7 jul 2011

Casillas, Mourinhos, capitanías arrebatadas y heroínas periodísticas


Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

Si hay algo que gusta más que a un tonto un lápiz dentro del mundillo periodístico son las exclusivas. Esa palabra es como el maná para muchos 'informadores del humo' que pululan por las redacciones de este nuestro país. La sensación de ser el primero en contar algo produce en algunos una sensación de cenit inigualable, que hace que una vez sentida se busque volver a experimentarla lo antes posible.

Esta heroína (no, no me refiero a Wonder Woman, sino a otra acepción menos amigable del término) periodística es tan adictiva que lleva, en los casos más graves, a buscar una nueva dosis a la desesperada, incluso aireando simples rumores o deducciones demasiado precipitadas (por no decir inventos) que por lo general terminan por descubrirse como simples falacias, ya sea desmentidas por los protagonistas o por un simple transcurso de acontecimientos.

Esta preocupante adicción del periodismo moderno, con gran calado entre los 'diarios líderes' y gran aceptación entre el público ávido de morbo, se va extendiendo por nuestro territorio a una velocidad vertiginosa, debido en gran parte a la facilidad que existe para acceder por parte de la población a algo tan peligroso como la 'Desinformación'. Los traficantes de 'Desinformación', faltos de escrúpulos de cualquier tipo a la hora de suministrar sus dañino y sibilinamente premeditado producto a cualquier ciudadano receptivo, se pueden encontrar a lo largo de todo el territorio español, en un gremio muy blindado en el que no permiten tener voz a los contrarios a sus intereses.

La última gran operación de esta organización tuvo a Iker Casillas como objetivo. Desde Marca, una de las cabezas visibles de este tormento nacional, sacaron a la luz algo que movió los cimientos futbolísticos del país. Mourinho se plantearía cambiar el portador del brazalete de capitán en el Real Madrid según palabras del conocido diario. Este contenido sirvió para rellenar durante dos días páginas, programas y todos los formatos periodísticos imaginables, ante las malvadas carcajadas de los responsables de sacar a la luz este amago de noticia no confirmada por nadie, viendo como sus arcas se llenaban una vez más debido a algo no contrastado.

Pasaron dos días, y el protagonista de la historia, Iker Casillas, salió al paso de este entuerto. Tajantemente afirmó que ''Mourinho no se plantea en absoluto cambiar de capitán'' y se vio la poca fiabilidad que se le puede dar a este tipo de noticias. Si existía algo de verdad en lo publicado hace unos días es algo que ignoro, pero no es la primera vez que vemos en los medios dar veracidad a algo que no es más que un desvarío inventado sobre la marcha con la intención de llamar la atención.

Este es el ejemplo más reciente, pero es un fenómeno que está haciendo mucho daño a la prensa de este país. Lo peor es que se hace daño a sí misma, sin darse cuenta (o sí, pero sacrificando conscientemente el bien común por el propio de la forma más ruin posible) y cuando intenten remediarlo será demasiado tarde, ya que los que ahora están subidos a ese carro no cambiarán sus intenciones hasta que todo les reviente en la cara. Ahí no habrá vuelta atrás y estará todo perdido.

Seguid contando lo que os interesa, seguid quedando mal con quien os alimenta día a día y continuad sembrando vientos. Cuando llegue la hora de recoger las tempestades ya os preguntaréis cómo llegasteis a esa situación sin encontrar una explicación y culpando a otros, como lleva pasando durante siglos y siglos en otros ámbitos en esta especie llamada humanidad, capaz de tropezar con la misma piedra todas las veces posibles.

2 comentarios:

  1. Los de Marca cada día van a peor, pensé que con la salida de Eduardo Inda la cosa mejoraría un poco, pero por lo visto han debido poner al frente a otro cateto, capaz incluo de llevar a cabo una encuesta para ver quién sucedería a Casillas. Un saludo, gran artículo.

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  2. Nunca cambiarán, Juan, los directores los elige gente a la que le interesa que sigan esta línea, y así es imposible esperar cambios en el estilo del diario. Sólo queda tener fe en las futuras generaciones de periodistas.

    Un saludo

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