24 ago 2010

La apoteosis del futbolista


Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

Vivimos en una época en la que los futbolistas ya no son simples figuras públicas o gente admirada por los aficionados a este deporte. Actualmente son considerados algo más que eso, divinidades terrenales que de vez en cuando hacen el favor de dejarse ver entre la gente.

Resulta curioso, hace años los jugadores mantenían una actitud mucho más cercana con sus seguidores, pero desde hace unos años a este tiempo las relaciones futbolista-aficionado se distanciaron de forma peligrosa. Salen a la calle semi disfrazados para pasar desapercibidos, se van de los entrenamientos por la puerta de atrás para no coincidir con quien les pueda estar esperando...y además, últimamente se ponen de moda en los equipos grandes (y cada vez con más frecuencia en los no tan grandes) los entrenamientos 'a puerta cerrada', que popularizó hace unos años Fabio Capello y cuyo máximo exponente actual es Pep Guardiola, máximo defensor contemporáneo de la necesidad de evadirse del mundo exterior para conseguir resultados (de hecho la práctica totalidad de sus apariciones públicas fuera de un campo de futbol o actos del club son en ruedas de prensa). Sinceramente, entiendo que sea tedioso aguantar a la prensa continuamente, pero a mí personalmente me da pena por los seguidores, que son los que más pierden, ya que los periodistas puede acceder mediante otros medios a los jugadores. ¿Quién no recuerda con cariño ir de pequeño a ver a su equipo entrenar? Actualmente con esta moda se les está privando a los más pequeños (que al fin y al cabo son los que más disfrutan de este tipo de cosas) de ver de cerca a sus ídolos, de poder ver como trabajan a diario y de pedirle autógrafos para la colección. Ese es otro caso curioso, en mi época (por lo menos en lo que respecta a mi equipo) los autógrafos te los firmaban cara a cara e incluso intercambiaban unas palabras contigo, ahora es algo muy difícil ver eso, siempre que la gente tiene ocasión de pedir firmas a un jugador medianamente importante es con una valla de por medio y ante un tío con mucha prisa que no puede hacer frente a tantas solicitudes (evidentemente estoy poniéndome en los casos más extremos, pero cada vez esto es más habitual)

En contraposición, vemos como las actitudes de deportistas de otras disciplinas de cara al público son muy diferentes. En Fórmula 1 en todas las carreras vemos a Fernando Alonso intercambiando impresiones con Lobato minutos antes de subirse en su monoplaza , algo que si que requiere una concentración absoluta. Por su parte en la NBA vemos como incluso hay prensa en los vestuarios y a nadie parece resultarle extraño.

¿Cómo se pudo llegar a esta situación en nuestro fútbol? La culpa es un poco de todos. Los aficionados contribuimos un poco al verlos como dioses, la prensa también aporta su grano de arena al estar siempre detrás de los jugadores más mediáticos (además útimamente la prensa rosa también está introduciéndose cada vez más en el mundo del fútbol). Pero puede que los clubes sean los que más daño hacen permitiéndoles casi todo.

Ver esto en los clubes grandes puede tener un pase, ya que no necesitan publicidad, pero que un jugador, técnico o directivo de un equipo que no sea alguno de los 4 o 5 grandes se permita el lujo de no aparecer ante la prensa teniendo en cuenta las pocas líneas que les dedican a nivel nacional resulta incomprensible.

Está claro que todo evoluciona con el tiempo, pero creo que en este aspecto las cosas no van por el camino correcto

¿Qué pensáis? ¿soy el único al que le parece que esta situación cada vez va a más y no se sabe dónde estará el límite?

6 comentarios:

  1. Y seguirá yendo a más por todo lo que comentas.
    Recuerdo con cierta nostalgia los entrenamientos a los que me llevaban mis padres a Acea da Ama (donde entrenaba el Dépor antes de construir su ciudad deportiva) y sacar fotos con mis favoritos, autógrafos, hablar un poco con ellos y luego ir para las grabas o al campo a ver el entrenamiento.
    Antonio.
    También tengo ido alguna vez a Riazor y al finalizar el entrenamiento esperábamos allí a que saliesen, y sin problema ninguno se paraban un buen rato con los que estábamos allí.
    A ver si se dan cuenta de que el aficionado también busca ese lazo de unión y la situación va convirtiéndose poco a poco en lo que era antes.

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  2. Esto lo hacen del mismo modo que la monarquía, por muy campechana que sea, TIENE que estar alejada de la gente: Para seguir con esa imagen de seres diferentes, superiores ante todo. Si perdieran esa imagen, se les fastidiaría el tinglado.

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  3. La diferencia es que la monarquía ejerce un poder, los futbolistas no

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  4. Jajaja, lo mejor de todo el artículo, con el que estoy 100% de acuerdo, es el comentario de Álvaro Couceiro. Qué tendrá que ver una cosa con la otra!! El caso es expresar nuestras opiniones! Qué bueno!

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  5. despues de escribir un artículo de 6 párrafos que lo mejor sea el comentario de Couceiro resulta bastante desmotivador xD

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