15 abr 2011

La elegancia del señor galés


Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

Hasta la meteórica irrupción del genial Gareth Bale hace unos años, si teníamos que asociar al país de Gales con el fútbol un nombre se nos venía a la cabeza inmediatamente, incluso antes que otros mitos como Dean Saunders, Ian Rush o Mark Hughes: ese nombre es el de Ryan Giggs.

El veterano centrocampista del Manchester United lleva la friolera de 21 años vistiendo los colores de los red devils, los únicos que vistió en su carrera profesional, curiosamente después de ser fichado procedente del eterno rival, el Manchester City, y parece que tampoco será esta su última campaña en el equipo que dirige Ferguson. En 2006 comenzó a rumorearse sobre su retirada. pero el jugador se centró en ir año a año y hasta el momento está rindiendo de un modo extraordinario a pesar de la edad.

Verle salir al césped de Old Trafford apasiona a los aficionados, que se ponen en pie para ovacionar a uno de sus jugadores más queridos, y sin duda el más respetado. Incluso todo un Sir como Alex Ferguson no puede resistirse a considerarlo su preferido, el jugador al que trató con mimo durante toda su carrera y al que, como comenté hace un tiempo, seguramente no le importaría dejar su legado en Manchester.

No intenta ser protagonista, no hace declaraciones provocadoras (que no provocativas, como diría Perez Lasa) y no cambia de peinado cada semana, pero cuando se pone a jugar al fútbol llama la atención. La elegancia del galés es difícil de encontrar en un terreno de juego, y más propia de jugador de golf o de croquet que de un deporte tan lleno de gallos buscando dominar el corral como es el deporte rey, y lo que lo evidencia es el tremendo dato de que nunca fue expulsado en partido oficial a lo largo de su extensa carrera, un récord casi imposible de alcanzar.

Ryan Wilson (su apellido de nacimiento, que cambiaría a los 16 años) vino a este mundo para ser un ejemplo para todos, un futbolista que me gusta comparar con el mago Valerón - y seguro que el Iniesta de dentro de una década será un jugador de este estilo si tenemos la suerte de poder seguir disfrutándolo - como ejemplo de que un veterano sabe maravillar a todos sin necesidad de tener un afán de protagonismo desmedido.

Por todo esto no hace falta que la reina de Inglaterra se moleste (aunque debería hacerlo) en concederle un título nobiliario, para muchos de nosotros Giggsy ya es Sir Ryan desde hace tiempo.

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