3 mar 2011

La clave del éxito: Analizando a Mou


Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com


Son días de crispación sobre el caso Mou, asi que creo que es el mejor momento para analizar los aspectos más importantes de Mourinho sin limitarse a lo que estamos viendo estos días, a una lucha sin cuartel entre defensores y contrarios al luso. Este es mi personal análisis de un entrenador que no deja indiferente a nadie:

Comentan las malas lenguas que cuando el hombre de moda del fútbol actual empezó en este mundillo, su sueldo como ayudante-traductor de Sir Bobby Robson difícilmente le daba para subsistir. Fueron unos años difíciles en los que el portugués aprendió a aprehender lo que veía en su mentor. Desde muy joven su cabeza destilaba conocimientos futbolísticos (incluso hacía informes para su padre cuando este era entrenador) y Robson lo sabía, por lo que insistió en mantenerlo a su lado contra viento y marea, como posteriormente haría José con el actual técnico del Oporto André Villas-Boas.

Hay una conocida frase de Woody Allen, sacada de una de sus numerosas y siempre agudas arrancadas de ingenio que dice: ''No conozco la clave del éxito, pero sé que la clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo''. Esa cita es, en parte, la base aplicable a la forma de actuar de José Mourinho.

Y digo en parte, porque no está muy claro que no sepa la clave del éxito, lo cosechó durante toda su carrera en tres países distintos, aunque ahora, en el cuarto, las cosas se le están atragantando más que en otras ocasiones. Lo que está fuera de toda duda es que la segunda mitad de dicha frase de Allen la cumple a rajatabla.

Mourinho sabe que no puede gustar a todos, y no se molesta en buscarlo. Su objetivo es claro: conseguir el máximo beneficio propio (entendiendo por propio no sólo el suyo, sino también el de su equipo) mediante la palabra. Su trabajo no acaba después de finalizar el entrenamiento o al salir del vestuario tras un partido, sino que se prolonga más allá, hasta la sala de prensa. Sus declaraciones están totalmente medidas y pensadas para dar que hablar. Es la antítesis absoluta de Guardiola, ya que Pep habla para callar. A Mou le interesa que se comente, y que se haga sobre él y sobre lo que dice. Algunos creerán todavía que es puro egocentrismo, pero es más bien todo lo contrario. Su equipo agradece que se lleve toda la presión mediática, ya que, además de aguantarla de forma estoica, es capaz de redirigir esas habladurías y convertirlas en motivación para sus jugadores.

Otro signo de que actúa por y para su equipo se encuentra en el simple hecho de que es misión imposible encontrar declaraciones en su contra de alguno de los muchos jugadores que alguna vez estuvieron a sus órdenes. Muchos de ellos incluso le profesan total admiración, como es el caso de Materazzi o Carvalho. El propio Joan Gaspart declaró recientemente que era encantador en el trato personal.

En el apartado negativo de su hoja de servicios se puede considerar el sorprendente victimismo del que hace gala en algunas ocasiones, como en el caso reciente sobre los horarios de Liga. También me llegaron a chocar las reiteradas declaraciones sobre los árbitros, dando a entender que perjudican a su equipo, algo que desde los equipos más humildes no quedó otra que tomarse con humor. A pesar de ser comentarios a buen seguro premeditados y con intención clara, no dejan de ser cuestionables. Su actitud muchas veces crispa el ambiente, da mucha chicha a los periodistas y pone en su contra a muchos, pero ¿de verdad importa a la hora de juzgar su trayectoria?. En esto del fútbol a uno se le mide por su trabajo y por el ejemplo que da, y hasta el momento (afortunadamente) , aquel crimen de opinión que existía en la memorable obra de Orwell ''1984'' no existe en nuestras leyes.

La mala suerte le llevó a encontrarse al que probablemente es el mejor equipo de todos los tiempos luchando por la misma meta (y además basada en una filosofía de cantera, en mi opinión mucho más efectiva que la cartera cuando se confía en ella de verdad y hay calidad) le hizo mucho daño en estos primeros meses a cargo del Real Madrid, y parece claro a estas alturas que la Liga se aleja irremisiblemente. José Mourinho tiene ante sí uno de los retos más difíciles de su carrera en un escenario en el que no se perdonan los fallos: conseguir hacer del Real Madrid un equipo más efectivo que el Barcelona. Parece imposible a día de hoy que cualquier conjunto lo logre, pero, ¿lo conseguirá? Juzguen ustedes mismos, sólo el tiempo será capaz de darnos la respuesta.

3 comentarios:

  1. Hombre, epursimuove, cuanto tiempo! jaja Muchas gracias ;)

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  2. Un artículo impecable. Estoy de acuerdo en todo. A mí ma cae como una patada en el culo, pero sí es cierto también que puede ser una estrategia suya más para triunfar. Aparte de sus quejas a los árbitros, los horarios, etc... que hacen llenar páginas al as y al marca (y que radicalizan a los seguidores del Madrid, algo muy feo), sabe lo que hace, no creo que lo haga con maldad, aunque también es cierto que debe caer menos en chiquilladas. Se puede ser chulo y orgulloso, pero sin afear la competición. Hay unos límites.

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