Peter Taylor era el hombre de confianza de Clough, el que aportaba cordura y en el que confiaba a la hora de pedir consejo. Además se pasaba buena parte de su tiempo viajando hasta los más remotos campos en busca de futbolistas adecuados para los proyectos, tanto para el primer equipo como para los juveniles, acertando casi siempre con sus recomendaciones. La relación entre los dos amigos se deterioró cuando Clough se decidió por negociar con el Leeds a espaldas de Taylor, aunque volverían a trabajar juntos años después (con excelentes resultados), cuando el excéntrico entrenador se dio cuenta de que no era capaz de conseguir el éxito sin su eterno acompañante.

  • Jimmy Murphy
El hombre que mantuvo vivo al Manchester United, y uno de los nombres más injustamente olvidados de la historia del equipo red devil. Acompañó al emblemático Matt Busby durante gran parte de su carrera en el banquillo de Old Trafford y fue su hombre de confianza. Un líder que sobrellevaba perfectamente vivir a la sombra de otro líder. Era el hombre a cargo de hacer cumplir las órdenes de Busby cuando el entrenador no podía hacerlo, y consiguió que los jugadores lo vieran como una voz a la altura de la de su mánager. Tras el desastre aéreo de Múnich que costó la vida de varios integrantes del equipo de Manchester y que a punto estuvo también de acabar con la de su jefe de banquillo, Murphy (que no viajaba en aquel avión) fue el único que defendió que el equipo debía seguir adelante, cumpliendo el deseo de Busby y en contra de la directiva, que tenía intención de apagar por un tiempo la actividad del club hasta que las cosas se tranquilizasen.

  • Joachim Löw 
La historia de Löw es la de un entrenador que consiguió redescubrir su carrera dejando por un tiempo de ser director técnico y bajar un escalón, para posteriormente sustituir a su superior y continuar su filosofía de juego con mejoras de su propia cosecha. Después de una carrera como entrenador con altibajos, Joachim decidió acompañar a Jurgen Klinsmann en su etapa en la selección alemana, convirtiéndose más tarde en su sustituto, con resultados notables. Hizo de la Mannschaft un equipo temible, con una mezcla de orden, talento y juventud, y se hizo un hueco entre los mejores del momento, mientras que Klinsmann, después de no poder triunfar en el Bayern de Múnich, encara un nuevo proyecto al frente de la ascendente selección de USA.

  • Carles Rexach
Johan Cruijff formó un Dream Team inolvidable acompañado por su inseparable segundo de a bordo. Rexach era el alter ego del entrenador holandés, su relación tuvo altibajos y se rompió definitivamente cuando Charly siguió en el club tras el despido de su 'jefe', pero profesionalmente se manejaban a la perfección. Sustituyó al frente del equipo a Cruyff (debido a varias indisposiciones) en diferentes ocasiones con excelentes resultados, y se le atribuye gran parte del mérito táctico del equipo que deslumbró a Europa durante los 90.

  • Brian Kidd
Kidd llegó al Manchester United de la mano de Sir Alex Ferguson para tomar el cargo de entrenador de juveniles, ayudando a la progresión de jugadores tan importantes en el futuro del club como Ryan Giggs. Fue ascendido al primer equipo para convertirse en la mano derecha del técnico escocés, y en los 7 años que estuvieron juntos consiguieron éxitos de todo tipo. Kidd ayudaba en buena medida a la integración de los jugadores jóvenes y se mantenía siempre en un segundo plano, aprendiendo de su mentor y aplicándolo más tarde él mismo. Al finalizar su carrera en Manchester continuó siendo ayudante de varios entrenadores en equipos importantes, como el Leeds United de principios de siglo. Actualmente es el segundo de Mancini en el Manchester City.

  • Tito Vilanova
La meticulosidad de Guardiolale hace tomar todas sus decisiones con gran reflexividad, y la elección de su acompañante no fue una excepción. Vilanova que, siempre desde un eterno segundo plano, se encarga de hacer entender a la plantilla el mensaje de Pep. Consejero incansable en el que Guardiola confía ciegamente, se encarga de que el equipo tenga claro lo que el cuerpo técnico quiere de ellos y es una de las pocas personas capaces de hacer dudar a Pep de sus decisiones.

Estos son sólo algunos de los nombres de personajes a la sombra de una figura superior, pero que actúan de perfectos engranajes para el funcionamiento de la máquina. Un papel vital para que un equipo funciones como es debido.

5 abr 2012

El refugio



Vivimos el momento con demasiada avidez de novedades. La forma de actuar de la sociedad está basada en, una vez conocido las últimas noticias, darle su importancia durante un breve período de tiempo para, repentinamente, reciclarlas y pasar rápidamente a mantenerse a la espera de qué será lo siguiente que nos ofrezcan. Buscamos (o buscan, o hacen que busquemos) la tecnología más reciente, la ropa que se adapte a la moda actual o acudir a probar el último bar que abrieron en nuestro entorno, sin pensar que quizás lo que nos acompañó siempre no tiene por qué ser peor que lo que acaba de llegar.

En el fútol pasa lo mismo, pero tal vez la voracidad por conocer nuevos temas de los que tratar es áun mayor. El deporte no para, y la pluralidad de temas y gente sobre la que hablar es tal que cada hora ocurre algo nuevo, algo que nos hace olvidarnos demasiado rápido de lo anterior. La vorágine de información hace que pasemos página con insultante facilidad de todo lo que no sea última hora. Una facilidad a la que sólo se resisten (y a veces ni eso) nuestros ídolos infantiles, o nuestro equipo de toda la vida. Son los únicos supervivientes de una cultura basada en hacer obsoleto todo lo que nos rodea. La mayoría de nosotros recordamos con cariño nuestra primera bici, nuestra primera videoconsola o cualquier momento, persona u objeto que, en general, fue importante para nosotros en algún tiempo de nuestra vida, pero si nos paramos a reflexionar sobre ello, gran parte de todo eso formó parte de nuestra vida durante la infancia. Llegar a la edad adulta hace que seamos más frios con lo que nos rodea, que tendamos a olvidar con mayor facilidad y caer en el juego de la impersonalidad, sin identificarnos con casi nada.

Cuando nos damos cuenta (a veces ese momento no llega nunca) de que con frecuencia dejamos atrás cosas que no merecen el olvido es momento de reflexionar, hacer recuento y buscar recuperarlas y conservarlas. Crear un refugio en el que guardar todo lo que la actualidad, que pronto será pasado, nos deja cada día, es una forma de mantener con nosotros todo aquello que nos causó alguna sensación para poder recordarla cuando la echemos de menos. Aquel partido con el que llegamos a pensar que en el fútbol cualquier cosa es posible, aquella jugada que nos levantó de los asientos o aquella frase con la que nos quitamos el sombrero deberían seguir con nosotros, y no perderse en el mar informativo en el que, con mayor o menor habilidad, intentamos nadar sin hundirnos. Un mar con demasiados peces que hace que nos planteemos por qué no pescarlos todos, pero con frecuencia nos basta con observarlos sin interferir en sus trayectorias para darnos cuenta de que no es necesario poseer algo para disfrutar de ello. El pez más grande del río es así porque no se deja pescar.

Deberíamos evitar caer continuamente en el mismo error. Guardad muy cerca todo lo que en algún momento visteis como algo fuera de lo común, porque es probable que algún día consigan que lo olvidéis. Y sobre todo procurad tener en cuenta que este artículo no trata necesariamente de fútbol. De hecho, el fútbol es sólo una de las cosas más importantes de entre las menos importantes.

Los cracks que nos perdimos (V): Jonathan Valle


Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

Es el turno de un futbolista español. De él se dijo que sería la futura estrella de la selección española, pero su realidad fue muy distinta.  
 
  • Jonathan Valle, el niño prodigio que no supo llevar la fama


Saltó a la fama nacional con 11 años, en el Torneo de Brunete de 1996. En dicho torneo destacó por encima del resto y fue nombrado mejor jugador de la competición, en la que también participo un chaval llamado Andrés Iniesta. Llamó la atención de equipos de primer nivel europeo, por lo que el Racing se dio prisa para conseguir convencerlo de permanecer en sus categorías inferiores. Era tal la confianza en su futuro que el entrenador Gustavo Benítez se lo llevó en 1999, cuando contaba con tan sólo 14 años, a una concentración de pretemporada en Holanda con el primer equipo. Su ascenso hacia la máxima categoría fue meteórica, y su primer partido en 1ª División le llegó en 2003, cuando contaba con 18 años, firmando su primer contrato profesional pocos meses después.

Por esta época empezaban a intuirse los problemas que suele acarrear el éxito a edades tempranas. A menudo se veía implicado en situaciones extradeportivas polémicas (mención aparte merece su interés por el boxeo, llegando a entrenar para convertirse en boxeador) y el público racinguista empezaba a hartarse de que su eterna promesa fuese noticia más por lo que hacía fuera del campo que por sus buenas actuaciones futbolísticas. Después de 3 temporadas con el primer equipo en las que no pudo ganarse la confianza de los entrenadores, el club decidió buscarle una cesión para intentar alejarlo de sus problemas, con lo que recaló en el Málaga, por aquel entonces en 2ª división.

Demostró en su periodo de cesión que podía ser un buen jugador, y regresó a Santander con Marcelino (entrenador por aquel entonces) dispuesto a darle un papel importante, aunque una lesión lo dejó fuera de los terrenos de juego durante 6 meses, haciendo que apenas pudiera disputar 10 partidos aquella campaña. Con la llegada de Muñiz al banquillo del Racing se le comunica que el club no cuenta con él, por lo que llega cedido a la Ponferradina, donde se convierte en pieza clave y consigue unos números que hicieron pensar en la vuelta de su mejor nivel. Esta actuación no sirvió para convencer a su equipo de toda la vida, por lo que se desvinculó finalmente del club cántabro para recalar en el Castellón, donde sólo jugó media temporada sin cumplir las expectativas, y regresó en el mercado de invierno como cedido a la Ponferradina

En su vuelta al equipo berciano consiguió dar una contribución necesaria para que por segunda vez en su historia lograsen el ascenso a 2ª División, aunque no pudo acompañar a los blanquiazules en la categoría de plata debido al final de su cesión. En agosto de 2010 el Castellón le dejó marchar libre al Leganés, en un proyecto hecho para buscar el ascenso. Las cosas no salieron bien, y a pesar de acabar en las posiciones de arriba, se quedaron sin la posibilidad de subir, en una temporada en la que Jonathan tuvo problemas con las lesiones. En verano de 2011 volvió a hacer las maletas tras ser liberado y tuvo problemas para encontrar un nuevo equipo. Sonó para varios clubes pero no pudo llegar a un acuerdo con ninguno, por lo que terminó tomando parte en las jornadas de la AFE para futbolistas en paro. Destacó y el Rubin Kazan optó por darle una oportunidad de volver a jugar en primer nivel. A día de hoy sigue en Rusia, esperando recuperar el tiempo perdido.

4 abr 2012

Queriendo ser como Pep


Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

Desde el momento en el que Pep Guardiola llegó al banquillo del Barça, el fútbol cambió. El cambió fue para bien en cuanto a espectáculo, poder ver a este Barcelona es algo irrepetible, pero en cuanto al mundo que rodea ahora a su persona, el ambiente se hizo extraño.

Creo que es la primera vez que encuentro una verdadera corriente de aficionados que buscan ser como su ídolo futbolístico, pero no en el contexto del campo, sino fuera de él. Así como Mourinho juega el papel de kamikaze al que sus seguidores defienden por el bien común sin jugar a ser él, Pep se convirtió en un modelo a seguir para muchos, cambiando incluso la forma de pensar que rodea al fútbol.

Mi respeto hacia el trabajo profesional de Guardiola es infinito, pero creo que su figura está adelantada al tiempo. Creo que no estamos preparados para la corrección (aunque esta corrección muchas veces sea la forma de esconder furiosos dardos inteligentemente lanzados), y que el ansia de imitar la personalidad de un hombre de fútbol comedido e inteligente al hablar no es una buena forma de enfrentarse al mundo. Y la culpa no es, ni mucho menos, de Guardiola. Pep no es perfecto, pero supo crear una figura sin fisuras debido a la posibilidad que ofrece aparecer ante los medios contadas veces estudiando previamente lo que va a decir.

No estamos preparados para una persona diferente a lo habitual. Somos personas demasiado imperfectas como para tener día a día el modelo de infalibilidad en nuestras pantallas y periódicos. Evidentemente es un buen ejemplo a seguir, pero no cuando ese ejemplo se mezcla con sentimientos tan grandes como los que se encuentran en el fútbol. La inteligencia y respeto, por mucho que pese, no son conceptos que acompañen habitualmente al mundo del deporte rey. 

Numerosas veces, los seguidores de Pep pecan, como es normal cuando intentas hacer de alguien que no eres tú, de lo que critican cuando en el punto de mira está el rival de turno que no se comportó de forma educada. Resulta hasta cierto punto hipócrita descalificar con todo apelativo ofensivo existente a alguien porque no guardó las formas en unas declaraciones a la prensa después de perder un partido, por no hablar de que la realidad es que cuando pierde nuestro equipo nos quejamos hasta de las faltas en el centro del campo, aunque fueran más que claras.

La bicefalia Guardiola - Mourinho está creando bandos, y ambos están en un camino equivocado. Arriesgándome a ser atizado por el 80% de la población española, no creo que el fútbol deba convertirse en una pelea entre los buenos modales de la alcurnia inglesa contra los jinetes del apocalipsis. El ambiente de crispación entre ellos se vuelve insoportable, y a los que nos pilla en punto imparcial nos resulta complicado de aguantar. 

No nos engañemos, Guardiola sólo hay uno, e intentar imitar su comportamiento nos acerca al ridículo. En el partido de ayer, Zlatan Ibrahimovic, hizo su papel, intentar provocar con sus declaraciones la salida del tiesto de su rival. Lo consiguió con los imitadores, pero Guardiola demostró que en ese terreno se mueve mejor que nadie. No acepten imitaciones, Pep Guardiola es, a día de hoy, irrepetible dentro del mundo del fútbol. Si fuera tan fácil ser él no sería tan idealizado por los suyos ni crisparía tanto a sus rivales.

2 abr 2012

La negativa inercia del Liverpool


 Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

 
Revisando la historia del Liverpool, nos encontramos con una existencia impecable, un currículum plagado de victorias, títulos, estrellas y anécdotas ilustres. Es uno de los equipos con más temporadas en la máxima categoría del fútbol inglés, sólo superado por Everton y Aston Villa, y hasta hace poco era el club con más títulos de Liga en Inglaterra. Además, ningún otro club inglés ganó tantas veces como el equipo red la Champions League, con 5 títulos.

Esta grandeza que acompañó al equipo durante toda su existencia está en los últimos tiempos en un momento de depresión. Desde 2006 sólo consiguió levantar un título (Carling Cup 2012) y sus resultados en liga, un torneo que no gana desde 1990, no están siendo los deseados, y desde 2009 no consigue luchar por el título. Con este escenario, lo normal es preguntarse por qué las cosas están saliendo de esta forma.

Toca observar primero a los futbolistas que ocupan las 11 posiciones disponibles en cada partido para estudiar si el problema se encuentra ahí. En la portería se sitúa el español Pepe Reina (aunque será baja por sanción los próximos 3 partidos), cuyo nivel, a pesar de sus errores puntuales que a veces condenan al equipo, es lo suficientemente fiable como para descargarlo de la culpa. Es cierto que no es el mejor en su puesto, pero sí un TOP 5 de la Premier.

Lo defienden en línea de cuatro una zaga formada, cuando las lesiones y sanciones respetan, por: Glen Johnson, Martin Skrtel, Daniel Agger y José Enrique. En las bajas durante los dos últimos meses de Johnson y Agger encontramos buena parte de las razones de la mala racha de los últimos partidos. Ambos jugadores se lesionaron en febrero y las debilidades defensivas se hicieron evidentes. Johnson es un lateral diestro de corte ofensivo, pero en defensa sabe estar y es fiable, mientras que sus sustitutos (Flanagan o Kelly) son jugadores con buenas cualidades, pero todavía en desarrollo. Por su parte, Agger es uno de los centrales más infravalorados de la Premier. Un central rocoso, valiente al corte y técnicamente fiable, aunque hecho de cristal y propenso a lesiones. No tiene un reserva de garantías, ya que Carragher no es ni mucho menos el de antaño y Coates no parece contar en los planes de Dalglish. 

En el centro del campo encontramos otra baja muy delicada. Lucas Leiva, uno de los destacados de la pasada temporada, lleva unos meses fuera después de romperse el ligamento cruzado. Levanta todo tipo de opiniones, pero es un jugador sobre el que no tengo dudas de que es importante en este Liverpool, probablemente indispensable. Se encarga del juego sucio, el que no luce, pero se está notando y mucho su falta. Su presencia, junto a la de Skrtel y Agger, hace a la defensa del equipo inexpugnable, y su trabajo y despliegue físico es irreprochable. El recambio es Jay Spearing, un jugador correcto y consciente de sus limitaciones, pero que no ofrece tanto como Lucas.

Otro de los puntos clave del mal momento está en la creación de juego. Más allá de Gerrard, que no está en su mejor momento, pero sigue siendo importante tanto en ataque como en defensa, encontramos problemas claros. Charlie Adam (que se perderá lo que resta de temporada por lesión) no está teniendo una temporada a la altura de su estancia en Blackpool y Jordan Henderson, el ojo derecho de Dalglish, está todavía lejos de tener nivel para ser indiscutible. La irregularidad del ex jugador del Sunderland es patente, y le hace ser intrascendente de forma habitual. Completa la lista de los problemas del centro del campo la mala campaña del extremo Stewart Downing que (siendo un jugador sobrevalorado ya de por sí) no está ante su mejor momento. Craig Bellamy debería ser titular, pero el entrenador lo utiliza como revulsivo, perdiéndose así uno de los jugadores con máyor capacidad de imprimir personalidad al ataque que tiene el conjunto red. En esta parcela del campo me resulta imposible dejar de pensar que Joe Cole podría haber solucionado muchos problemas si no lo hubiesen cedido.

En la delantera, Suárez está ante una temporada aciaga. Su calidad está fuera de toda duda, pero los líos extradeportivos no le están haciendo ningún bien y lo tuvieron fuera del equipo demasiado tiempo. Por su parte Carrol no está cumpliendo para nada las expectativas, y aunque tiene cualidades de sobra, se le ve desquiciado o apático según el partido.

El banquillo lo ocupa una leyenda. Kenny Dalglish lo fue todo para el Liverpool en su etapa como jugador, y fue al hombre al que recurrieron para levantar al equipo en un momento bajo, sin que hasta ahora consiguiera mejoras significativas. King Kenny no está pasando una buena época, y en el vestuario empieza a haber ciertos síntomas de desgaste. No creo que sea el hombre para el puesto, fue un jugador impresionante, pero en el banquillo no está a la altura de lo que fue en el campo. Debería acabar la temporada, pero el cambio es necesario.

Por último, el ambiente que rodea al club es quizás el equivocado. Hay una sensación de anclaje en el pasado, de verse todavía en el esplendor de los 80, cuando la realidad es más dura que aquello. Sólo cuando se acepte que es momento de empezar a remar en busca de la grandeza momentáneamente perdida, dándose cuenta de que el fútbol inglés cambió demasiado en poco tiempo, será el momento en el que el barco hundido saldrá de nuevo a flote.